• 1 •

13K 886 1K
                                    

El trabajo puede ser bastante fastidioso, más si técnicamente nunca sales de él. Ese es el caso del villano Black Hat.

Literalmente vive en su trabajo, toda esa gran mansión de arquitectura peculiar es el hogar de él, de sus subordinados más cercanos y unos pocos trabajadores de limpieza o ayudantes.

Algo que caracteriza la casa es la bulla que hay. Black Hat no tiene ni un momento de descanso durante el día, solo en la noche, cuando se va a acostar, y realmente se siente frustrado por ello. Retiene mucho estés, no sabe cómo apañárselas.

Claro que molestar a sus subordinados es una forma pero, cuando se aburre de ello ya no tiene con qué distraerse.

—¡¡Aahh!! Qué fastidio. —exclamó tirándose en la silla de su oficina, luego de casi volar unos documentos de su escritorio.

Jugó en su silla un poco, dando unas cuantas vueltas, pensando en cómo o en qué entretenerse y bajarse todo ese estrés acumulado.

Detuvo su silla, de modo que estuviera de costado a su escritorio, posando su vista en la laptop que se encontraba ahí.

Soltó un suspiro de frustración, terminando de girar la silla.
Tal vez encontraría algo en esa cochinada llamada "Internet".

Encendió el aparato y entró directamente a la ventana del internet. Se preguntaba cómo diablos podría encontrar algo que le quitara ese estúpido estrés.

No lo pensó ni dos veces y comenzó a escribir "Métodos para quitar él estrés". Le aparecieron muchos links de páginas.

Dios.

Qué flojera buscar entre cada uno de los sitios...

Dio click en la primer sitio, entrando rápidamente.

Era un blog. Con colores lindos a la vista, pero que no eran de su gusto. Lo ignoró y comenzó a leer:

—"Lo mejor para bajar el estrés es buscar alguna actividad recreativa como... Cocinar... Tejer... Yoga..." —comenzaba a perder la paciencia, esos métodos necesitaban práctica y dedicación. Estaba por cerrar la ventana, enojado, pero algo le llamó la atención—"Sí tienes una pareja estable, el sexo también puede funcionarles, no solo reduce el estrés, ayuda a liberar hormonas, relajarse y mejorar los ánimos..."

Un leve sonrojo se asomó a su rostro, esos temas nunca le habían importado, pero... Era la forma más fácil de "relajarse", aparte de todos esos extras que traía con ello.

Por un momento estuvo emocionado por probar su nuevo pasatiempo, pero se decepcionó cuando pensó sobre ello:

No tenía pareja, ninguna chica de las que trabajaban para él le atraían, no tenía ánimos de llamar a damas de compañía; es de mente abierta pero, tampoco hay algún hombre que le guste.

Se sentó en su silla de nuevo, analizando sus posibilidades. Sí lo hacía, cualquiera podría delatarlo.

Necesitaba a alguien que estuviera a su control, del cual pudiera aprovecharse para relajarse, y que le fuera tan devoto como para no delatarlo.

Un nombre surco por su retorcida mente, y sonrió con malicia.

Flug.

-o-O-o-

El joven científico se hallaba revisando viejas fotos, las cuales tenía guardadas, le hacían recordar su vida, la vida que tenía desde antes de ser parte de la organización de Villanos y ser empleado del ser más cruel del planeta.

Soltó un suspiro, sonriendo bajo su bolsa al ver una de las fotos, era él con su hermana... La extrañaba, pero sabía que ella ya no era la de antes.

Escuchó un ruido en su laboratorio.

Oh no. Demencia.

Y tal como creía era la chica, la cual se hallaba jugando con algunos instrumentos del laboratorio.

—¡Demencia! ¡Deja eso! ¡No es para jugar! —exclamó con angustia el científico. Corriendo hacia donde estaba la fémina.

Demencia​, al verlo, sólo sonrió de forma traviesa, subiendo sus pies sobre la silla en la que estaba, tomando impulso y comenzando a ir de un lado a otro, con algunos matraces en mano, combinando las fórmulas que posiblemente podrían causar una explosión.

—¡¡DEMENCIA!! —correr detrás de la chica de cierto modo le estaba comenzando a marear.

La chica reía mientras cometía su travesura. Flug ya se estaba cansado de perseguirla.

Pensó, él tiene ingenio y estrategia. Así que siguió a Demencia, analizado su patrón de movimiento y pudo irse por otro lado rápido para atraparla con éxito. Alzando a la mujer del suelo para evitar que se zafara.

—¡Ya está! Déjate de juegos y dame eso —le arrebató los instrumentos—¿¡Sabes lo que puedes causar si mezclas cosas así tan despreocupadamente!?

—¿Algo cómo eso? —señaló al suelo con la risa aún en su voz, Flug fijo la vista hacia allá, descubriendo que se estaba botando la mezcla azul neón.

¡Mier--!

Y hubo una pequeña explosión dentro del laboratorio.

Todo quedó con marcas de humo, el científico aún cargando a la chica y está con una sonrisa, había logrado su cometido.

—Sabes, me gustan estos juegos químicos —carcajeó ella y la mirada enojada del mayor la hizo reír más. La bajó y se le dirigió como un padre regañando a su hijo.

—¡De verdad eres un caso! ¿Sabes lo que pasaría si el jefe se entera de tus travesuras? —exclamó.

—¿Enterarme de qué--? Wow ¿Qué diablos ha pasado aquí, Flug? —hablando del rey de Roma.

El científico se tensó y la chica ocultó su sonrisa en el cuello de su propia ropa.

—Ah haha, j-jefecito, ¿Qué tal?... Eh, esto no es nada, solo... Demencia siendo Demencia —respondió nervioso por la mirada siniestra de su superior.

El hombre suspiró y miró a su alrededor.

—No importa entonces, Demencia, ve a molestar a 505, Flug. Necesito hablar contigo, ven a mi oficina.

Y Flug sintió cómo estás palabras marcaban su sentencia.

Para cuando el de sombrero salió del laboratorio, el de la bata soltó un pequeño suspiro, después miró hacia un lado, notando que la chica seguía ahí.

Después arreglaría asuntos con ella.

Demencia sonrió una última vez para después salir corriendo por la puerta.

El joven soltó un bufido, miró hacia su laboratorio tendría mucho que arreglar después de hablar con su jefe.

Por fin se decidió a salir de su laboratorio, caminando por los pasillos, pensando en lo que posiblemente querría hablar con él.

Estaba realmente nervioso.

Al llegar a la oficina, tocó un par de veces, escuchó un "entra". Abrió un poco la puerta, asomando la cabeza por esta.
Y cerrando la misma, después de entrar.

—¿J-Jefecito...? ¿Me n-necesitaba...? —tragó un poco de saliva.

Temiendo lo peor.

El de la gabardina negra, se hallaba sentado en su silla, la cual se bajaba de espaldas al escritorio, para cuando escuchó a la voz del científico. Sonrió con malicia.

Holaaa ¿Me extrañaron? Yo sé que no —sobs— ;u;

Esta vez les traigo un fic del universo de Villanous, en cooperación con JillCipher_NBonnie

Ojalá les guste :) voten y comenten babys~

▶Consecuencias◀ [PaperHat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora