Narra Euge:
Le abracé a Nico por la cintura mientras corríamos con la moto. Nunca había sentido nada como eso, mi pelo al viento, el aire en mi cara, y pegada a un hombre, más cerca que nunca de él. Solamente, me habían besado una vez, ya hacía mucho tiempo, cuando estaba en el orfanato en La Plata, mi ciudad natal.
El chico se llamaba Emilio, y tenía dos años más que yo. Yo le gustaba muchísimo, y sin pensárselo, ni esperármelo, un día me beso. En el pasillo, adelante de todos los chicos. Todos se empezaron a reír y se lo contaron a los cuidadores. Ahí ya, me empezaron a tener manía, y pasé de ser la nena buena a la nena mala en menos de un minuto.
Poco tiempo después vino una niña al orfanato con la que me empecé a llevar muy mal, y fue ella, la que hizo que me echaran del orfanato. Me culpó de robarla a la directora, yo no lo había hecho y sabía perfectamente que ella se había escondido el anillo de compromiso de la mandamás entre su ropa.
Por eso me echaron. Cuando le conté la verdad a Cris, ella me creyó, y por eso me adoptó en su residencia para chicas... y bueno, desde entonces no había tenido mala conducta. Trataba de ser lo más buena posible para no dar ningún problema más.
— ¿Vas cómoda? — me preguntó Nico.
— Sí, tranquilo.
— Ya estamos llegando a la playa, queda muy poco...
Y bueno, en media hora, por fin, llegamos a la playa. Tan bonita... Hacia años que no veía el mar. Solo veía edificios de la ciudad de Buenos Aires. Todos iguales, unos más grandes, unos más pequeños, pero ninguno tenía su seña para ser más especial.
— Nunca viene nadie, estaremos muy a gusto.
Bajé de la moto y comencé a caminar por la arena.
— En ese lugar, son todas muy tiernitas. No saben de lo que es la vida real.
— ¿Por qué lo decís?
— Apuesto porque nunca te diste un beso con un chico.
— Perdiste la apuesta entonces — dije riendo —. Fue un piquito, hace ya tiempo...
— ¿Y nada más?
— Si te soy sincera, nada más.
— ¿Y no te gustaría probar cosas nuevas? — dijo acercándose a mí y agarrándome de la cintura.
Lo miré, era muy lindo. El chico más lindo que había visto en mi vida y el que más me había gustado... Tenía muchas ganas de besarlo, pero cuando me quise dar cuenta, ya lo estaba haciendo él.
-...-
Narra Lali:
Estaba sola. Cris se había ido hacía ya rato a buscar a Euge. Tenía mucho malestar en el cuerpo, una mezcla de frío, calor, dolor de cabeza y de panza. Y ganas de vomitar. Aunque no por recomendación del doctor, tuve que levantarme al baño porque estaba muy mareada.
Me senté al lado del water y me agarré la cabeza. Siempre había sido una nena sana, a la que casi nunca habían tenido que llevar al médico por una cosa grave. Hasta ahora, nunca me había sentido tan tan mal.
La cabeza me daba vueltas y más vueltas. Necesitaba que Cris viniera ya... Cuando de repente, me caí en el piso del baño, y ya no recuerdo más.
-...-
Narra Cris:
No había encontrado a Euge por ninguna parte, así que me limité a llamar a la policía y volví a casa. Lali también me necesitaba en ese momento.
— Lali, ya estoy en casa — dije al entrar por la puerta. Subí al cuarto de ella, pero no estaba allí. Entonces, vi que la luz del baño estaba encendida.
Cuando entré, me encontré a Lali desmayada en el piso, sangrando por el mentón porque se había caído de bocas. ¡Dios mío! ¿Cómo se me había ocurrido dejarla sola?
La levanté, la dejé apoyada en la pared y llamé rápido al doctor:
— Lali ha empeorado.

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El Perfume - TERMINADA
Fiksi PenggemarElla, una pobre huérfana de 15 años. Él, un nene rico de 16 años. La última vez que se vieron, ella tenía 5 años y él 6. Eran amigos, los mejores amigos... pero por culpa de sus familias, se distanciaron. Una auténtica historia de Romeo y Jul...