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— Mañana... — comencé a decir —. Mañana vamos a hacer Pablo y yo el trabajo en la residencia, si querés podés venir.

— Obvio que voy a ir, no me quiero llevar una mala nota — respondió Peter sonriendo. Pensé: "Al final el cheto resulto ser de lo más tierno", y después pensé: "Ay Lali, estás muy enamorada de ese ricachón con lunar".

— Perfecto, pero espero que no empecés a quejarte con todo.

— Me portaré bien.

— Muy bien — me puse de puntitas, ya que Peter era mucho más alto que yo y le di un beso en el cachete. Él me dio otro y nos despedimos.

Por el camino a casa pasé por la biblioteca del barrio para agarrar libros, y así poder hacer el trabajo bien mañana. Me llevé 3 y regresé a la residencia.

— Hola — dije al llegar, dejé las llaves en la mesita de la entrada y fui directamente a la sala dónde estudiábamos, y dónde Cris trabajaba con todos sus análisis y sus casos de trabajadora social. La salita estaba vacía. Dejé los libros allí y fui directamente al salón, dónde Euge y Guada veían TV.

— ¡Lali! — gritó Guada al verme, y después, corrió a abrazarme.

— Hola enana.

— ¿Qué tal con Peter? — me preguntó Euge levántandose del sofá para ir a saludarme.

— Bastante bien la verdad, me esperaba algo mucho peor. Ya sabes como es. Pero estuvo bastante tranquilito.

— Me alegro. Creo que al final terminan juntos... — dijo Euge riendo.

— No, claro que no. Eso nunca — dije, mientras pensaba: "Ojalá algún día me besé, y al otro me pida ser su novia. Y así estemos juntos para toda la vida". Pero esa idea, se esfumó rápidamente de mi cabeza, porque no podía ser. Peter tan solo era un buen amigo, además los cuentos de hadas con finales felices nunca habían existido para mí.

— ¿Segura? — me preguntó Euge, obviamente, dudando de mi respuesta. Sí, yo también dudaba. Bueno, en realidad estaba mintiendo, porque sí, me había dado cuenta ya de que estaba completamente enamorada de Juan Pedro Lanzani, y menos mal, que cuando él estaba delante, yo no me ponía nerviosa, porque hubiera sido mucho peor.

— Segurísima — volví a mentir.

— ¿Querés ver "Nemo" con nosotras? — me preguntó Guada con su dulce y adorable voz.

— Sí enana, claro — las tres comenzamos a ver la peli hasta que Cris nos llamó para avisarnos de que ya era hora de cenar.

Fuimos a la cocina. Cris las estaba sirviendo la cena a Daniela y a Rocío, quiénes habían estado con Agus, haciendo el trabajo de historia en su casa. Durante la cena hablamos de todo lo que había pasado en el día de hoy, cómo siempre la gustaba a hacer a Cris. Las cenas eran un punto clave para la reunión de todas las chicas que vivíamos en la Residencia.

— ¿Qué tal las dos horas de castigo Lali? — me preguntó Cris.

— Bien. Estamos ayudando a dos nenes de la calle a adaptarse al colegio y a la gente, son chiquititos, re lindos.

— Y seguro que le están volviendo locos a Peter — añadió Rochi riendo.

— Pues un poco. Al principio empezaron con mal pie, pero terminaron llevándose de maravilla — dije sonriendo.

— ¿Y ustedes chicas? ¿Qué tal el trabajo? — las preguntó Cris a Daniela y a Rochi.

— Bien — respondió Rochi.

— Genial — dijo Dani —. No sabes lo linda que es la casa de Agus, es enorme, tiene un montón de cuartos, y nos dieron de merendar y todo. Su mamá es rebuena.

— A diferencia de la mamá de Peter y de la mamá de Pablo — añadí yo suspirando.

— ¿Y vos cuando vas a empezar a hacer el trabajo Euge? — la preguntó Cris.

— Ni idea... Cuando me diga María, pero es que hoy no vino a clase por lo que pasó con Peter.

— Todas creemos que Peter dejó a María porque está enamorada de Lali — dijo Rochi riendo.

— ¿Están seguras de eso?

— ¡Sí! — respondieron a la vez mis tres amigas.

— No es cierto Cris... — dije yo.

— Lali, está muerto con vos Peter — dijo Euge.

— ¡No! — grité.

— No se grita ni se pelea en la mesa, luego hablan del tema en el cuarto — nos avisó Cris.

La cena transcurrió en silencio. Al terminar yo no me despedí de nadie y me subí directamente a mi cuarto sin decir nada. Me metí en la cama, me tapé y cerré los ojos. No podía soportar pensar que todo el mundo decía que Peter y yo estábamos enamorados.

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Cuenta el narrador:

Cuando Peter y Bauti terminaron de cenar y subieron a sus cuartos, los padres de Peter se quedaron hablando, sobre cosas del pasado.

— ¿Vos crees seguro que es ella? — le preguntó Juan a Claudia.

— La he visto 4 veces Claudia. Al principio sospeche que era ella, el segundo día sospeché aún más, el tercer día juré que era ella, y hoy me he dado cuenta, de que claramente es ella. Tiene la misma boca que cuando era chiquitita. Tiene la misma cara...

— Se tiene que marchar — dijo Clau —. No puede descubrir lo que pasó... Si alguien se entera de lo que pasó, estamos muertos.

— ¿Cómo querés echarla?

— Como sea, algo se nos va a ocurrir. Pero no debe descubrir el misterio por el que murieron sus padres. Peter debe alejarse de ella...

El Perfume - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora