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Narra Lali:

Mi estancia en el hospital era más aburrida cada día que pasaba. Mis compañeras de habitación solían ser chicas con cáncer, las cuáles sabían bien lo que las iba a pasar, y entendiblemente, ellas no tenían muchas ganas de hablar. Sus mamás me preguntaban siempre:

— ¿Y a vos que te pasa cielo?

— Gripe — al menos eso era lo que me habían dicho los médicos. Dolor de cabeza, de espalda, de huesos, de panza, vómitos, fiebre, heces blandas, y demasiados tirones en las piernas. Me imaginaba: "Tal vez estoy creciendo lo que no crecí nunca". Mamá decía antes que cuando tenias fiebre, crecías. El porqué de ello, no lo sabía. Lo que si sabía seguro es que esa explicación era muy muy rara.

— Entonces seguro que en unos días volvés a casa.

— Sí — yo sonreía, trataba de ser educada con todo el que pasaba por mi habitación. Sí, debía comportarme y parecer una señorita.

Eso sí. Cris me ocultaba algo. Todas las noches, ella venía para quedarse conmigo. Dejaba a las chicas en la Residencia con una amiga suya que era asistenta social y venía para estar junto a mí: "Vos ahora me necesitás más que a nadie", me decía con una enorme sonrisa y los ojos llorosos.

De vez en cuando, salía a hablar con los doctores, tardaba horas en volver, y cuando volvía tenía la cara irritada y los ojitos rojos, como de llorar. La tonta de mí nunca pudo darse verdadera cuenta de lo que me estaba ocurriendo. No veía más allá de una simple gripe.

28 de marzo de 2006. A nada de cumplir los 15 años. Tan solo 3 días. Me hubiera gustado tener una gran fiesta, con un vestido hermoso de color azul agua, ese vestido que llevaba imaginando tantos años. Unos tacos en color plata, mis primeros tacos. Y el pelo suelto, ondulado sobre mi espalda. Y solo un chico en la pista de baile, listo para el vals. Juan Pedro Lanzani.

Apenas ya me acordaba de su voz. Habían sido muy pocos días, pero me había enamorado de él. Era como si ya nos hubiéramos conocido... y tal vez, nos habíamos conocido. Y ya después de lo que me dijo, de lo de que mi cara de chiquita le resultaba familiar... Ya no sabía ni qué pensar sobre el tema.

Yo solo quería que el volviera para mis 15, aunque eso fuera un sueño imposible, una utopía. Pero bueno, tal vez la suerte estuviera de mi lado por una vez en toda mi vida.

-...-

Narra Peter:

El teléfono de mi cuarto sonó re fuerte. Primera hora de la mañana. Iba a matar a Miss Bennett, la secretaria del Boston College.

— ¡Estoy dormido che! — agarré el teléfono de la mesilla —. Good morning.

— Good morning, I have a letter for you.

— Okey, after breakfast I will take it. Thanks Miss Bennett.

— Bye — corto la llamada.

¿Carta para mí? Guau. Era la primera vez que recibía una carta en el colegio. Sería... ¿una admiradora secreta? Todas las españolas y italianas del colegio estaban muertas por mí. Yo era un bombonazo comparado con el resto. Los chicos de acá estaban flacos y secos, eran rubios y de ojos claros y vestían siempre de traje deportivo. Eran un asco.

Bajé a desayunar y después fui a la secretaria. Al ver el remitente, no lo pude creer: MARÍA EUGENIA SUÁREZ, mi vieja amiga. ¿Por qué me mandaba una carta?

Me senté en uno de los sillones y la abrí rápidamente. Estaba ansioso por ver que me decía en la carta.

Querido Peter:

Sé que no debería escribir esto, pero necesito contártelo, y si de verdad la querés, necesito que vengas. Lali está enferma, y los médicos no la dan mucho tiempo de vida. Sé muy bien que ella quiere verte, quiere hablar con vos. No sé si sabrás que la culpa de todo esto, la tienen tus papás, pero bueno, ya hablaremos de eso... Muchas gracias, y espero que vengas a verla...

Un beso fuerte, tu amiga, Euge

Al terminar de leer, me di cuenta, de que después de mucho tiempo, me había puesto a llorar. Lali se moría, y yo no podía estar con ella. Estaba sola, me necesitaba de verdad. Subí corriendo a mi cuarto, armé la valija con lo imprescindible y bajé a secretaria.

— I have to go to Buenos Aires.

La secretaria al tener la autorización de mis padres, me dejo ir al banco a sacar plata y de ahí ir hasta al aeropuerto y comprar el pasaje hasta Buenos Aires. Llegaría el día 30 por la tarde. Y entonces, iría a ver a Lali.

El Perfume - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora