Narra Peter:Nadie sabía bien lo que me costaba verla de esa forma. Al menos, tenía preparado el antídoto. Pero antes, debía hablar con ella, quería enviarla mis mejores energías. Pero debía de ser muy muy rápido: "No la queda mucho tiempo" me dijo el doctor cuando fui a verla. Incluso antes de entrar yo a su box, el cura la había dado la extremaunción. Ya no hablaba, tenía los ojos cerrados, se había entregado y estaba lista para dejar el mundo.
— Lali — la agarré de las manos. Tenía mucha pena, pero no iba a llorar, tenía que ser fuerte, ser un hombre, delante de ella —. No sé si el antídoto que te he traído va a funcionar, espero que si, aún nos quedan millones de cosas por hacer juntos. Tenemos... te tengo que besar — tenía que besar esos labios hermosos y gorditos que tenía —, tengo que pedir que seas mi novia, tenemos... — la miré de arriba abajo, era un completo vegetal, respiraba con una máquina. Las lágrimas inundaron mis ojos y comencé a derramarlas, no podía aguantarlas más adentro mío —, tenemos que casarnos, sí, y tener familia, formar esa familia que tanto anhelamos mi vida. Porque yo solo quiero estar con vos, no hay ni una sola mujer en el mundo que me convenza si no sos vos La... Te amo...
De repente, el doctor entró en el box, acompañado de Cris, Euge, Rocío, Daniela y la pequeña Guadalupe.
— Peter volviste — sonrió Euge —. Mi carta funcionó.
— Tu súplica funcionó — la corrigió Daniela.
— Sh, fuera sarcasmos — las avisó Rocío acercándose a Lali y sentándose en una silla que había junto a la cama.
— En silencio chicas, por favor. No molesten a Lali mientras hablo con el doctor — Cris me dedicó una sonrisa y salió del box, el doctor la estaba esperando afuera para hablar con ella sobre Lali.
Euge se acercó a mí y me abrazó por los hombros:
— Amigo... tengo que contarte muchas cosas. Tenías razón sobre Nicolás, fue un turro.
— Un turro muy turro, en cambio, Agus y yo — Daniela puso ojitos y cara de enamorada y miró al techo —. Estamos de novios desde ayer.
— Sí, y tu amiguito, Pablito... Seguro que no te contó, está de novio con María. A los pocos días de que te fueras a Boston se besaron en una fiesta, y al día siguiente se pusieron de novios — dijo Rochi enojada. Sí, yo sabía bien que a Rochi la gustaba muchísimo Pablo, y que la molestaba un montón que él se hubiera puesto de novio con María. Pero la vida era así, y las cosas ya no eran tan fáciles de cambiar. Igual que lo mío por Lali, nadie podía cambiarlo. Sentía millones de cosas por ella, y eso ya se iba a quedar permanentemente.
— Y Rochi está celosa — rió Euge.
— Disimula — la avisó Rocío mirándola mal.
Yo me reí. La escena no iba conmigo y era algo divertida. Aún así, Lali estaba ahí, más en el otro lado que en este.
— Y la noticia del año, el embarazo de Eugenia — dijo Daniela.
¿Embarazo? ¿Qué?
— Sí, eso quería decirte Peter. Pero quería decírtelo yo, no Daniela. Unos días antes de que te fueras a Boston, no fui a clase. Me escapé con Nico a la playa, en su moto. Allí hicimos... bueno... lo que hacen... Y el no debió cuidarse.
¡Qué hijo de puta que era!
— ¿Y no ha vuelto a aparecer desde entonces? — la pregunté asombrado.
— No.
— Te dije que no era de fiar. Si está en un reformatorio es por algo Eugenia, no por la caridad de los servicios sociales y de que allí le vayan a educar más duramente. Un reformatorio es una cárcel de menores.
— Estaba muy ciega como para darme cuenta de eso. Me encantaba Nico, y me encanta Nico.
— Si después de lo que te ha hecho, te sigue gustando, es que estás completamente loca María Eugenia Suárez — dijo Rochi poniendo los ojos en blanco.
Guada, ella estaba sentada, agarrándola la mano a Lali. Y callada. Ajena a nuestra conversación.
— ¿Y vos enana? — la pregunté acercándome a ella —. ¿Algo interesante?
— Solo que no quiero que se muera Lali — me dijo haciendo pucherito. ¡Oh, era una preciosidad! Tan tierna... Sabía que Lali la adoraba a la enana. Cada vez que sacábamos el tema de los nenes, me hablaba de ella. De su dulzura y de su incesante sonrisa. Solo como me la describía Lali, ya estaba muerto de amor por esa pequeña de pelo lacio y castaño y ojos marrones.
Después, entraron Cris y el doctor.
— Solo una persona de acá puede quedarse, por favor, el resto tendrá que abandonar la sala — anunció el doctor... Doctor Juárez, leí en su bata blanca. Era un doctor de mediana edad, con el pelo encanecido todo echado para atrás. Parecía una persona seria, pero también agradable.
— Peter — dijeron todas a la vez. Me alegré mucho en ese momento, todas querían que me quedara con Lali.
— Peter y yo nos quedamos — dijo Cris —. Las demás, se quedan afuera y no hacen ruido, estamos en un hospital.
Las chicas salieron, sin parar de mirarme, y dedicándome sonrisas de esperanza. Guada me besó en la mano, deseándome suerte, y salió la última.
— ¿Es el novio verdad? — me preguntó.
— Algo así — dije tendiéndole el antídoto.
— Bien — agarró el antídoto. La mujer de la floristería me lo había condensado en un frasquito de color marrón. "Con esto bastará" me dijo. Ni siquiera me cobró por ello al escuchar mi triste historia. "Solo con olerlo volverá a la vida. He visto pocos casos, pero todos se han salvado".
Tardó un rato en abrir el frasco, y después la hizo oler a Lali. Ella empezó a toser, como si se estuviera ahogando... Yo pensé que se iba.
-...-
Narra Lali:
— ¿Qué cosa?
— Besarte — dijo acercándose a mí. Tenía los dientes pequeños y blancos, aunque alguno le faltaba. Claro está, era un niño pequeño, seguro que estaba cambiando los dientes, al igual que en ese momento los estaría cambiando yo.
— ¿Estás seguro?
— Muy seguro — dijo rozando mis labios. Después junto sus labios con los míos y los besó. Un beso tierno, corto, sincero. Sin nada de parafernalias. Y así estaba bien.
Comencé a sentir un fuerte y rico olor que me embriagaba.
— ¡¿Ahora qué está pasando?! — grité. Estaba muy mareada.
—Tenés que irte, y yo tengo que volver — me dijo, mientras comenzaba a alejarse.
— Pero, ¿a dónde?
— A tu lugar.
Y de repente, una fuerte brisa me llevó para atrás... todo pasó a ser negro. Cerré los ojos, todo era un remolino feo y oscuro. Hasta que comencé a escuchar pájaros. Y volví a abrir los ojos.
Peter estaba delante de mí, sonriendo.
— ¿Qué ha pasado? — dije agarrándome la cabeza.
— Que has vuelto, estás de nuevo en tu lugar.
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El Perfume - TERMINADA
FanfictionElla, una pobre huérfana de 15 años. Él, un nene rico de 16 años. La última vez que se vieron, ella tenía 5 años y él 6. Eran amigos, los mejores amigos... pero por culpa de sus familias, se distanciaron. Una auténtica historia de Romeo y Jul...