▶Consecuencias◀ [PaperHat]

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Cuando estaba a centímetros del vientre, la camilla fue movida bruscamente hacia atrás. Ángelo observó con furia hacia el incrédulo Ethan y luego a su gemela, que con su poca energía había provocado desestabilizar su objetivo al tirarle una de las piezas de Raptor.

—¡¡Desgraciada!! —exclamó

—¡Flug, corre!

Fue en ese momento que Ángelo cayó en cuenta de que el humano no se encontraba con su padre. Giró la cabeza hacia atrás donde el nombrado correteaba la camilla con tal de salir del laboratorio, mientras su pareja recuperaba la compostura de a poco.

Ángelo volvió a gruñir, abalanzándose sobre la pareja y siendo derribado por Ethan en el acto. Ambos demonios se revocaron en el suelo por unos momentos hasta que el azabache logró darle un gancho en la quijada que desestabilizó al otro. Observando como su objetivo se escapaba rápidamente, con su huida del laboratorio.

Rugió de nuevo, mirando de nuevo a Ethan que estaba apenas recuperándose.

—Tú solo me estás causando problemas... —declaró, levantando su mano con los dedos afilados cual agujas y dirigiéndolos hacia el de ojos verdes.

-o-O-o-

Flug corría por todos los blancos pasillos, cruzando en varios de estos, sabiendo donde ubicarse y dónde se encontraba su equipo. Ojeó de momento a su pareja, que ya había reaccionado y miraba a su alrededor con desconcierto, para luego alzar la cabeza y chocar con los vivos y aliviados ojos azulados.

—Doctor Flug... —murmuró con mucha calma.

—Están bien. Estoy con ustedes. —corroboró serio, ahora observando que los suelos del pasillo se habían distorsionado de su limpio granito a un rojo sucio con extrañas marcas de humo danzantes, a las que Flug reconoció como rostros suplicantes. Sacudió su cabeza rápidamente giró en uno de los pasillos—Llegaremos con los líderes pronto, sea paciente.

A medida que avanzaban, las paredes cambiaban drásticamente a una versión más inestable, y los pasillos trampa aparecían y desaparecían, revelando ínfimamente la estructura original de la mansión, y Flug aún se guiaba con maestría entre estos. El doctor paró en un lugar ancho, donde destacó a sus compañeros con ciertas heridas, pero que habían acabado con los raptorbots.

—¡Chicos! —llamó, correteando la camilla hacia sus compañeros que los miraron con mucho alivio.

—Están a salvo... —murmuró el sátiro acercándose a desatar las cintas que limitaban a Black Hat.

—Wow, no parece ser sólo uno. —se burló el cansado Clark mientras el preñado se sentaba con ayuda de su pareja.

El centro de atención estuvo a punto de mencionar algo hasta que dos voces femeninas le aturdieron

—¡Oh Blacky! —gritaron Louise y Demencia, apabucheando al pobre demonio. Que sólo soltó un gruñido cansado para intentar zafarse. La voz de Allen los alertó a todos.

—¡Bien, bien! Las felicitaciones y demás para después. Vámonos de aquí ya, este lugar se está volviendo muy extraño. —ordenó, refiriéndose a las paredes blancas que empezaban a ponerse algo mohosas.

A pesar de que al embarazado le avergonzaba y humillaba un poco, prefirió mantenerse en la camilla para que le empujaran, pues en su estado solo los atrasaría si corría y además, el bebé le estaba causando ciertos dolores debido a que aún se sentía amenazado por rodearse de esa energía inestable del
núcleo de la mansión Kirkland.

Flug los guió rápido hacia el sótano de la habitación de las escaleras. Deduciendo que Ethan le estaba dando buena pelea a Ángelo. Sonrió tras ver el ancho pasillo que daba a los sótanos. Todos giraron y pararon en el acto.