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La mansión Hat no estaba en sus mejores momentos.

Flug revisaba los registros sobre Ángelo mientras tomaba su desayuno en el laboratorio.

Demencia hacía lo mismo. Intentaba ver las coordenadas de hacia dónde se dirigió Alice para descartar lugares y dar con la mansión principal.

Roxy había encontrado, en una libreta en el armario del villano, todo tipo de estrategias sobre las amenazas del demonio de ojos rojos.

—La chica fue al oeste. La ciudad donde está su corporación está al sur...

—Lo que significa que fue a otra mansión... Bueno. Por el oeste no hay casi registros de sus propiedades... —murmuró Flug en respuesta a la chica, revisando ahora ese lado de la ciudad.

—Debe ser esa. —señaló Roxy en el GPS del científico—Es la más grande de todas las propiedades...

—Excelente... —murmuró el hombre, con su medio rizado cabello amarrado en una coletita baja—Okey, según lo que me había mencionado Black, Ángelo tiene fama porque en sus casas pone sistemas ilusionadores de laberintos, son pasillos y puertas que aparecen y desaparecen al azar, todas sirven... Lo que significa que si el jefe intenta escapar, no tendría forma si no conoce los códigos y pasos reales del laberinto.

—Oh, pobre Black. Deben estar torturándolo —gimoteó la chica lagartija, asustada y aferrada fuertemente al espaldar de la silla donde yacía.

—Tranquila Demencia, piensa esto. El jefe es un espécimen de demonio evolucionado y en desarrollo; y el bebé tiene un 80% de ser igual. Lo que menos pueden hacerle es torturarlo u lastimarlo, siendo que el bebé resguarda y acumula la energía vital, él intentaría protegerse poniendo en riesgo a Black y todo a su alrededor, porque es inestable por ser nonato.

La chica suspiró calmada en respuesta y luego subió la vista el doble de preocupada.

—¿El pequeñín va a exterminar todo a su paso si no ponemos a Black a salvo...?

—Algo así, pero en vista de que colocarlo en peligro no es aconsejable. Entonces él y el bebé están a salvo.

La chica relajo su cuerpo de nuevo, técnicamente derritiéndose en su asiento por el alivio.

El doctor sonrió suavemente hacia ella. Y giró devuelta a la pantalla GPS con los registros a un lado. Asegurándose de la dirección de la mansión. El satélite bloqueaba su señal a aproximadamente un kilómetro de distancia de la estructura. Por lo que estaba seguro que allí yacían ellos.

—Aquí Black explica que lo mejor es avisar a la asociación e ir todos en caravana para amenazar a Ángelo. Pues lo que hace es moralmente incorrecto. —declaró la mujer, siguiendo con la lectura de la libreta.

—¡Alto! Pregunta ¿Por qué es incorrecto? Somos villanos... Hacemos cosas incorrectas siempre...

—Sí, cariño. Eso hacemos. Pero una cosa es mantenerte en planes "malos" que no te llevan a la cárcel y vender cosas que después de entregadas no te incumbe qué les pase. Y una diferente es atacar a alguien de tu mismo convenio porque te nace del orto hacerlo. Eso está mal.

La chica entendió con un asentimiento y se acercó a ver el plan de la mujer.

—Haremos una emboscada formal. —afirmó.

—Sip. Ángelo no tiene ningún problema profesional con el jefe como para atacarlo. Esto es personal, y los asuntos personales entre empresas de villanos son ilegales. Todo debe tener una razón política u empresaria.

Los tres, dicho esto soltaron un suspiro grande en conjunto. No sabían en qué momento habían estado aguantando el aire.

Flug se levantó. Tomando el teléfono ejecutivo de su pareja y marcando al líder de la agencia.

▶Consecuencias◀ [PaperHat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora