"Sentía que mi corazón palpitaba de forma diferente, algo no estaba bien. Hace pocos minutos que había dejado a los Conrwells en el restaurante del hotel donde habíamos organizado todo lo que seria el plan de trabajo en America y los pasos a seguir en sus primeros meses. Ellos serían mis ojos en aquel país y los encargado de que el nombre de los Ardley y Granchester creciera y en caso del primero volviese a ser lo que un día fue. Sobre todo por la memoria del único amigo que tuve en la juventud, Albert.Pero ahora que subía por las escaleras algo aprisionaba mi pecho. Necesitaba verla, tocarla, algo le sucedía a mi mujer y necesitaba llegar hasta ella. Mi mujer, sólo con decir estas palabras una suave sonrisa se presentaba en mis labios. Ella, la única que he amado desde la primera vez que la vi. Ella que le ha dado vida a mi existencia sombría y gris.
Mi Candy, mi mujer.... Por primera vez en lo que llevamos hospedados en este hotel sentí la distancia de estar en la habitación presidencial. Necesitaba de su piel sobre mi piel, de su aroma; la necesitaba, debo confesar que me he convertido en un adicto de su sabor, de su boca y sobre todo de su ser.
Llegué hasta la puerta y abrí suavemente, entré hasta el recibidor y todo estaba en absoluta oscuridad. Suavemente toque la pared hasta encontrar el encendedor para que la luz llegase a cada rincón de este lugar. Miré y todo estaba intacto; nada extraño en aquella elegante sala.
Me sentí aún peor, un extraño miedo surcó mi ser y mil y un pensamiento llegó a mí. Recordé que Candy había subido, pero no estaba donde siempre me esperaba, comencé a preocuparme; ahora ella era un blanco para cualquiera que quisiese hacerme daño y aunque no tenia enemigos cercanos, siempre estaba el que deseaba dinero fácil. Y ella es frágil, dulce e inocente, ella es simplemente la versión de un angel en la tierra. Mi duquesa.
A mis oídos llegaron suaves sollozos, de inmediato comencé a caminar a toda prisa a la habitación, la cual al llegar la encontré tan oscura como el recibidor y al igual que este encendí la luz y para mi sorpresa la encontré; al verla tirada en la cama llorando, toda la sangre de mi cuerpo desapareció y corrí hasta ella para saber que le hubo sucedido. La toqué, con toda la suavidad del mundo, con miedo a hacerle daño, ella es mi vida y yo daría todo lo que fuese necesario para siempre verla feliz."
– Amor.. ¿Candy que sucede? – Le pregunté mientras veía cómo ella levantaba la cabeza y con sus cristalinas lagunas comenzaba a llorar aún más que antes. No dijo nada sólo se limito a levantarse y sentarse sobre la cama. Mi corazón se oprimía al verla sufrir. Toqué sus mejillas y limpié sus lagrimas y la halé hasta que logré sentarla sobre mi regazo.
– ¿Qué sucedió? – Volví a preguntarle mientras acariciaba con mis dedos sus mejillas mojadas por las lagrimas. Ella suspiro fuertemente, como si le pidiese permiso a sus gritos para poder hablarme.
– Hablé con Annie – Fue todo lo que me dijo, y sin más detalles entendí su sufrimiento. Para mi esposa su familia es sumamente importantes y estos días junto a Archie y Annie debieron ser muy fuertes para ella.
– Amor – Le dije entonces suavemente comencé a acariciar su espalda tratando de lograr calmarla.
– Es que Terry – Dijo sollozando – Yo fui muy fuerte... Yo – Volvieron a salir lagrimas de sus ojos mientras intentaba contarme lo que habían hablado
– Tranquila pecosa, mi amor tranquila odio verte llorar. – Susurré a su oido mientras ella trataba de tranquilizarse.
– Ella era mi hermana y me falló... – Colocó su cabeza en el pecho de su esposo buscando tranquilizar su adolorido corazón.
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Vida... Dame vida...
FanfictionTodos se han ido, estoy tan sóla, mi alma está desierta... Estoy muerta en vida... Los personales no son mios... Les corresponden a sus autoras yo sólo realizo esto como esparcimiento... Sin poder dormir escribiendo una historia más sobre mi pareja...