Capítulo 06.

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— Ya debo irme

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— Ya debo irme.

Se escuchó la voz de Gemma y se puso de pie. Lottie y Felicité hicieron lo mismo.

— Nosotras también.

En cuanto las tres se despidieron, salieron de la casa. Entonces en el comedor solo estaban los Styles y Elliot.
Luka soltó una carcajada llena de amargura, le clavó los ojos a Louis y lo miró muy mal. Estaba harto de sus cosas y se preguntaba a qué quería jugar diciendo tremenda mentira.

— ¿Qué dijiste, Louis? — le preguntó Harry.

Pero sus palabras se le quedaron atoradas en la garganta. La mirada de Elliot y Luka estaba haciéndolo añicos. Y en ese momento supo que lo materia no era lo que más le importaba, sino, que Luka estuviese saliendo con un criminal; que quién sabe en qué más estuviera implicado. Tal vez no solo en asaltos.
Apretó el brazo de Harry y su esposo también lo miró, todos ahí esperaban a que hablara.

Pudo haberse callado y evitar problemas. Pero ésta vez era diferente, porque sentía la necesidad de proteger a Luka y alejar a Elliot.

— É-éste chico — tartamudeó. — Me quitó mis cosas.

— Deja de inventar cosas, maldito imbécil.

Louis contuvo sus lágrimas ante las palabras de Luka y quizo salir corriendo. Se repetía una y otra vez que tenía que enfrentar la situación y sus consecuencias.

— ¡Luka! — Harry elevó la voz y las paredes en la residencia retumbaron.

Se volteó hacia Louis y hasta éste sintió miedo en ese momento. Elliot se puso de pie y se disculpó con Luka, luego caminó a la puerta; queriendo escapar de aquel terrible encuentro.

Pero Harry también avanzó y le puso la mano sobre el hombro. Louis sabía por la tensión que ejercía su mandíbula, lo enojado que estaba.

— ¿Me explicas? — pidió con la voz ronca. — ¿Fuiste tú quién asaltó a mi esposo?

— Papá, por favor... — intervino Luka. — ¿No te das cuenta de que William está fingiendo todo esto?

Louis parecía querer llorar. Pero solo quería escupir un montón de palabras y su mente en blanco no se lo permitía. Luchó para mantenerse firme.

Hasta que decidió decir algo.

— Es él — repitió. — Juro por mi vida que es él.

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