Drawing

06: Sucesos

Capítulo Seis: Sucesos.

—¿Estás bien?

Young Min se acercó a mí una vez GaYoh desapareció. ¿Entienden? Ella desapareció, como humo, puf, creo que me volveré loca muy pronto.

Maldición sentía mi cuerpo como gelatina, el miedo me estaba consumiendo por dentro. ¿Debería ser valiente con esto?

Oh no, a mí no me prepararon para convivir entre cosas sobre naturales y chicos misteriosos.

Tengo miedo, quiero correr y eso es lo que haré.

No dejé que Young Min se acercara más y salí corriendo hasta mi casa, no saludé a nadie y me encerré en mi pieza.

Hace tiempo que no lo hacía, oh bien, solo desde que llegó Young Min a mi vida que no me volvía tan loca como ahora.

Tomé una croquera vacía y como había dicho Young Min comencé a dibujar, llené la croquera de distintos dibujos, ni siquiera necesité música, mis ojos estaban desorbitados mientras dibujaba y mi cabeza andaba en otro lugar, simplemente seguí trazando dibujo tras dibujo hasta que en la croquera quedó una hoja vacía y mi cuerpo comenzó a reaccionar.

Me di cuenta que estaba respirando con dificultad y que cada que terminaba un dibujo estos volaban por la habitación al ser arrancados por mí, no era mi hábito, me gustaba conservarlos, pero estos anhelaban ser desparramados por mi habitación.

La última hoja quedó vacía cuando comencé a levantarme del suelo en que estaba, miré a mi alrededor y ninguno de mis dibujos tenía sentido. El terror me dominó, dejé caer mi lápiz y un frío entró por mi espalda hasta mi cabeza.

Algo estaba mal y el pánico me dominó.

Me subí a mi cama con miedo, pegué mi espalda a la pared tomando mis piernas abrazadas y ahí comencé a temblar sin quitarle los ojos a mis dibujos, el miedo me tenía paralizada y aunque sabía que estaba siendo una cobarde ahora mismo, me era inevitable cambiar de posición.

La puerta de mi habitación se abrió mostrando al guapo chico nuevo adentrándose en ella, podría tener mis ojos enfocados en él, pero lamentablemente no podía dejar de mirar los dibujos.

—Lo hiciste —susurró mirando el piso lleno de dibujos extraños.

Levantó su rostro buscándome en la habitación, hasta que encontró a la frágil chica en la cama.

—¡Oh Dios, qué te he hecho! —exclamó acercándose.

—Aléjate —dije tratando de esconderme más.

—Déjame explicarte, confía en mí, yo quiero cuidarte, _______.

—No te creo, no creo nada, ni siquiera sé que estoy haciendo.

Me levanté de mi cama intentado recoger los dibujos, busqué fuerzas, pero no las encontré y al tocar el piso con mis pies, estos se tambalearon al punto de hacerme caer.

Young Min me tomó de los hombros manteniéndome en equilibrio, pero aun así, no pude levantar mi rostro para ver sus ojos.

—Mírame, ___________.

—No puedo —negué.

—Por favor —su tono de suplica me hizo estremecer.

—No puedo con esto, Young Min —comencé a llorar recargando mi cabeza en su pecho.

No podía detener mis lágrimas que salían una tras otra, en un momento Young Min suspiró y me abrazó, lloré en sus brazos mientras trataba de calmarme acariciando mi espalda.