20: Ojos del alma

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Capitulo Veinte: Ojos del Alma.

El mundo se dividió en una travesía sin fin.

Los ángeles condenaron a aquellos que fueron en busca de los demás ya que sin éxito no podrían volver y quizás sabiendo aquello, ellos nunca regresaron.

👼🏻

—Atravesó la pared —exclamó el Demonio que me trajo aquí.

Mientras los otros susurraban a su lado yo lo único que buscaba era un poco de aire, me estaba asfixiando y no sabía si era pánico o la maldita neblina densa.

Cuando ya no pude más abrí la palma de mi mano y en medio se comenzó a formar un torbellino que absorbió lenta y completamente toda la niebla a mi alrededor, cuando terminé respiré profundamente cerrando mi palma para deshacerme de la densidad de nubes que había formado.

Volví a respirar tranquila y me impuse ante esos Demonios que me miraban con sorpresa e interés

—Se los dije, ella es especial.

—¿Cómo hiciste eso? —preguntó la rubia con sus ojos rojos.

—¿Magia? —dije obvia, me crucé de brazos y los miré a los 3. —¿Por qué están juntos? Son de bandos distintos ¿Para qué me trajeron aquí?

"La rubia" y "el sonriente" comenzaron a hablarse mutuamente hasta que "el serio" comenzó a dar pasos hacia mí.

No quise mirar hasta que se detuvo solo a centímetros, obligatoriamente tuve que levantar mis ojos para ver su rostro y enfrentarlo, pero lo que me encontré no fue nada a lo que estaba acostumbrada.

Sus ojos me mostraron su historia algo que siempre veía en los seres a mi alrededor, una historia que podría dibujar, pero si hiciera la suya el color sangre predominaría en aquellos dibujos.

Había tanto dolor, tanta angustia, llantos, sangres y perdida, que de un momento a otro me dieron ganas de consolarlo tocando su mejilla, hacía que mis ojos brillaran al ver su historia y cuando me acerqué ni siquiera el grito de sus amigos detrás me detuvo.

—¡No lo toques! —gritaron al unísono.

Pero aun así yo rocé su mejilla solo un poco con la necesidad de trasmitir un poco de mi energía, en cambio lo que logré fue ver aun más dentro de él.

Era como pasar imágenes mientras volabas, todo se veía tan rápido que poco se podía entender, pero sabía que estaban llenándome de información importante y valiosa que quería apreciar.

En vez de miedo lo único que quería es que las imágenes se notaran con claridad para así conocer la real historia del Demonio frío delante de mí.

Todo se detuvo cuando tomó mi mano de su mejilla, y sin quitarme la mirada, la bajó hasta mi cuerpo.

Sus ojos se aclararon completamente como si hubiesen sido drenados por algo rápido y certero, y a cambio pude ver su alma pura y resplandeciente tan solo por un segundo.

—Sácala de aquí, no puede estar cerca de ninguno de nosotros, si no ha llegado a la elección —ordenó "el serio" sin quitarme la mirada de los ojos.

—No quiero irme —dije firme. —Quiero saber que es este lugar antes.

"El serio" me dio la espalda para caminar hacia los otros mientras "el sonriente" comenzó a hablar.

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