Y llegó el martes, y con él, el primer día de clases en el Rockland. Estaba muy nerviosa, comenzar en un colegio de ricos, con nuevos compañeros y nuevos profesores. Había rezado durante toda la noche para asegurarme de que aquel día fuera bien.
Me puse el uniforme, y acompañada de Eugenia bajamos a desayunar. El resto de las chicas, también Cris, ya estaban abajo:
— Buen día dormilonas — nos dijo Cris sonriente.
— ¡Buen día Cris! — exclamamos Euge y yo a la vez.
— ¿Nerviosas por el primer día?
— No... — dijo Eugenia, quién estaba, a diferencia de mí, bastante tranquila.
— Yo — dije sincera —, estoy nerviosa.
— Bueno querida, tranquila porque va a estar todo bien, ¿de acuerdo?
Asentí con la cabeza.
Después de desayunar, las chicas y yo, incluida Guada, nos montamos en el transporte escolar, el cuál nos dejaría en la puerta del Rockland.
— Vas a ver a Pablo otra vez Rochi — dijo Euge. Yo iba con Euge en los asientos de delante, atrás Rochi con Guada, y en el de la izquierda Daniela.
— Sí — Rochi se puso roja.
— Y vos Dani vas a ver a Agus — dije yo sonriente.
— ¡Ay sí! — exclamó Daniela —. No saben las ganas que tengo de volver a verlo al cachetón.
— Ya falta poco para llegar — dijo la pequeña Guada algo nerviosa.
Y sí, en cinco minutos, el bus paró en la puerta del Rockland. Las cinco bajamos y nos metimos adentro del colegio:
— Es enorme — pensé. Enorme y precioso.
La acompañamos a Guada hasta su aula y después, las cuatro nos fuimos hasta la nuestra. Nada más entrar, lo vi de nuevo: Juan Pedro Lanzani. Acompañado de su novia María, con la cuál, en ese momento, se estaba besando. Sí, su novia o pareja de conveniencia, según me había contado esa noche en la que habíamos estado juntos en la cocina de la residencia, separados del resto porque no queríamos besarnos.
— Estoy pensando que esto ya es el destino y no la casualidad — me dijo Euge en el oído, muerta de risa.
Al verme, Mery me dedicó una sonrisa, y después, él giró la cabeza. También me sonrió, aunque me dedicó un seco:
— Hola Lali.
— Hola Peter. Hola Mery.
— Bueno mi amor, debo irme a clase — la dijo Peter a María dándola un último beso en la boca. Solo de verlos me daba diabetes.
Yo me senté con Eugenia en la penúltima fila (había cinco filas en total: Eugenia y yo estábamos en la cuarta, y Rochi y Daniela en la quinta. En cada fila había 6 asientos divididos en otras tres filas). Las cuatro cuchicheamos sobre los chicos y chicas de la clase hasta que vino la profesora:
— Hola alumnos y alumnas. Soy la profesora Emilia Inchausti. Les voy a dar clase de literatura.
— ¡Ay! — suspiró Rochi detrás mío —. Mi asignatura favorita.
— Al ser la primera profesora con quién tienen clase hoy, y también la tutora del curso, voy a molestarme en presentarles a las nuevas compañeras — Emilia nos buscó con la mirada, y nos localizó finalmente en los últimas filas —. ¡Atrás están sentadas! — toda la clase nos miró, qué vergüenza... —. Son María Eugenia Suárez, Mariana Espósito, Rocío Igárzabal y Daniela Aita. Espero que sean buenas con ellas — la profesora nos dedicó una amistosa sonrisa.
La clase de literatura fue tan solo una introducción de lo que íbamos a hacer el resto del curso, algo muy sencillo. Después vino la clase de matemáticas con el profesor Juan Molina, después la de inglés con la profesora Summer Skate (sí, era de origen australiano). Y por fin, vino el recreo.
Las cuatro salimos al patio. Íbamos en busca de Agustín y de Pablo, y allí los encontramos, al lado de una fuente que había en toda la mitad. Estaban acompañados por Peter, Mery, y otra chica que debía ser amiga de Mery, pues se sentaba en clase con ellas.
— ¡Chicas! — exclamó Pablo al vernos. Agustín también sonrío, vinieron los dos y nos abrazaron. La verdad es que eran grandes personas. Los otros tres se quedaron en la fuente, no movieron ni un dedo.
La media hora del descanso la pasamos con los chicos, y después, tuvimos desgraciadamente que volver a clase. La siguiente hora tuvimos historia, con la profesora Roberta Marini.
— Este año tenemos un proyecto con los compañeros de un año más. Sobre la historia de un país de habla hispano que ustedes elijan. Es parte de una prueba de desarrollo que el Rockland ha impuesto este año en todas las clases de historia. Los grupos van a ser elegidos por mí, los colgaré en un cartel al final de la tarde. Este proyecto se trata de un trabajo de grupo — resaltó grupo —, en el que todos tendrán que investigar, y a la vez podrán hacer nuevas amistades con los alumnos de un año más.
— Cómo en el equipo te toque con Peter te vas a morir de risa — me susurró Euge. Yo la miré mal. Lo que acababa de decir no tenía ni pizca de gracia. Es más, el resto del día me lo pasé rezando porque no me tocara con él en el grupo.
Y llegó el fin del día. Mis amigas y yo corrimos al corcho. Hay estaba la tabla del "Trabajo de Historia Grupal - Proyecto UNO Rockland 2006". Comenzamos a leer los grupos, eran de tres personas.
Y... yo solamente me centré en mi grupo. Literalmente, en la tabla ponía esto:
Grupo 7
Mariana Espósito
Pablo Martínez
Juan Pedro Lanzani
La puta madre...

ESTÁS LEYENDO
El Perfume - TERMINADA
FanfictionElla, una pobre huérfana de 15 años. Él, un nene rico de 16 años. La última vez que se vieron, ella tenía 5 años y él 6. Eran amigos, los mejores amigos... pero por culpa de sus familias, se distanciaron. Una auténtica historia de Romeo y Jul...