Capítulo 33: "Los hijos suelen parecerse mucho a sus padres."

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El silencio era dueño del lugar, todos observaban sin hacer ruido alguno aquella escena "familiar". Sentía como el tiempo se había congelado y se centraba solo en nosotros tres.
Papi y Kamui me observaban impresionados, era un sentimiento extraño incapaz de poder describir. No entendía el porqué, pero supuse que el verme, les causaba un poco de felicidad.
-¿Kagura? ¿Eres tú, Kagura?- Pronunció mi padre.
Asentí a su pregunta provocando que su rostro cambiara por uno melancólico. No entendía por qué me había preguntado eso, pero había decidido no cuestionarlo.
Esta vez dirigí mi mirada a Kamui, quien seguía con la misma mirada sobre mí.
-Kamui.- Lo nombré.- Es suficiente-aru.
Al ver que no decía nada, proseguí.
-No necesitas seguir con esta estúpida pelea-aru.- Le dediqué una sonrisa.- No necesitas seguir cargando todo en tu espalda... Volvamos hacer la misma familia de antes, hermano.
Su expresión era la misma, lo había dejado sin respuesta alguna.
-Kamui.- Habló Papi.- No necesitas seguir luchando...
El de ojos azules bajo su puño con lentitud, por mi parte opté por liberarlo de mi agarre.
-Realmente eres igual que ella.- Dijo en forma de susurro, cabizbajo.- Y es por eso mismo, que no puedo perdonar a este calvo.
Levantó su rostro mostrando ahora una mirada vacía con un poco de tristeza y enfado en ella.
-Kamui.-Papi lo miró con preocupado.- Papi no está calvo.
-¿En serio solo le dirás eso-aru?- Lo observé con enojo.
-También.- Prosiguió.- Kouka jamás hubiera deseado que nuestra familia estuviera separada.
-Nuestra familia se separó en el momento en que tu trabajo fue más importante que su salud.- Respondió sin compasión.
-Eso no es cierto-aru.- Interrumpí.- Yo... Mami y yo estábamos siempre para ti, pero aun así nos abandonaste...
-¿Qué este hombre...- Apuntó a nuestro Papá.- No lo había hecho antes? No veo diferencia alguna, solo seguí los pasos de nuestro ''Padre''.
-Kamui...
-Suficiente.- Me interrumpió.- No deseo seguir escuchándolos.
Se lanzó hacía nosotros en un movimiento veloz, provocando que retrocediéramos para no recibir el impacto de su golpe. Papi partió por el lado derecho y yo opté por ir al izquierdo, Kamui al no saber a quién seguir, decidió sacar su arma para disparar.
Al final optó por pelear con nuestro Padre, enfrentándose en una lucha terrorífica. Corrí hacía ellos para atacar a mi hermano, lo cual resultó inútil ya que este se dio cuenta de mi acción y con un golpe por parte de su codo, me mando a volar lejos de ellos.
¡Maldición! Era demasiado fuerte y lamentablemente mi estado no estaba a mi favor debido a que seguía con los efectos del líquido inyectado en mi cuello. Intenté levantarme con gran esfuerzo pero mis piernas decidieron llevarme la contraria, repetí otra vez la acción, pero fue imposible.
Kamui se mostraba diferente, era como sí algo dentro de él cambiara, posiblemente se estaba dejando llevar por la sangre que corría en nuestras venas... Eso definitivamente no eran buenas noticias.
Me levanté con las piernas temblorosas intentando llegar hacía ellos, aún podía detenerlos... Todavía podía cambiar las cosas, podía convencerlos de ser reiteradamente una familia, solo tenía que convencerlos.
Sin previo aviso, Kamui lanzó a Papi en un movimiento veloz.
-¡Papi!- Grité por él.
Al escuchar mi llamado, Kamui dirigió su mirada hacía mí, se mostraba desquiciado mostrando una sonrisa sádica, no pude evitar sentir escalofríos al observarlo. Caminó lentamente a mi dirección sin quitar esa expresión en su rostro, mi cuerpo simplemente no se movía, me encontraba totalmente paralizada ante su aura asesina... Al estar a escasos centímetro de mí, mi cuerpo se dejó caer en el suelo y él levantaba su paraguas amenazándome de llevarse mi vida en un solo acto. No hice nada para evitar su acción, solo podía dedicarle una mirada melancólica, recordando mi infancia junto a él... ¿Cuándo aquella hermosa sonrisa mostrando calidez se había transformado en una sin piedad? Su sonrisa era sádica y llena de odio, no quería seguir observando aquella expresión, definitivamente me negaba a hacerlo. Cerré mis ojos aceptando mi destino, las lágrimas caían al recordar a una afectuosa familia: una madre viva, un padre con cabello y un hermano inocente pero protector.
-¡Kagura!- Una voz me sacó de mis pensamientos, obligándome a abrir mis ojos.
Gin-chan se encontraba reteniendo el paraguas de Kamui con su espada de madera, mostrando dificultad al hacerlo.
-¡Kagura, huye!- Terminó de decir.
-¡Gin-chan!- Pude sentir asombró y algo de tranquilidad en mí.
-¡Kagura-chan!- Escuché la voz de Shinpachi a lo lejos.- ¡Por aquí! ¡Kagura-chan!
Patsuan me indicaba junto a mi hermana mayor Otae una salida de aquel lugar.
-Chicos...- Sentía la voz entrecortada.
-¡Kagura! ¡No es momento de flojear, idiota!- Gin-chan me regañó.- ¡Rápido, huye de aquí!
-¡Pero...!
-¡¿Eh?! ¿Acaso escuché un pero?- Me interrumpió.
-¡Gin-chan, yo...!
-Kagura.- Habló con gran esfuerzo tratando de seguir reteniendo a Kamui.- No te preocupes, a ninguno de estos dos idiotas de tu familia le pasará nada... prometo no lastimar mucho a tu querido hermanito.
-¡Gin-chan! ¡Déjame terminara-aru!- Me quejé.- ¡¿Qué no ves que realmente no me puedo mover?! ¡Todavía ese estúpido líquido está debilitándome!
-¡Ah!- Soltó.- Era eso.... ¡Oye, Souchiro-kun! ¡Se solicita tu ayuda!
Okita Sougo apareció tomándome de sorpresa al encontrarse sin previo aviso a un lado mío. Se encontraba con heridas por todo el cuerpo, aun con el torso descubierto y el kimono colgando de sus caderas. Pasó uno de sus brazos en mi espalda y otro debajo de mis piernas para después cargarme, sentí mi pecho latir con fuerza y mis mejillas colorarse al sentir su piel al descubierto rozando la mía.
-Jefe.- Lo miró con seriedad.- Me llamó Sougo.
El sádico mostraba una actitud correcta y serena aún conmigo en brazos. Lo miré fijamente contemplando su barbilla, su vista estaba siendo dedicada en Gin-chan, quien ahora peleaba con el estúpido de mi hermano mayor. Al darse cuenta de mi mirada, el sádico sonrió con cierta burla.
-¿Qué no se suponía que tu viniste a salvarme a mí? Eres una idiota, China.- Mencionó mientras le dedicaba un rostro enojado.- Vamos, te sacaré de aquí.
-¡¿Qué crees que haces, bastardo-aru?!- Con una de mis manos lo jalé de los cabellos.
-¡Ay!- Se quejó del dolor.- ¡¿Qué haces, estúpida?!
-¡Suéltame-aru!- Con la mano libre lo jalé de un cachete.- ¡No iré a ningún lado!
En un movimiento veloz, el sádico terminó soltándome provocando que cayera al suelo.
-¡¿Por qué me tiraste, cara de niña-aru?!
-¡Tú me dijiste que te soltarás!- Acomodó su cabello.- ¡¿Qué no te basta con casi dejarme calvo?!
-¡No me importa-aru!- Me levanté de golpe, amenazándolo con golpear su cara.
Era cierto que debía estar agradecida con él por haber protegido de mí al sacrificarse de esa forma, aunque por una parte, no podía negar que seguía resentida por las palabras hirientes que me había dicho con anterioridad. Pero no era momento de pensar en eso, tenía que detener a Kamui antes de que cometiera otra atrocidad.
-¡China, te he dicho que debemos irnos de aquí!- Sujetó mi mano, obligándome a caminar junto a él.
-¡Y yo te he dicho que no me iré a ningún lado-aru!- Me liberé de su agarré.
Intercambiaos miradas desafiantes al mismo tiempo que veía de reojo como Kamui lanzaba a Gin-chan por los aires.
-No me puedo ir-aru.
-¿Acaso piensas que puedes hacer algo en tu estado? No seas ingenua.
-No lo soy-aru, yo misma detendré a Kamui.
Kamui agarró a Gin-chan de un pie y lo lanzó para después colocarse al lado donde caería, lanzándolo nuevamente.
-¡Kagura! ¡Souchiro!- Gritó Gin-chan.
-Si eso es lo que quieres, está bien.- El sádico ignoró a Gin-chan.- Pero, yo también me quedaré.
-No es necesario, yo misma puedo defenderme-aru.- Le di la espalda para observar a mi hermano mayor jugar con Gin-chan a golpes.
-No me quedaré para defenderte, idiota.- El sádico se colocó a mi lado.- Tengo asuntos pendientes con el estúpido de mi cuñado.
-¿Cuñado-aru? Jajaja.- Reí de manera exagerada.
-Sí.- Se mantuvo firme.- Tú eres mía.
-¡Kagura!- Gin-chan gritó con esfuerzo.- ¡Ayúdame, bastarda! ¡Y tu Souchiro-kun, no es momento de estar coqueteando!
-¡No estamos coqueteado-aru!- Le respondí a un herido peliblanco que era lanzado por los aires.
-Si lo estamos.- Contradijo el sádico.
-¡Qué no-aru!
-¡Qué sí!
-¡Qué no, mierda-aru!
-¡Qué sí!
-¡Que no, que no, que no! ¡Sádico idiota-aru!
-¡¿Quieren dejar de pelear?! ¡Vengan a salvarme, par de idiotas!- Gin-chan estaba en el suelo debajo de Kamui quien le aplicaba lo que parecía ser una llave de lucha libre.
-¡Silencio, Gin-chan!- Lo callé.- ¡Estamos hablando de un asunto importante-aru!
-¡¿Acaso su estúpida pelea es más importante que mi vida?!
-Jefe.- Habló el sádico colocando su dedo índice en la boca.- ¡Shh!
-¡Souchiro-kun!- Gritó Gin-chan con más fuerza.- ¡¿Acaso lo haz aceptado?! ¡¿Haz confirmado que tu pelea con Kagura es más importante que mi vida?!
-Gin-chan.- Coloqué mi dedo índice en la boca.- ¡Shh!
-¡¿Tú también?!- El de cabellos rizados y plateados se levantó con gran esfuerzo, tratando de golpear a Kamui.
-China.- El sádico continuó.- Después de esta pelea, tendremos que hablar seriamente.
Se mostraba decidido de hablar, podía ver como él tenía la intención de conversar conmigo de manera clara y verdadera sobre todo lo que había ocurrido en este tiempo. Y a su vez, también podía ver de reojo como a lo lejos Gin-chan daba vueltas sujetando el pie de Kamui para lanzarlo.
Asentí con la cabeza a la oferta del sádico sin alejar mi mirada de la suya, provocando que este mostrara una media sonrisa ante eso.
-Perfecto.- Se preparó para empezar la pelea sin quitar sus ojos de mí.- Ahora vamos a...-
Fue interrumpido cuando el cuerpo de una persona salió volando a su dirección, llevándoselo con hasta estrellarse en la casa. La escena había sido tan rápida que ni tiempo me había dado en reaccionar.
-¡Uf!- Gin-chan se colocó a mi lado dando a entender el panadero que la persona que se había llevado consigo al sádico.- Por poco y pensé que no la libraría. ¡El hermano mayor está loco, no podemos dejar que huya! Que suerte que el Souchiro-kun lo agarró a tiempo.
Sonreí al observarlo, definitivamente Gin-chan lo había hecho a propósito y lo mejor es que había tenido la oferta de 2x1 al vengarse de Kamui quien lo había dejado con varias heridas y vengarse del sádico quien lo había ignorado cuando pidió su ayuda.
-Sí.- Dirigí mi mirada al frente en posición de lucha, esperando que Kamui retomará la pelea.- Que suerte-aru.

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Ese Gin-chan es un loquillo xDDD

Espero y el capítulo les haya agradado :3

¡Gracias por el apoyo! 

¡ 5 !

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