Luego de unos días todo hubo vuelto a la normalidad, los preparativos para la boda seguían en pie y el incidente con Neil había quedado en la historia. Richard admiraba la posición que tomó Terry ante los hechos y seguía cada día más junto a Eleonor de recobrar el tiempo perdido.
Todo estaba siendo organizado de forma tan precisa y en un periodo tan corto, que la misma madre del novio se sentía en las nubes. Tres días antes del matrimonio y ya estaba listo el vestido de bodas de Candy.
Ver a su futura hija en su ajuar de novia el día de la prueba fue una sensación increíble para aquella mujer quien siempre hubo deseado tener una hija y ahora la vida se la regalaba.
A la hora del almuerzo todos se encontraban sentados en el enorme comedor de caoba al estilo Luis XV, con detalles en oro y forrado del color azul que caracterizaba a los Granchester. Todos hablaban de la boda, arreglos y de lo que faltaba por hacer. Además de cómo los jóvenes se hubieron convertido de la noche a la mañana en la comidilla de todo el lugar.
- Las apuestas están en 2 meses. –comentó entre risas el castaño
- Yo escuche 1 mes, hijo. –mencionó el ex duque, mientras tocaba la mano de la mujer que le miraba de forma dulce.
- Ja, ja, ja – Rieron los dos al mismo tiempo, ambos con las compartiendo características físicas y aquella risa que dejaba a más de una sin aliento.
A pesar de su avanzada edad, Richard era un hombre extremadamente guapo y gracias a su educación muy cortes con el sexo opuesto lograba que, sin importar laedad, las mujeres suspirasen al verle pasar.
- ¿De qué apuestas hablan, hijo? – Pregunto Eleonor curiosa ante la risa y comentario de aquellos hombres que eran su vida.
- Del embarazo de mi futura nuera. –bufó el mayor en un tono jocoso.
- ¿Qué yo qué? –cuestionó la rubia mirando asombrada a Terry sin entender el comentario.
- Déjame le explico –apuntó Richard muy serio, pero dejando ver un destello decomplicidad con suvástago
– Al parecer se ha realizado una apuestas o mejor dicho varias sobre el por qué mihijo, quien ninguna logró casarlo en todo este tiempo, lo hace ahora con contigo y de esta forma tan rápida.
- Es que no tienen vida –contraindico apenada la pecosa, mirando sonriendo a Terry, pues ya sabían que esto sucedería loantes posible. Era conocido por la rubiael deseo de su futuro esposo de llenar el castillo de por los menos 6 críos.
- Disculpe su gracia, le buscan.– interrumpió el mayordomo dando porterminada la grata conversación entre la familia.
- ¿A esta hora? ¿No tengo nada en la agenda?- Dijo Terry tratando de hacer memoria sobre sus citas del día - ¿Quién es?
- Es, es el señor Johnson, GeorgeJohnson. – Al escuchar el nombre del hombre, Candy miró fijamente a Terry sin entender si hubo escuchadocorrectamente o no y entonces este con un movimiento leve de los ojos se dio a entender que sí, era él.
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Vida... Dame vida...
FanfictionTodos se han ido, estoy tan sóla, mi alma está desierta... Estoy muerta en vida... Los personales no son mios... Les corresponden a sus autoras yo sólo realizo esto como esparcimiento... Sin poder dormir escribiendo una historia más sobre mi pareja...