▶Consecuencias◀ [PaperHat]

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Después de aquella caminata en él parque y haber hablado respecto al bebé, la pareja volvió a la mansión.

Justo cuando entraban al vestíbulo, fueron recibidos por varios empleados que los rodearon

¿La razón? Estaban retrasados con los pedidos y las ventas.

El doctor miró a su pareja, éste solo le hizo un pequeño ademán de que podría irse, él se quedaría con algunos otros empleados que lo cuidarían.

Flug se fue con un grupo grande de personas directo al laboratorio. Por el lado de Black Hat, se fue en dirección a su oficina, siendo seguido por dos empleados, una mujer y un hombre.

Al llegar solo se fue a sentar a su sillón, soltando un pesado suspiro.

El joven que lo había acompañado, dijo que le traería un té para que se relajase.

Al quedar solos la mujer y el jefe, la fémina se acercó un poco curiosa a su superior, y con una ligera sonrisa dijo lo siguiente.

—¿Cansado, jefe? —preguntaba ella sentando en una de las sillas frente al escritorio.

—Ni te imaginas... —soltó un suspiro el mayor.

—Siempre el primer embarazo es el más difícil, señor... —soltó un suspiro con una sonrisita la mujer.

—¡¿Q-Qué?! ¿C-Cómo...? —preguntó un tanto nervioso.

—Señor, es evidente para mi. —pausó un poco—Soy madre de dos hijos, yo también pase por lo mismo, es difícil al principio... Pero es lo más hermoso que podría pasarle a una mujer, en su caso, señor, al ser su primer embarazo será un experiencia que seguro jamás olvidará. —concluyó la joven mujer, con amabilidad.

—¿De verdad era muy notable...? —preguntó con un poco de vergüenza el demonio.

—Bueno, verlo salir de su oficina con prisa los primeros días, me hizo sospechar, señor. —decía con suavidad la mujer.

—Ya...

—Señor... —se puso de pie, juntando sus manos—Si necesita algo, o tiene curiosidad de saber alguna experiencia, puede contar conmigo, puede preguntarme lo que guste. —cerró sus ojos una con amable sonrisa.

Black Hat se había quedado mudo. Nunca... Había visto tanta... Amabilidad. Y le sorprendía un poco que aquella mujer deseara apoyarlo.

Soltó un suspiro y relajó sus facciones, para después mirar la fémina.

—Gracias —soltó con una ligera sonrisa.

-o-O-o-

Dentro de los conductos de ventilación, un par de ojos se hallaban observando a la escena, con una sonrisa maligna presente en su rostro.

Presionando un botón que se hallaba en su collar, cortó la grabación.

—¡Haha...!¡Vaya información que le tengo al amo~! —exclamó bajo el felino, moviendo suavemente su cola de la emoción.

Había escuchado y grabado toda la información que necesitaba para mostrarle sobre la situación actual del demonio del sombrero a su amo.

Se dió la vuelta y regresó por donde vino, caminando por entre los conductos de ventilación, hasta llegar al exterior.

Estaba feliz por la recompensa que obtendría al llegar a la mansión de su tan mencionado amo.

-o-O-o-

Poco después de que Black Hat decidiera actualizarse con su papeleo, volvió el chico con su té.

—Señor, luce particularmente calmado hoy ¿Sucedió algo importante?

—Hmm... No realmente... Creo que este día se ha sentido más ligero de lo que esperaba. —comentó mordiendo la punta del bolígrafo y anotando en una hoja.

Tomó de su té de manzanilla en completa relajación, ambos empleados se habían ido. Sentía una atmósfera perfecta y sin poder evitarlo comenzó a hablar con su bebé.

—Hey, peque... ¿Qué te parece este ambiente? Tu padre está disfrutándolo... Sabes, si nos ponemos a pensar, podríamos decir que 505 es tu... ¿Hermano? Según Flug lo crió como a un hijo técnicamente...

Se acarició el vientre al darse cuenta que el bebé se había empezado a mover cuando le habló; colocó la mano en un costado para sentir sus manos empujarle, lo sentía vivo.

Esa extraña paz lo estaba consumiendo en ese momento.

Todo iba muy bien, demasiado bien.

Y sin poder evitarlo, sintió una pequeña paranoia.

En esa mansión, nada podía estar en calma por más de media hora cuando mucho. Ningún empleado vino a reportar errores y ni Demencia ni 505 habían aparecido a colmarle la paciencia.

Como si el mundo hubiera leído su mente, la puerta se abrió levemente, dejando a la chica pasar.

—Oh, Blacky~ —saludó al cerrar la puerta.

—¿Sucede algo? —dubitó casi recostado en su silla de cuero negro, ya habiendo terminado su trabajo.

—Nada realmente, solo.... Quería venir a ver cómo está el pequeño demonio~ —declaró la chica, recostándose en el escritorio, y apoyando su cabeza en una mano, para toquetear el ahora más visible vientre—Cara de bolsa me dijo que ya patea.

El demonio se sintió algo extraño al ver una fase tan dulce y atenta en Demencia, al parecer el tema del bebé le gustaba bastante.

—Seh...

En el silencio de la habitación, no pudo evitar dormirse recostado en su silla, con las suaves caricias que la fémina le brindaba a su vientre. Demencia también se durmió, apoyada en el escritorio, con una suave sonrisa en su rostro.

Era una escena muy hermosa para cualquiera que la viese.

-o-O-o-

Mientras tanto, en la fabrica...

Flug vigilaba todo con algo de orgullo y nerviosismo. Sus experimentos superaron las expectativas, estaban siendo muy vendidos.

Pero...

Le extrañaba mucho ese gran aumento de ventas. Sus inventos volaban como pan caliente.

Revisó los mecanismos de las máquinas para asegurarse que las construcciones de los prototipos estuvieran bien.

En eso, un joven de cabello largo de le acercó con una tabla de estadísticas.

—Señor Flug. Esta son las conclusiones de todo lo que ha ocurrido hasta hoy —le enseñó.

El hombre de la bolsa observó se fijó en las diversas gráficas.

Por alguna razón, casi todas sus ventas estaban siendo hechas en anonimato.

—Hmm...

—¿Ocurre algo?

—La mayoría se ha tomado sin mayores descripciones... Tal parece que hay otro movimiento terrorista por ahí... —murmuró para sí mismo, observando la hora en su muñeca y tomando la tabla—Es todo por hoy, se pueden retirar. Mañana seguimos con las producciones.

Fue a su laboratorio a dejar la tabla guardada y de allí se dirigió a la habitación del demonio de negro. Que le esperaba con el pedido de que sobara su vientre hasta poder dormirse.