▶Consecuencias◀ [PaperHat]

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Pasaron unos cuantos días después de la sorpresa.

La pareja se hallaba dormida en la habitación principal de la mansión.

La alarma comenzó a sonar, indicándole al científico que despertara, ya que tenía que ir al laboratorio para continuar con los proyectos pendientes.

Apagó la alarma y se sentó en la cama, estirándose un poco, y tratando de moverse lo menos posible para no despertar a su pareja, aunque... No logró su cometido.

—¿Flug...? —preguntó un tanto adormilado el mayor, abrazando parte de la almohada en la que se hallaba acostado—¿A dónde vas...?

El joven volteó al ver al mayor y se acercó a besar su frente.

—Iré a terminar los pedidos, Black, ya vuelvo —decía mientras se levantaba de la cama, mas fue detenido por el demonio, quien lo sostenía de la muñeca para que no se fuera.

—Flug...

—¿Si? —preguntó curioso volteando a verlo.

—Sabes... Hace tiempo que... No hemos tenido intimidad... Y... Agh... Bueno... —no sabía cómo pedírselo apropiadamente.

—Hehe, Black Hat, si querías eso, solo debiste decirme —decía mientras se volvía a subir a la cama.

—¿Solo sé cuidadoso, está bien...? —decía mientras se acomodaba mejor, para darle espacio entre sus piernas.

—Claro, no sería capaz de lastimar al bebé, hehe —río un poco mientras le sacaba el pantalón de la pijama y el bóxer juntos. Echándolos por algún lado de la habitación.

Prosiguió con sus bóxer, bajándoselos un poco, acercándose a besar al mayor, de forma dulce y cariñosa.

Se separaron para tomar algo de aire, llevando dos dedos a la boca del demonio, quien los lamió con gusto hasta dejarlos completamente mojados. Flug llevo los dedos a la entrada anal de Black, rozando un poco en esta, para después comenzar a adentrar ambos dedos con cuidado de no lastimarlo.

Black Hat, comenzó a soltar algunos gemidos y suspiros, separando un poco mas sus piernas, y apretando sus puños.

Para distraerlo, el de bolsa, se acercó a besarle y morderle el cuello, dejando alguno que otro chupetón.

Black Hat acomodó sus brazos alrededor del cuello de su pareja, moviendo la bolsa para forzarla a salir.

—Quiero... Verte, Flug... —murmuró con voz jadeante. Logrando finalmente ver los ojos claros que tanto le atraían.

El doctor terminó de estirar a su pareja, realmente debía ser cuidadoso en ello, pues admite que ha pasado mucho desde la última vez. Él también quiere hacerlo.

Flug se dejó acariciar la cabellera clara con mimosidad. Tomó una de las numerosas almohadas y la colocó bajo su jefe para que este no sufriera dolores en la espalda.

—Voy a entrar ¿Okey? —aclaró y se abrió paso en el interior del demonio, que soltó un placentero gemido—¿Estás bien...? —preguntó algo ido por volver a sentir las paredes de carne alrededor de él.

El de negro dió un suspiro en respuesta, intentando acercar lo más posible a su pareja para besarle.

—Estás muy exigente, Black... —comentó Flug volviendo a besar los oscuros labios y empezando su vaivén que a órdenes del mayor fue aumentando de ritmo.

Black Hat gemía con más y más esmero. Estaba peculiarmente sensible gracias al embarazo.

Durante casi una media hora estuvieron revolviendo las sábanas de la cama; entre gemidos, cambios de posiciones y palabras que sinceramente, no son muy suaves para el público joven.