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Eran las 7 de la tarde ya, y suponía que Peter no iba a tardar en venir a verme de vuelta a la Residencia. Mientras Eugenia hacía la tarea, yo hacía los dibujos de educación artística que había mandado el profesor el lunes para entregarlos el miércoles.

— Odio dibujar — la dije a Euge intentando dibujar un pino perfecto.

— Yo lo hago como una nena de 4 años, mis dibujos son pésimos. El año anterior, en el otro colegio, casi me obligan a repetir curso por culpa de que suspendí educación artística. Fue una vergüenza total.

— Dios - reí tapándome la cara. Si que era malo lo que la había pasado a Euge.

De repente, el teléfono de la casa, comenzó a sonar:

— ¡Voy yo! — gritó Euge, lo más alto que pudo, para que toda la casa la escuchara.

Euge se levantó del escritorio y salió corriendo del cuarto. Al rato volvió con el teléfono en la mano y me dijo:

— Es Peter, para vos.

Lo agarré rápido y me lo puse en el oído:

— ¿Peter?

— Lali, me temo que no voy a poder ir a tu casa.

— ¿Ha pasado algo?

— No — me respondió secamente —. Estoy haciendo las valijas, me voy de nuevo pupilo a un colegio de Estados Unidos, en Boston, para el resto del curso.

se me heló la sangre. ¿Que había pasado?

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Por una beca que me dio la empresa de mi padre. Ya te enviare alguna carta.

— Pero, ¿y nuestros planes?

— Los dejaremos para el verano. Volveré para entonces.

— ¿Pero vos querés irte?

— Sí, es una buena oportunidad y debo aprovecharla, así que me iré.

Me mordí el labio, estaba a punto de ponerme a llorar como una nenita a la que están abandonando:

— Disfrutá entonces.

— Gracias, lo haré. Besos a todos — y entonces cortó la llamada, sin dar ninguna explicación más. Ahora, el porqué se había ido, seguiría siendo un misterio para mí, hasta que él mismo decidiera contarme la verdad.

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Narra Peter:

Lo que había hecho estaba bien hecho y no me iba a arrepentir. Aunque estuviera enamorado de ella, yo no podía salir con una mentirosa, bastante que había soportado a la gran mentira de María. Sí, ella también era una mentirosa. Desde siempre, yo había pensado que ella había sido una modelo famosa, hija de los embajadores de Francia en Argentina, cuando de repente, un día fui a buscarla a su enorme mansión, y me encontré con que era la hija de la mucama. A mí no me importaba salir con la hija de la mucama, lo que no quería era salir con una mentirosa, y con una chica a la que de verdad no amaba... Porque cuando vi a Lali por primera vez, me olvidé de María, y empecé a pensar en como sería mi vida con ella. En todo lo que íbamos a poder hacer juntos, Lali era una chica muy inteligente, seguro que alguna buena universidad la becaría y terminaría siendo alguien de gran peso en este país. Pero, ¿su madre era una drogadicta ladrona? Y ella lo sabía, y me había mentido respecto a ella. No, lo sentía mucho, pero lo nuestro se había acabado.

Por eso, mi padre buscó el Boston College, un internado en el corazón de la gran ciudad americana, muy lujoso y con un gran nivel. En él, estudiaba gente con un gran nivel adquisitivo como yo, y no hijas de mucamas mentirosas y traidoras, o chicas que tal vez fingen quedarse embarazadas para robarte la fortuna, o para que sigas con ellas. Yo no era como mi padre, a mí no me interesaba mucho la plata, yo solo quería una mujer noble y linda, y sincera, sobre todo. Y ni María ni Lali cumplían con esos requisitos.

El viernes, volaría con el avión privado de papá hasta Boston, y allí comenzaría mis estudios. Pasaría allí, estudiando también en un College de verano los meses de julio y agosto, y no volvería a Buenos Aires hasta diciembre. Me iba a perder el 15º cumpleaños de Lali, y no iba a poder darla su sorpresa, pero eso ya no importaba. A mí me había lastimado mucho mintiéndome de tal manera.

Ahora pensaba, en todo lo que Lali y yo habíamos hecho de chiquitos. La firma del árbol, nuestro primer beso debajo de ese árbol, los juegos, los abrazos... Todo. Y todo se había acabado por la mentirosa y ladrona de su madre. Y después, ella seguro que sabía que su madre se había muerto de una sobredosis... Dios, no entendía nada. Lo mejor era irme, tomarme un tiempo fuera de este lugar tóxico y pensar, pensar en lo que de verdad me convenía...

El Perfume - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora