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Mientras tanto, en la mansión Hat...

Louise y Clark se encontraban en la enfermería del laboratorio, en una camilla gravitatoria cada uno, inconscientes; mientras algunos subordinados de Flug se encargaban de sanar lo mejor posible esas heridas y quemaduras rojas y violetas que no podían sanar correctamente por ser infringidas por otro demonio.

En el pasillo se mantenían Jin y Allen, que escuchaban todos los murmullos y llamados de esos doctores que hacían lo mejor para atender a los más jóvenes de ellos.

Estaban en un extraño shock, como si fuera un modo automático, que no les permitía sentir el caldero de emociones que tenían. Protegiéndolos de atestar su mente con todos los sucesos ocurridos.

El sátiro fue el primero en salir de ese trance, para observar a su amigo y superior.

—... Ese estado mental de guardar partida, como en los videojuegos; nunca lo había sentido, aunque varios clientes me lo hubieran explicado ya... —comentó, haciendo a Allen reaccionar muy lentamente—Pensaba que solo los mortales podían sentirlo...

El rubio cenizo le dió más atención al hombre carnero.

—Los demonios no pueden abstenerse de tener sentimientos humanos, Jin; eso es lo único que nos hace capaces de... Simpatizar con otros...

El crespo sátiro sonrió en respuesta. Ya algo más recobrado para planear la siguiente movida.

Hablaron sobre un nuevo plan para llevar acabo y sacar al preñado líder de esa mansión, principalmente dubitaron en cómo pasar el maldito escudo sin hacerse tanto daño.

-o-O-o-

En el otro lado de la mansión.

Flug se encontraba sentando en el escritorio de la oficina de su pareja, con botella de whisky a un lado, en una mano el vasito medio lleno y con su otra mano sobre su cabeza, hallándose sus rubios y rizados cabellos.

Se sentía tan... Pésimo, un mal hombre...

Su plan había fracasado por completo, no solo no resultó como él esperaba, sino que también dos seres que técnicamente nada tenían que ver en ese problema habían salido heridos gravemente.

Simplemente se echaba la culpa de todo lo que había pasado aquella tarde.

"Pero qué tonto, creer que ir y sacar a Black Hat sería tan fácil como resolver una ecuación trigonométrica... Estaba totalmente equivocado." Pensó, dándole otro sorbo a su vaso.

Las puertas fueron tocadas, pero al no recibir respuesta se abrieron por la joven Roxy, llamando esta vez la atención del científico. La pelirroja dejo entrar a ambos hombres y se retiró rápido. Jin y Allen, estaban tan entusiasmados por contarle el nuevo plan a su colega, mas, al ver su condición, aquellos aires de alegría se escaparon por las paredes como fantasmas despavoridos.

Lograron escuchar al rubio soltar en medio de un sollozo resentido y arrepentido que todo era su culpa por haberlos entrometido.

—Flug. Esto no es culpa tuya, fue algo que simplemente pasó y ya, no te dejes echar todo el peso encima... —consoló Jin.

—¡Sí lo es! Sí yo no los... Hubiera metido en esto entonces Clark y Louise estarían sanos. Ninguno debería estar preocupándose y yo... —reclamó, entre hipidos entrecortados. Revelando en cierta forma la verdadera delicadeza que un ser humano conservaba.

—Flug, eso no es verdad. Diablos, nos hubiéramos metido en esto con o sin que nos hubieras consultado y lo sabes... —respondió Allen. El humano solo lo miró enojado, cambiando su sollozo a un llanto.

▶Consecuencias◀ [PaperHat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora