41: Un adiós

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Capítulo Cuarenta y uno: Un Adiós.

Un fuerte estruendo se escuchó y un grito ensordecedor proveniente de los líderes hizo que todo el mundo estuviera alerta, levanté mi rostro de entre el cuerpo de Kwang Min y con el dolor de mi alma me comencé a alejar.

Elevé el vuelo viendo como a lo lejos Young Min venía apenas volando. Lo alcancé a mitad de camino y no tuve ni siquiera que mencionarlo cuando él vio mi rostro.

—Él está muerto —dijo tan doloroso como se sentía, él había perdido a su hermano yo había perdido al amor de mi vida.

Asentí sin poder hacer nada más que llorar junto a él.

Nos mantuvimos así, observando como a lo lejos los aliados seguían intentando luchar, sabía que era inútil y si me acercaba no tendría oportunidad, necesitaba buscar otra alternativa, o sino mi energía perdida sería en vano.

Llegamos a tierra viendo como la gente seguía corriendo buscando refugio mientras que los velos de magia negra los seguían para absorber sus almas.

—Debemos hacer algo... Tiene que existir alguna forma —exclamó Young Min.

—Hay que llamarlos.

—¿A quiénes?

—A los ángeles dorados...

Nos miramos reconociendo la historia, pero ninguno sabía cómo actuar.

—¿Cómo se supone lo haremos?

Miré hacia el cielo, oscuro y agrio por culpa de la magia negra y la energía quemada de los lideres, los afluentes se habían convertido en espejos, los espejos habían sido los guardianes dorados, recordé...

¿Qué otra opción quedaba?

De un momento a otro cerré mis ojos y comencé a replicar una plegaria, mi energía se comenzó a hacer visible y lo poco y nada que quedaba de ella comenzó a multiplicarse, abrí mis brazos comenzado a expandirla a nuestro alrededor conformando una pequeña burbuja dorada y a medida que esta se expandía dibujos se comenzaron a formar.

Había escenas pasadas, historias que contar y que estaban siendo contadas en alguna parte de este mundo o en otro, otras historias que podían pasar en un futuro y lentamente aquella energía comenzó a formar un camino hacia el cielo.

—Tu energía se está fugando —dijo Young Min.

Levanté mi rostro hacia el cielo sin abrir mis ojos, pensé en el alma de Kwang Min, pensé en como había encontrado a Young Min al comienzo del año, como me había enamorado de él, y como había querido tanto a GaYoh como mi mejor amiga. Pensé en mi familia, que a pesar de que por 100 años había desaparecido, por lo menos 17 años después la había disfrutado lo suficiente, quizás si hubiera estado consciente de ello habría sido mejor, pero ya no podría saberlo... Como habría sido si yo no hubiese sido tan cerrada, si tan solo hubiese sido más expresiva y cariñosa con mi padre y mi madre... Tal vez tendría mejores recuerdos hermosos.

Dejé que mi energía siguiera su camino hasta el cielo, sentí como los líderes seguían gritando pareciendo llamar a alguien o queriendo destruirlo todo, sentí como los velos de magia negra comenzaban a golpear contra lo que estaba haciendo y pude escuchar como GaYoh, HyunJi, Jesse, Sam y los demás habían dejado de combatir para llegar a mi lado.

Podía sentir como los líderes caminaban hacia mí, para detener lo que fuera que estaba haciendo, pero en ese momento, no había algo que yo pudiera sentir. Rememore mi vida como humana, rememore mis 100 años como ángel especializado, y cuando mi energía por fin traspasó la barrera de nuestro mundo con el otro abriendo un espacio en el cielo abrí mis ojos hacia el cielo.

Una luz cegadora comenzó a rodear a todos, sentía que gritaban, que algo extraño estaba pasando, nadie más podía ver lo que yo estaba viendo, nadie podía alzar sus ojos y sentir esa sensación de calma que traía aquella luz.

De entre diferentes partes del mundo comenzaron a levantarse tornados de luz dorada y de entre ellos diferentes ángeles dorados comenzaron a bajar, el sonido ensordecedor, los líderes batallando, destruyendo todo a su paso, los velos de magia negra, los hilos rompiendo, todo y quizás mucho más fue cubierto por una luz blanca que no dejaba ver nada.

Sentí que nos despedíamos, era el final, no sabía quien había ganado, pero sabía que era el final, cuando finalmente no pude sentir a mis amigos y a los demás, sintiendo que estaba sola en medio de un torbellino de energía, dejé que la luz cegadora también me cubriera para quedar totalmente empapada de esa vitalidad apacible.

💥🌟⭐

Cuando volví a abrir mis ojos sentía que mis oídos se habían vuelto locos y que en realidad algo estaba mal en realidad.

—¡Llegarás tarde! —escuché gritar a mamá.

Era imposible, hace unos segundos había sentido el estallido del mundo envuelto de energía blanca, lo que significaba el final... Y ahora... ahora estaba en mi cama abriendo mis ojos como todos los días normales.

Observé mi habitación, para mi sorpresa no había ningún dibujo, solo póster de grupos y bandas, alguno que otras fotos de lo que parecían ser mis amigos, entre ellos estaba GaYoh. Me reincorporé observando con detalle.

El modelo de mi habitación de Hey Arnolds seguía ahí, pero parecía que todo había cambiado en realidad.

Me bajé de la cama revisando mi cuerpo, no había ningún rasguño, no había nada que detectara que había casi muerto en realidad, parecía imposible, quizás este solo era un sueño en el que desearía estar, o tal vez... lo anterior había sido todo un sueño.

Me levanté y en pijama caminé hasta arriba parándome en el frío de la mañana, en la azotea observando la ciudad, podía escuchar como el sonido de la ciudad comenzaba a despertar, la naturaleza del mundo seguía intacta como si nada realmente hubiera sucedido.

—Y nada sucedió —me dije a mi misma. —Todo fue un horrible sueño.

Podía mentirme de esa forma, pero sabía que algo estaba mal. Las paredes con póster de chicos guapos no era lo mío, la foto con amigos tampoco era lo mío y entonces... ¿Qué había pasado realmente?

Sentí como de repente la realidad me golpeara recordando como Kwang Min había muerto en mis brazos hace tan solo unas horas, caí al suelo, pensando en él y en Young Min... Podía saber que GaYoh estaba bien, también podía conocer a Hyun Ji dentro de aquellas fotos, ¿Pero qué pasaba con Young Min y Kwang Min?

—¡______, ¿Qué haces en la azotea a estas horas de la mañana?! —llegó mamá gritando. —Llegarás tarde a tu primer día de universidad.

Cuando subió por completo y vio como estaba sentada en el piso, abrazándome a mi misma y llorando, vi como sus ojos se asustaron, quería ver más, quería tener la respuestas de todo con ver su historia, pero ya no estaba, mis habilidades se habían ido así como también todo lo que había sucedido.

****

¿Fue un sueño? 😨🤔😨

Changsegi

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