El sol como todas las mañanas se imponía con su luz en el cielo y aunque la gruesa cortina cubría los enormes ventanales de aquella lujosa, habitación un rayo de luz tocó sus ojo haciendo que este despertara de aquel profundo sueño.
Abrió sus verdiazules ojos y miró el reloj de pared que marcaba las 10:00 de la mañana; era la primera vez en su vida que dormía tan tarde. Desde pequeño sufrió de pesadillas luego de la separación de su madre, la adolescencia fue aún peor pues sus pensamientos, la falta de amor y la soledad en la que vivía no le permitían dormir y luego la conoció a ella y sus noches se comenzaron a llenar en pensamientos para ella, en sueños donde ella era la protagonista, pero cuando imaginó que sería feliz junto a la única mujer que había amado, sucede aquella tragedia que los separa. Sin embargo hoy; aún en la cama y con uno de sus brazos adormecido ante el peso de la dueña de aquella hermosa cabellera que desde que la vio supo deseaba tocar.
Recordaba cómo su rebelde y riso cabellos se movían con cada paso que ella daba; siempre deseó poder tocarlos y jugar con sus rizos. Hoy en la semi oscuridad de aquella elegante habitación se encontraba junto al amor de su vida, su moca pecosa, su tarzan pecoso; sabía que ella detestaba ser llamada así, pero era su forma inocente de atraer su atención.El siempre deseaba que ella le mirase, en la escuela siempre se encontraba buscando aquellas hermosas esmeraldas. Todos, incluyendo sus profesores notaron el cambio que el comenzó a dar al ver que el joven; el futuro duque visitaba la capilla y las aulas de aquel plantel escolar luego que la conoció.
Ahora ambos desnudos cubrían sólo algunas partes de su cuerpo con una fina sábana blanca mientras que toda la demás decoración de la cama se encontraba tirada en el piso debido a una muy agitada noche de amor, donde más de una vez se conjuraron el verbo amar en todas sus dimensiones. El joven miró a su mujer, su nívea piel, sus rizos, sus largas pestañas y esas pecas que a pesar de todo aún seguían en su nariz. Miró cómo la luz del sol acariciaba su desnudo cuerpo, mismo que besó, tocó y amo toda la noche y que moría por volver a hacerlo.
Terry seguía deslumbrado ante el cuerpo de su ahora esposa, no hacía movimiento alguno solo dejaba que sus ojos la recorrieron como siempre deseo. Entonces ella en un simple movimiento quitó su pierna y brazo de sobre él y se colocó acostada sobre su espalda aún con su cabeza hacia él. El aprovecho y miró de arriba a abajo a la mujer desnuda. Se deleitó ante aquellos hermosos senos, nunca imagino que ella terminaría teniendo los senos más hermosos que jamás hubo visto. Continuó su recorrido parando su mirada en aquel blanco y plano vientre deseando con todo sus ansias que estuviese en este momento lleno de un hijo. Un hijo del fruto del amor de ambos; un hijo que representaría para él todo el amor que lleva en su pecho.
- Espero que hayas visto todo lo que querías ver esposo mío - Dijo Candy sin siquiera abrir sus ojos y con una risa pícara
- Mmmm estabas despierta tramposa- fueron las palabras de Terry mientras se colocaba sobre su mujer y comenzaba a besarle el cuello
- Sigo dormida... mmm ... Soñando contigo... ahhh
- ¿Quieres que te lleves a las estrellas? - Dijo el joven entre besos
Candy no pudo responder, los besos de su esposo la llenaron de placer y demostraron una vez más que él era capaz de convertir una vida vacía en luz, borrar sus sombras y hacerla sentir aquello que nunca antes hubo sentido. Ya habían perdido la cuenta de cuántas veces habían hecho el amor. Mientras más lo hacían más necesidad tenían el uno del otro; Terry se encontraba admirado con la facilidad en que su inexperta esposa le seguía el ritmo logrando satisfacerlo en todo el sentido de la palabra; pasaban de las 4 de la tarde cuando decidieron comenzar a prepararse para el evento de la noche: donde ella sabia vería nuevamente a aquellos que un día le abandonaron y la dejaron en el olvido.
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Vida... Dame vida...
FanfictionTodos se han ido, estoy tan sóla, mi alma está desierta... Estoy muerta en vida... Los personales no son mios... Les corresponden a sus autoras yo sólo realizo esto como esparcimiento... Sin poder dormir escribiendo una historia más sobre mi pareja...