De vuelta a América #29

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"Las calles de la ciudad que por tanto tiempo han sido parte de este destino que me ha tocado vivir hoy se ven tan ajenas a mi. Mientras camino mis pensamientos pasan de lado a lado, mis recuerdos brotan como si fuesen a querer volver a revivirlos. Cada escena de estos últimos años ha dejado grandes secuelas en mí; cada palabra que ha salido de boca de ellos ha creado cicatrices que sólo el tiempo podrá borrar.

Continuo mi caminar mientras veo como las personas pasan por mi lado sin imaginarse el fuego que está ardiendo en mi alma. Mi vida ha vuelto a despertar, tengo razones ahora para volver a ser quien fui y quien por miedos dejé de ser. Ahora más que miedo, una emoción indescriptible se ha apoderado de mi y por primera vez en muchos años veo hacia el futuro y me siento orgulloso de lo que haré de mi vida.

Las gotas de lluvia caían suavemente sobre mi cabeza, quisiera que con cada gota desaparecieran los recuerdos de esta nefasta vida que he llevado.

Llegar a la casa fue al igual que otras tantas veces una tarea muy pesada, sobre mis hombros, esta vez una decisión que cambiaria el futuro de mi familia; entro y como siempre nadie me espera, todos reunidos en el estudio y me imaginó que mi hijo ya está dormido. Respiro hondo, sé que lo que me espera no será fácil, pero debo hacerlo, tengo que hacerlo.

Camino hacia el estudio con pasos fuertes y decididos, llego hasta la puerta que abierta me da la imagen de aquella escena que por tantos años he vivido; allí el señor Britter leyendo el diario mientras su esposa teje, supuestamente para los pobres y ella, Annie, la mujer que he tomado como esposa, como mi compañera de vida; sentada en aquella silla que se ha convertido en su favorita.

Su pelo tan negro como la noche más oscura cae sobre su rostro mientras lee una de sus revistas de moda favoritas, no sé en que momento me enamoré de ella, no sé si fue el saber que Candy nunca me vería con posibilidades románticas o si fue simplemente la costumbre, pero ella se fue metiendo en mi piel de forma que hoy que debo tomar esta decisión me pesa, la amo y eso no podré evitarlo, pero no puedo continuar viviendo en estas paredes, no puedo seguir sin identidad, me lo debo a mi mismo, a mi hijo, a mi hermano, a candy y a ti Annie.

Aunque sé que hoy será un adios, mi corazón se queda contigo y con mi hijo. Prometo volver amor, cuando pueda levantar mi cabeza y que tu puedas llevar con orgullo mi apellido y que mi hijo se sienta orgulloso de mi."

Los ojos azules se enfocaron en aquellos marrones que le miraban desde lejos con tantos sentimientos que ella misma no pudo descifrar, sin embargo algo en su interior le dejó saber que lo que ocurriría no seria bueno y que tendría que ser fuerte. El Castaño le sonrió mientras entraba paso a paso a aquel estudio, sus delicadas manos dejaron caer aquello que llevaba en sus manos sin darle importancia alguna.

El la miró fijamente, deseaba encontrar las palabras necesarias para que lo que pensaba hacer no le hiriera de la forma en que estaba seguro lo haría. Se acercó hasta estar frente a sus suegros y a la joven morena y sin mas hizo ruidos con su garganta para atraer la atención de ellos.

— Hasta que por fin llegas... Espero que todo este tiempo que te has tomado con el duque fuese hablando de nuestras futuras negociaciones no que lo estuvieras con la ingrata de tu prima - Le dijo el señor Britter a modo de reclamo, estaba en juego mucho dinero y sabia que una alianza con el duque era su mejor carta en estos momentos

— Efectivamente estuve reunido con el duque y con mi prima — Sintiendo la fuerte mirada de su esposa, que con ella indagaba el resultado de aquella visita. — Deseo informales que mañana parto a Inglaterra con los duques y en 4 semanas regreso a America — Dijo el joven de forma seca y dejando a más de uno con la boca abierta

Vida... Dame vida...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora