Capítulo 9: "Hay que seguir las reglas de la relación."

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¡No se quiso guardar cuando la ponía, pero yo quería ponerla! :'v

Ya sin más que decir: ¡Comenzamos! :v/

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El ambiente se sentía demasiado tenso alrededor de nosotros, no sabía cómo demonios habíamos llegado a este punto, pero no había vuelta atrás para ello.
-Perdón, no escuché bien Souchiro-kun... ¿Me podrías repetir lo que has dicho?- Mencionó Gin-chan que se encontraba sentado al frente de mí.
En realidad, al frente de nosotros, ya que me encontraba sentada a un lado del bastardo sádico que me acababa de besar hace poco. Mis mejillas seguían coloradas mientras que él dedicaba una mirada sería a Shinpachi y Gin-chan que nos miraban con asombró.
-Es Sougo, Jefe.- Respondió el idiota.- Le he dicho que me gusta Kagura y quiero pedirle formalmente que me dé permiso de tener una relación con ella.
-Lo siento.- Contestó nuevamente Gin-chan desconcertado.- Creo que no entendí bien lo que has dicho Souchiro-kun.
-Jefe, ya le dije que me llamo Sougo.- Esta vez, sostuvo una de mis manos en las suyas, entrelazando nuestros dedos. Suspiró y prosiguió.- Ya le dije que amo a Kagura y quiero empezar una relación con ella, si me lo permite.
-¡Bastardo! ¡¿Por qué carajos cambiaste querer por amar?!- Se levantó Gin-chan de su asiento alterado por las palabras del sádico.
-Es lo mismo jefe.- Respondió el sádico.
- ¡Claro que no es lo mismo!- Gin-chan estaba muy molesto.- El caso aquí es, ¡¿Cómo demonios sucedió esto?! Hace apenas unos días se odiaban a muerte ¡¿Y ahora me sales con que quieres una relación con ella?!- Esta vez se acercó a él y le susurro a ''escondidas''- ¿Estás seguro de esto? Digo, ella no es nada atractiva ni nada por el estilo, ya sabes... No hay curvas. Además tiene un carácter de mierda.
-¡Te estoy escuchando, idiota-aru!- Mencioné enojada apuntándolo con odio.
-Sí, sí, si.- Respondió Gin-chan con desinterés hurgándose la nariz.- No he dicho ninguna mentira.
Me lancé a él con una patada que lo mandó volando a la puerta.
-¡Ves, Souchiro-kun! ¡No es nada femenina!- Gin-chan se sobaba el lugar donde había estado mi pie hace unos instantes.
-Es Sougo, jefe.- Comentó el sádico, aclarando.
-Bueno, por mí no hay ningún problema en que ustedes empiecen una relación.- Habló el Cuatro-ojos.- ¡Kagura-chan, Okita-san, Felicidades!
Sougo y yo nos miramos ante la respuesta de Shinpachi y sonreímos.
-Gracias, virgen.- Dijimos al mismo tiempo, regalándole una sonrisa.
-¡¿Por qué me dicen así después de defenderlos?!- Shinpachi estaba resentido.
Dediqué mi mirada a Gin-chan, tenía una mirada perdida fija en el suelo, supuse que no le agradaba la idea de que tuviera una relación con el sádico, ya que hace poco me acababa de decir que me alejara de él. Caminé a su lado dejando solo al sádico y a Shinpachi, para sentarme a su lado y así acariciarle su hombro con una sonrisa.
-¿Realmente serás feliz con tener un relación con aquel sádico?- Preguntó, observándome seriamente.
-Sí... Pero estaré mejor si decides apoyarme-aru.- Le sonreí.
Gin-chan se levantó del suelo y copié su acción, tocó mí hombro y dijo:
-Está bien. Si eso te hace feliz, estoy de acuerdo contigo Kagura...- Me dedicó una sonrisa fraternal a lo cual agradecí abrazándolo.- Trataré de controlar mi lado paterno para no causarte problemas. Pero no prometo nada.
-Gracias-aru.- Contesté sin más.
Después de soltarlo, caminó donde se encontraba el bastardo de cabellos castaños intercambiando miradas sádicas. Cuando se encontraban frente a frente, Gin-chan habló:
-Escucha muy bien Souchiro-kun, si veo a nuestra linda Kagura derramar una sola lágrima por tu culpa, te castraré sin pensarlo más de dos veces... ¿Entendido?
-Es Sougo, jefe.- Respondió con seriedad.- No se preocupe, lo que yo quiero es protegerla.
Lo miré al escuchar sus palabras y me sentí muy feliz por eso.
-Muy bien Sougo-kun, es momento de que tú y yo hablemos seriamente como padre e hijo.- Mencionó Gin-chan llevándose al sádico a tomar asiento junto a él.
-Es Sou-... Ah no, esta vez sí lo dijo bien, jefe.- El idiota ya se estaba acostumbrando a corregir a Gin-chan a cada minuto con su nombre. Eso me provocó un poco de risa.
-Kagura-chan.- Mencionó Patsuan.- Ayúdame a traer un poco de té para mejorar al ambiente.
Sin más, lo acompañé a la cocina. Después de estar preparada la bebida, Patsuan se adelantó a la sala con 4 vasos en una charola.
Contemplé la escena que tenía al frente de mí... Este era un momento hermoso en mi vida, el cual no lo cambiaría por nada en el mundo.
<<Mami, mi nueva familia de idiotas finalmente está completa>> Pensé mientras observaba como Gin-chan, Shinpachi, Sadaharu y Sougo platicaban felizmente.
-¡Kagura!- Habló Gin-chan sacándome de mis pensamientos.- ¡Ven, Kagura-chan!
Me acerqué a ellos sentándome en medio de él y del sádico.
-Estuve hablando con Souchiro-kun.
-Es Sougo, jefe.- Lo interrumpió corrigiendo su nombre nuevamente.
-Sí, sí, sí, Souchiro, Sougo, da igual.- Contestó Gin-chan con desinterés.- Bueno, estuve hablando con él sobre las reglas que le pongo a su relación. Así que escucha con atención.
-Cabe destacar que me opongo a ellas, jefe.- Aclaró Sougo mirándolo sádicamente.
-Lo que importa aquí es lo que diga Kagura, Souchiro-kun.
-Es Sougo, Jefe.
-Bueno, bueno. Aquí van las reglas.- Dijo Gin-chan comportándose como un maestro.- Primero daré dos puntos positivos: ¡Numero uno! Les permito agarrase de las manos. Y ¡Número dos! También les permito darse besos en las mejillas.
Asentí con la cabeza estando de acuerdo con las palabras de Gin-chan, pensé que saldría con una de sus estupideces, pero al parecer estaba actuando de forma madura. Realmente estaba tratando de no comportarse como un padre exagerado.
-Ahora les diré dos puntos negativos: ¡Número uno! Nada de besos en los labios.- Nos observó entrecerrando los ojos lo cual me hizo sentir apenada, ya que hace apenas poco lo habíamos hecho.
Le dediqué una mirada al sádico el cual me observó diciéndome que eso no era lo peor del asunto.
-Y ahora les diré la número dos, pero no menos importante... ¡Nada de hacer cosas pervertidas!- Gin-chan miró sádicamente a Sougo el cual lo miró de la misma forma.
-¡¿Q-Qué demonios dice-aru!?- Dije realmente apenada levantándome de mi asiento.- ¡Claro que nosotros no haremos eso!
-¿No?- Mencionó Sougo con cara triste.
-¡No-aru!- Le reafirmé.
El sádico se mostró deprimido, susurrando en voz baja:
-¡Jaja! Nada de hacer cosas pervertidas... ¿Qué puede salir mal? Claro, no es momento... Jaja, ya veo...- Al parecer eso le había dolido en el alma.
-¡Me alegra que estés satisfecha con mis reglas Kagura-chan!- Mencionó Gin-chan con cara de triunfo, destrejándosela a Sougo en la cara.
-Bueno... No del todo-aru.- Contesté apenada.- En realidad el sádico y yo ya nos hemos besado.
Inmediatamente Gin-chan se colocó a lado del aura depresivo de Sougo y los dos empezaron a murmurar estupideces.
-Jaja, Kagura-chan ya es una mujer, ¿Verdad, Souchiro-kun? Jaja, ya dio su primer beso...
-Jaja, Es Sougo, jefe... Además está equivocado, ella no quiere hacer cosas pervertidas conmigo, sigue siendo una niña, Jaja...
Realmente se veían estúpidos los dos en ese estado. Mi cara de desagrado no pudo ser ocultada.
-No te preocupes, Kagura-chan.- Mencionó Shinpachi con la misma expresión en la cara.- Ellos comprenderán tu forma de pensar.
-¡¿Eh?! Cállate virgen, mejor consíguete una novia.- Le restregué una horrible expresión en la cara.
Shinpachi bajo la mirada y caminó hacía donde se encontraban el sádico y Gin-chan sentándose a su lado.
-Kagura-chan es cruel, ¿No creen chicos?- Shinpachi se dirigió a los dos idiotas.
Los dos asintieron a la pregunta del Cuatro-ojos, aún con su aura negativa.
-¡Bastardos, no me culpen de su mediocridad-aru!- Los regañe al ver su actitud tan aniñada.

El tiempo paso volando llegando el momento en que el sádico tenía que irse.
-Gin-san, ayúdame a recoger la cocina.- Dijo Shinpachi comprendiendo que el sádico y yo íbamos a despedirnos.
-¡Patsuan! No es bueno dejar a dos adolescentes precoces solos por unos segundos.- Habló Gin-chan preocupado.- Están en la edad donde podrían hacer cosas pervertidas cuando no los vemos cerca.
-¡No somos igual de pervertidos que tú-aru!- Le grité antes de que Shinpachi lo sacará a rastras.
Solté un largo suspiro cuando finalmente salieron de la habitación. Para después voltear a ver al chico que se encontraba detrás de mí.
-Bueno, supongo que ha llegado el momento de que te tengas que ir-aru...- Le dije evitando hacer mucho contacto visual con él.
Al ver esto, sostuvo mis mejillas en sus manos para después plantarme un beso en los labios, al cual correspondí sin dudarlo.
-Así es como quiero que te despidas de mí de ahora en adelante, China.- Contestó mirándome.
Me sonrojé al escuchar sus palabras, todavía no me acostumbraba del todo a esto. Pero aun así me gustaba demasiado.
Se dispuso a salir de la casa sin decirme nada más. Cuando en eso, se detuvo y me miro otra vez haciendo que me impresionara por eso.
-Por cierto, me gustaría que habláramos después con Kondo-san, él es alguien importante para mí y me gustaría que aprobará nuestra relación.
-Supongo que está bien-aru...- Contesté sonrojada nuevamente por sus palabras.
-Yo te avisaré cuando sea el momento. Y por último, China...- Guardo silencio por unos segundos antes de proseguir.- Pareces un tomate con tanto sonrojo con palabras simples. No puedo dejar de imaginar cómo te pondrás cuando intente hacer cosas pervertidas contigo.
Sus palabras provocaron que me sonrojará aún más. Agaché mi cabeza unos instantes tratando de controlarme para después sacar mi paraguas apuntándolo con la punta que utilizaba como arma junto a unos lentes negros que coloqué en mi cara.
-Corre, perra.- Le dije al mismo tiempo que comenzaba a dispararle, por su parte él salió corriendo con una enorme sonrisa en la cara por saber qué es lo que provocaba en mí.
Era un imbécil, mi imbécil.
Fue entonces que sentí que finalmente los momentos en los que los dos nos divertíamos por estupideces habían regresado, aunque un poco diferentes. Pero aun así no dejaban de ser únicos.

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El inicio de una hermosa --y sádica :v-- relación :'3

Espero y les haya gustado el capítulo :D


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