Donde Harry tiene un hijo llamado Luka, y un esposo llamado Louis. A su hijo no le agrada la pareja de su papá, mucho menos cuando se entera de que está embarazado.
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El viaje a Alemania había sido una completa tortura para Luka y Margot. Les causaba ansiedad el simple hecho de estar pisando las calles de la ciudad cuyo nombre nunca se atrevieron ni a preguntar. Harry era el único que los había acompañado, esa misma noche estuvieron de regreso en Inglaterra; luego de haber dado sus declaraciones a un juez, algo que por lo menos los hizo considerar que su día no había sido tan malo.
Luka no quiso hablar de nada en cuanto estuvo dentro de su casa; se quitó los zapatos en el corredor y calentó algunas rebanadas de pizza que Louis había comprado probablemente en la tarde de ese día. Archie estaba acomodado en los brazos de Harry mientras el bebé se entretenía viendo el biberón frente a sus pequeños ojos. Pasaban de las ocho de la noche y en la casa solamente se escuchaban los ruidos de los dibujos animados en la televisión; Luka ni siquiera sabía porqué Harry creía que Archie les prestaba atención, pues aún era muy pequeñito como para distinguir las acciones de los personajes de la caricatura.
Louis estaba arreglándose y andaba de un lado a otro preguntándole cada rato a Harry si la corbata se le veía bien, o si los pantalones no le quedaban muy ajustados. Luka se rió al verlo tan apurado y tomó asiento a un lado de su papá.
— Y, ¿a dónde vas tan arreglado? — se interesó y le dio una mordida a la rebanada de pizza.
— He quedado de ir a cenar con mis hermanas — se explicó Louis. — Es algo importante del trabajo de Lottie.
— Oh, ya.
Luka continuó comiendo mientras Harry ponía a Archie sobre su hombro para hacerlo eructar. Louis salió de la habitación radiante y oliendo increíblemente, Harry silbó cuando lo vio hacer una pasarela frente a ellos.
— Luces muy bien, papá — sonrió Luka y Louis le despeinó los cabellos.
— Ya me voy, volveré hasta la media noche. Cuídense por favor, y no se despeguen de Archie.
Harry asintió y Louis besó la frente de Luka, luego los labios de su esposo. Se acercó a Archie y le acarició la carita y después le plantó un beso en las manos.
— Los quiero chicos, adiós.
Dicho eso tomó las llaves de su automóvil y salió de la casa con cierta prisa. Harry acostó a Archie nuevamente en sus brazos y el niño comenzaba a cerrar los ojos cuando su papá lo arrulló.
— Ya quiero verte caminar y jugar, mi chiquito lindo — le susurraba Harry mientras acercaba su rostro al de su bebé. — Papi te ama mucho, mucho, hasta el infinito.
Rozó su nariz con la frente de Archie, Luka se acercó repentinamente a él y le agarró el brazo, después se recargo en el hombro de su papá y Harry soltó una risa ligera.
