De vuelta a América 2 - #30

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La joven le miraba tratando de buscar las palabras exactas, aquellas que le diesen a entender a su esposo todo lo que su alma sentía y en especial el inmenso amor que desde siempre ha albergado en su corazón para él.

Desde la primera vez que lo vio, él se adueño de su corazón y aunque ella sabia que él no la quería, lo amaba tanto que llego a rogarle a su hermana para que se lo dejara.  ¿Vergüenza? Sí y mucha al hablar con Candy y rogarle que le dejase a Archie.  Ella lo había escuchado hablar del amor que sentía hacia al la rubia, le había visto mirarla de aquella forma que ella soñaba ser vista por él. 

Sabia del buen corazón de la rubia, Candy la quería y haría cualquier cosa si se lo pedía y más si le veía sufrir,  Sí la manipuló con lagrimas, pero en la guerra como en el amor todo se vale ¿o no?

¿Quién puede juzgarla si todo lo hizo por amor? Y lo peor del caso es que sabia que si tenia que volver a hacerlo, lo haría.... Por Archibal Cornwell haría eso y mucho más.

– Sé que nunca he sido una mujer fuerte y capaz de luchar por lo que realmente quiero, pero hoy estoy completamente segura de mi decisión – Comenzó a decirle la joven morena a su esposo mientras acariciaba su mejilla y se acercaba más a él para sentir su calor – Mi lugar es en donde tu estes y sé que junto a ti estaremos bien – Continuó hablando la joven mientras le abrazaba.

– Annie no tengo mucho que ofrecerte en estos momentos – Le susurró Archie mientras besaba la negra y lacia cabellera.

– Archie tu eres todo lo que necesito. Sé que si me quedo aquí tendría todo lo que materialmente requiero, pero no te tendría a ti.  – manifestó la joven mirándole directo a los ojos para que este viese que le decía la verdad – Estaría vacía sin ti... Yo te amo más que a mi misma y soy capaz de todo por estar junto a ti.

– Yo también te amo Annie. – Le susurró suavemente al oido para luego apoderarse de los labios de su mujer, aquella que siempre ha estado y que a pesar de todo ha llegado a amar de una forma que jamás imaginó. – Vamos a empacar que esta misma noche – Le dijo el joven tragando fuertemente a sabiendas que le dolería lo próximo – Tus padres.  Ellos nos han pedido que nos marchemos esta noche.

– Entiendo – Simplemente dijo Annie, se alejó de él y comenzó a colocar en su equipaje lo que era necesario para partir, lo demás ya se encargarían de pedir ser enviado a cualquiera que fuese su destino o simplemente se dejaría detrás, así como hoy dejaba aquella vacía vida que vivió junto a sus padres por tantos años.

La joven pareja salió de aquella casa sin despedirse, para Annie fue doloroso ver cómo sus padres la ignoraban y que ni siquiera se dignaron a decirle adiós.  No sabia cuándo los volvería a ver, o si algún día lo haría, pero ella respetaría su decisión.

Llegaron al hotel donde se hospedaban los duques y su hermano, pidieron una habitación y que le fuelle llevado un pequeña cama para su hijo.  En la mañana le diría a su esposa sobre Stear y todo los nuevo cambios que vendrían para ellos.

A pesar de todo; Archie estaba feliz, su esposa lo eligió a él, le demostró que realmente le amaba y que le seguiría hasta el final del mundo si él se lo pidiese.  La miró dormida profundamente y pensó que era el hombre más afortunado del mundo al tenerla.  Volvió la mirada a la pequeña cama a sus pies y vio a su hijo.  ¿Qué más podía pedirle a la vida?  En este momento se sentía que lo tenia todo y por sobre todo las fuerzas para luchar por ellos y salir adelante. 

La idea de volver a América le llenaba de gozo, ese era du hogar... Sus mejores recuerdos se encontraban allá y ahora volver era lo que mas deseaba.  El sueño se apoderó del joven.

La mañana llegó trayendo consigo mil y una nueva noticia para Annie, su asombro y felicidad al encontrarse con Stair, la próxima boda con Patty y el volver a estar juntos como cuando eran jovencitos.

Vida... Dame vida...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora