17: Familia

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Capítulo Diecisiete: Familia.

Pestañeé varias veces cuando mamá terminó y volvió a su lugar con la misma sonrisa.

—¿Me puedes decir qué fue eso? —pregunté sorprendida.

—A eso se le dice; llamar a tu padre —se encogió de hombros y retomó su dibujo.

—¿Tú...?

—Cuando llegue tu padre sabrás todo, ________. Tan solo... Espera al martes ¿Si, pequeña? ¿Podrías hacer eso por nosotros?

Asentí mecánicamente sin pensar.

—Creo que... Creo que iré a pasear —dije señalando afuera para salir.

—¿Qué hay de tus amigos, _______-Ah?

Es cierto, Young Min y GaYoh estaban arriba, no importaba ellos sabrían dónde estaría.

—Vendré luego, solo será una vuelta, necesito pensar un poco.

—De acuerdo no te alejes tanto tu sola.

Se levantó de su lugar y se acercó a mí besando mi frente entregándome mi celular mientras me miraba a los ojos.

—Todo estará bien, solo necesitas esperar un poco ¿De acuerdo?

—Sí, mamá.

—Buena chica, cuídate.

Salí de casa aún sin entender lo que pasaba.

Mi familia sabía sobre estas cosas, mi familia sabía sobre los demonios y que era yo.

¿Me lo han ocultado todo el tiempo? ¿Por qué?

Traté de asimilar con la mayor madurez qué podía encontrar, pero solo me frustraba aún más.

Esto me era casi tan extraño como el hecho de entender otro idioma.

Ahora ni siquiera estaba segura de sí tenía miedo o estaba curiosa por algo.

Levanté el rostro para ver donde había llegado caminando sin rumbo y me encontré a punto de caer en un barranco.

Retrocedí cayendo al suelo con el corazón a mil por hora.

¡Maldita sea, casi me mato!

Respiré acelerada mirando el cielo.

Estaba tan revuelta de todo que mi cabeza no podía tener más información, solo quería recordar y sentir que esto era lo que me tenía que suceder o tal vez retroceder el tiempo para sentirme un poco más normal y no tan rara como ahora.

Cerré mis ojos con fuerza dejando que unas lágrimas de rabia se me escaparan por los lados y solté un suspiro cuando todo se apagó.

😨😢
()

¡Es martes de entrenamiento mental! ¿Qué creen que haremos hoy? —preguntó gritando la señora K.

¡Control mental, señorita! —gritamos todos al unísono.

¡Excelente, comiencen a trotar, ya, ya, ya!

Comencé a trotar con el grupo, pero a la mitad de la primera vuelta alguien tiró de mí escondiéndome entre los arbustos.

¿Qué te pasa? —exclamé al demonio que me miraba con una sonrisa.

Vamos a divertirnos como ayer.

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