Capítulo 21.

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Habían pasado dos semanas desde que Luka se había ido a Londres y Harry sabía muy poco sobre él

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Habían pasado dos semanas desde que Luka se había ido a Londres y Harry sabía muy poco sobre él. En la cena de año nuevo su hijo lo había llamado, solamente para decirle que estaba bien y que seguiría llamándolo. Luka no le habló sobre Luciana y Harry se sintió aliviado ante eso; estaba celoso y preocupado por la cantidad de cosas que esa mujer pudo haberle dicho a Luka, quería a su hijo de vuelta y la siguiente mañana conduciría hasta la capital para traerlo nuevamente a casa.

Pero Luka estaba encantado, había pasado catorce días enteros con su madre y realmente no planeaba regresar pronto a Doncaster. O eso creía.

Luciana era más liberal que Harry, o sea, que en poca palabras; lo dejaba hacer lo que quisiera y a la hora que quisiera. No le daba grandes sermones y tampoco lo hacía enojar.

Luka aún tenía muchas preguntas y cada vez que se animaba a hacerlas, ella continuaba hablando de un tema completamente ajeno al que él quería tratar. Esas dos semanas se habían pasado volando acompañando a su mamá de un lado a otro en algunos asuntos de su trabajo que Luka no entendía ni quería estar muy involucrado.

Esa tarde se reuniría con Nico en una cafetería cercana al edificio donde Luciana había rentado un departamento temporalmente; porque Luka se había enterado de que vivía en Alemania y no, no porque ella le contara, sino porque husméo en su cartera cuando su mamá no estaba y encontró un pasaporte. Nico estaba en el país nuevamente, ésta vez estaba visitando uno de los campus Universitarios al que planeaba inscribirse, Luka sabía que no tenía mucho tiempo para verlo; así que se apresuró a cambiarse y a tomar las llaves que Luciana le había dado.

Se odiaba por no poder negar que estaba extrañando a Harry, aunque todo estuviese marchando bien en Londres, había noches en la que su papá no podía salir de su cabeza. Pero no estaba en sus pensamientos regresar con Harry pronto, necesitaba investigar más de Luciana y de su vida que él casi no conocía. Estaba ansioso por obtener respuestas y de hacerle la pregunta que más había estado esperando; ¿por qué lo había abandonado?.

Caminó hasta la cafetería, hacía mucho frío como de costumbre y no podía esperar tampoco a que el invierno terminara y la nieve comenzara a derretirse con el sol de primavera.

Luka había tenido una aburrida fiesta de fin de año; su madre le había dicho que esa noche tenía que trabajar y así lo hizo. No entendía para nada sus asuntos, pero no se animó a preguntar. Entonces se quedó en casa y preparó por su cuenta la cena, puso algo de música y cuando llegó la media noche, llamó a Harry y después se fue a dormir.

Luka necesitaba repetirse que estaba bien y a gusto a lado de su madre, solamente porque no quería sentirse ridículo y era muy orgulloso para aceptar que Harry tenía razón. Tal vez, después de todo, las cosas tenían que seguir funcionando como antes. Él viviendo con su padre y alejado de Luciana, quien parecía no querer informarle nada de lo que hacía, ni de los asuntos más mínimos de su vida. Pero no entendía porqué.

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