El odio es motivo de disensiones,
pero el amor cubre todas las faltas.
(Proverbios 10:12)
Cinco años habían pasado desde el trágico asesinato de la duquesa; en un principio todos estaban atribulados por la forma tan inhumana que fue elaborado el plan contra ella.
En ese tiempo la policía pudo determinar que la duquesa fue asesinada y gracias a las investigaciones las autoridades lograron apresar a la mente intelectual y su compañera.
La señora Marlowe fue sentenciada a cadena perpetua mientras que debido al mal estado en que se encontraba Susana fue llevada a un hospital especial para mujeres con cargos criminales.
Allí y de forma lenta agonizó hasta que una fría mañana la frialdad de la muerte le arropó. Su último pensamiento fue al hombre que deseó tener y a ese corazón que anheló y que nunca fue; en silencio y con un leve suspiro se despidió del sueño a ser feliz junto a Terry.
Ahora, como el nuevo duque de Granchester recordaba los últimos años de su vida con una pisca de melancolía.
Recuerdos de su niñez, adolescencia y en especial de una mujer de ojos verdes que aún consideraba su Julieta; la luz que solo en sus pensamientos podían iluminar la oscurecida existencia que padecía.
Juraba que ya no sentía dolor, que el corazón no latía más desde aquel día que abrazándola por la espalda en escleras; había dejado en cada lágrima su esencia, sus esperanzas y la única oportunidad de ser feliz.
Con ese adiós, se detuvo el tiempo y la posibilidad de volver a amar.
Nada, ni nadie podría llenar ese vacío que le ha dejado su ausencia, su recuerdo y ese adiós.
Intentó con todas sus fuerzas curar la herida, sellar su corazón, no obstante únicamente había logrado aprender a sobrellevarlo y entender que ese dolor era parte de él.
Se levantó con destino al ventanal quería olvidar, sacar de su pecho esos sentimientos que le aprisionaban y riendo de medio lado comparó su vida con una mala obra de teatro donde el era el protagonista y antagonista al mismo tiempo.
Mientras llevaba a la boca el cigarro para exhalar de forma profunda y pausada; este era uno de los pocos placeres que se condescendía.
A pesar de estar en paz luego de la muerte de Susana, Terry se dedicó 100% a los negocios de su padre olvidándose de toda posibilidad de amar. Se decía a sí mismo que eso no era prioridad y que no había nacido la mujer que aguantará su forma de ser.
Sus amigos, servidumbres y familiares están en total acuerdo con eso, ya que el carácter y el genio de nuevo Duque de Granchester era tan lacónico, rudo y muy poco amigable.
En el Parlamento, desde temprana edad, ganó el respeto de sus mayores y la atención de muchos que lo veían ya como la futura máxima autoridad del mismo. Cosa que logró a sus 26 años, siendo el presidente del Parlamento Inglés más joven de la historia. Su dedicación y altas horas de trabajo lograban una labor presidencial al 100%.
La satisfacción de su padre era inmensa, no obstante, sabía que a pesar de todo el éxito que acumulaba, su hijo no era feliz. Le faltaba algo o mejor dicho alguien que pudiese llenar esos espacios de soledad que habitaban es su corazón.
Muchas mujeres fueron las que intentaron llegar a ser parte de la vida de Terry, pero ninguna obtuvo tal lugar.
En la actualidad todo era siempre igual: asamblea, cenas, citas de trabajo y reuniones con su padre; era una monotonía a la cual se había acostumbrado.
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Vida... Dame vida...
FanfictionTodos se han ido, estoy tan sóla, mi alma está desierta... Estoy muerta en vida... Los personales no son mios... Les corresponden a sus autoras yo sólo realizo esto como esparcimiento... Sin poder dormir escribiendo una historia más sobre mi pareja...