Después de relajarme un poco, me dispuse a salir de la habitación para luego acostarme boca abajo en el sillón más cercano. Mi labio inferior todavía ardía, haciéndome recordar al sádico. Supongo que me había pasado un poco por la broma, pero realmente me había sentido molesta por que me habían olvidado completamente en la mañana.
Toqué nuevamente mi herida mientras recordaba su mirada, después de verme llorar me observó preocupado evitando acercarse a mí. ¿Acaso pensó que no lo merecía? Es lo más lógico que se me pudo ocurrir, lamentablemente no tomé acción alguna en ese momento, si se tratase de mi yo del pasado estoy muy segura que lo hubiera golpeado sin dudarlo, pero esta vez fue muy diferente... Sus labios fríos y distantes al contacto me provocaron escalofríos e inquietud, era como si nunca antes nos hubiéramos besado, lucía como una persona diferente...
Odiaba que regresara a ese lado misterioso, ese lado que evita ser visto por los demás; que es frío con todos y distante con las personas que quiere. Odiaba que se dejara llevar por sus instintos, que se divirtiera o tratase de verse superior. Era como si él quisiera tener el peso de todo, como si su obligación fuese aguantar sin decir nada. Realmente lo odiaba.
-¡Ahh!- Grité desesperada sobre la situación.
-¡Eh, niña! ¡¿Quieres callarte?!- Gin-chan entró a la sala, aún en pijama.- ¡Suficiente tengo con lo que acaba de pasar hace poco! ¡Además Souchiro-kun acaba de salir de aquí sin decir palabra alguna! ¡¿No que me iba ayudar a cuidarte?! ¡Es un mentiroso convenenciero!
Lo voltee a ver con desinterés. Patsuan se encontraba a un lado de él quien lucía un poco asqueado por la situación.
-¡Cállate viejo!- Le dije, acostándome esta vez boca arriba.- No es mi culpa tu mal humor-aru.
Bueno, en realidad tenía un poco... Mm.... Bueno... Tenía toda la culpa de ello.
-Aun no puedo creer que haya dormido con Souchiro-kun.- Caminó traumado hacía el sillón al frente de mi dejándose caer.- Me siento sucio...
-Te traeré un poco de leche de fresa para que te animes, Gin-san- Patsuan caminó a la cocina con una sonrisa tratando de animarlo.
Miré a Gin-chan sintiéndome más culpable, mi broma al parecer no había sido la mejor de todas y sobre todo ya no me causaba gracia la situación. Oculté con mi brazo la herida que seguía en mis labios y le dije:
-Gin-chan, entre ustedes dos no pasó nada-aru.
-¿Eh?- Soltó, mirándome desconcertado.
-Cuando desperté ninguno de los dos me cuidó como había dicho y eso me molestó-aru. Así que decidí juntarlos para que pensaran eso.
Nos quedamos viendo fijamente mientras él seguía captando lo que le acababa de decir, al procesarlo cambió su expresión y mencionó:
-Kagura-chan... ¡¿Sabes lo despreciable que me sentí?! ¡Tú...Estas castigada!- Me apuntó con su dedo índice, alterado.
-Tú me has educado, idiota... además me da igual-aru.- Suspiré mientras me giraba dándole la espalda, no tenía ganas de pelear con nadie.
-¡Entonces olvídate del Sukonbu!- Continuó tratando de castigarme.
-Está bien-aru...- Suspiré nuevamente, cerrando los ojos para descansar un poco.
-¡En ese caso....! ¡Olvídate de ver Souchiro-kun!- Al parecer era su última forma de castigarme ya que rio satisfecho pensado que era una excelente idea.
-Es Sougo-aru...-Suspiré son pesadez, recordándolo y manteniéndome en silencio.
-Regresé.- Mencionó Patsuan rompiendo el silencio entre los dos.- Kagura-chan, te traje un poco de té, tómalo te hará mejor.
Me senté con las piernas cruzadas al frente de la mesa, en la cual ya se encontraba el té servido.
-¡Shinpachi! ¡Kagura es cruel!- Dijo Gin-chan en forma de berrinche.- ¡No se deja regañar!
Patsuan lo miró desconcertado sin contestar.
Tomé el vaso con mis dos manos y dispuse a tomar de él, pero accidentalmente toco mi herida haciendo que me ardiera más.
-¡Ay!- Me quejé a lo bajo, tratando de evitar que se dieran cuenta de eso, pero lamentablemente no eran tan idiotas como pensaba.
-¿Estas bien, Kagura-chan?- Preguntó Patsuan preocupado.- ¿Está muy caliente el té?
<<El único que estaba muy caliente era el sádico>> Pensé al mismo tiempo que inventaba una excusa.
-Estoy bien.-Sonreí a medias ocultando la herida con el vaso.- Solo que me apresuré a tomarlo.
Gin-chan esta vez me dedicó una mirada seria, provocando que me asustará un poco.
-¿Por qué estas ocultando tus labios?- Mencionó Gin-chan, acercándose a mí.
-¡¿Eh?!- Nerviosa, me alejé de él.- ¿Ocultar algo-aru?
-Sí...- Se acercaba más y más.- Tu estas ocultando algo.
-¡Estás demente-aru!- Le grité tirando el té y empezando a correr hacia la salida. Gin-chan me siguió.
-¡Kagura-chan! ¡Gin-san!- Gritó Patsuan.- ¡No deberían correr así! ¡Aún estas herida, Kagura-chan!
Lo ignoramos completamente, corrí lo más rápido que pude por las calles tratando de huir de él, sería un gran problema si supiera que el sádico me había mordido el labio inferior provocándome un herida. Esto era solamente un asunto entre él y yo, nadie más podía interferir, ni siquiera Gin-chan que era como un padre para mí, tenía el derecho.
-¡Kagura-chan!- Gritó con un tono siniestro.- ¡Papi Gin-chan te está hablando!
-¡No quiero-aru!- Contesté lanzándole personas como si nada.- ¡Aléjate, idiota!
Seguí corriendo a toda prisa sin importar a que personas empujaba o lanzaba hasta que mi acción fue interrumpida al sentir como mi pierna se doblaba por el sobre esfuerzo que había hecho, estaba a punto de caer al suelo cuando Gin-chan me alcanzó, sosteniéndome de un brazo evitando que me golpeará. Traté de alejarme inmediatamente de él, pero mi esfuerzo fue inútil haciendo que cayera sentada de trasero en el suelo.
-¿Qué es lo que tienes? ¿Cómo te hiciste esa herida en el labio?- Preguntó serio, sentándose de rodillas al frente de mí.
-Nada-aru...- Dije, ocultando mi herida de él y evitando verlo a la cara.
-¿Pasó algo con el sádico?- Me siguió cuestionando.
-No-aru.- Contesté inmediatamente para esta ver verlo a los ojos.- Cuando le confesé al sádico que era una broma no pude evitar mi risa mordiéndome el labio y lastimándome sola-aru... Decirlo me parecía demasiado vergonzoso, por eso no quería que supieran.- Me excusé, esperando que me creyera.
-Pero mira como estás.- Con su mano agarró mis cachetes, aplastándolos.
-¡Ah!- Me quejé.- ¡Si duele, idiota-aru!
Retiró su mano y suspiró pesadamente, observando el suelo.
-Será mejor que regresemos a casa.- Mencionó, parándose mientras se rascaba la parte trasera de su cabellera risada plateada.- Nos vemos ridículos a la mitad de la calle en pijama.
Caminó varios pasos y yo me dispuse a seguirlo. Traté de sostenerme entre mis dos piernas pero fue en vano, había hecho un enorme esfuerzo al correr haciendo que ahora me fuera imposible pararme por mi propia cuenta. Gin-chan al darse cuenta de que no lo seguía, me observó y notó que aún seguía en el suelo.
-¿Acaso estás sorda?
-No me puedo mover-aru...- Me sentía avergonzada por lo inútil que era en esos momentos.
Gin-chan recordó que yo seguía herida y que el haber corrido de esa manera había sido una mala idea. Se acercó a mí para después darme la espalda y agacharse.
-Sube.- Dijo sin más.
Sin decir alguna palabra, acaté sus órdenes sujetándome fuertemente de él.
Caminó lentamente de regreso con Patsuan, lo cual me sacó de quicio porque lo que más quería era llegar a la casa a descansar.
-Muévete más rápido-aru.- Me quejé de su lentitud.- Una anciana es más rápida que tú, Gin-chan.
-¡Lo haría, pero no es fácil cargar con un cerdo!- Me regaño por mi actitud.
-¡¿A quién llamas cerdo, bastardo-aru!?- Lo golpeé con una de mis manos en la cabeza, esperando que se retractara.
-¡A ti! ¡Eso te pasa por tragar tanto!- Mencionó molesto.
-¡¿Eh!?- Lo observé con una expresión horrenda de odio.- ¿¡Quieres morir-aru!?
Me observó fijamente para después sonreír y mirar al frente.
-Finalmente haz vuelto a ser tú.
Sus palabras me impresionaron, haciendo que ocultar mi cabeza en su espalda.
-Entiendo que no quieras decir lo que te sucede ya que yo también lo he hecho.- Continuó hablando.- Pero... No es bueno que te guardes todo, eso es algo que ustedes dos me han enseñado desde que los conocí. Por eso mismo, nosotros estamos aquí para ayudarte, siempre estaremos dispuestos a hacerlo.
Asentí con la cabeza en silencio, realmente eran unos idiotas y sabía perfectamente que sus palabras no eran mentira, pues siempre han estado ayudándome y cuidándome como una familia, pero aun así no podía retractarme, esto solo era algo entre el sádico y yo... Tenía que hacerme responsable de mis problemas, no quería depender todo el tiempo de ellos.
-Gin-chan...- Mencioné a lo bajo, llamando su atención.- Necesitas urgentemente un baño-aru.
-¿Eh?- Dijo desconcertado.
-Hueles a culo-aru.- Le dedique una mirada seria.
-¡¿Eh!?-Gritó asustado.- ¿¡Es enserio!?
-Sí-aru.
-¡No puede ser, no puede ser!- Al parecer era una pesadilla para él, pero poco después cambio su cara a una orgullosa.- Kagura-chan, no caeré nuevamente en tus mentiras... La única que huele a culo aquí eres tú.
-¡Acaso quieres morir, bastardo!- Le grité enojada.- ¡Pido primero el baño-aru!
-¡Jajaja no podrás bañarte! - Se burló de mí.- ¡No puedes ni caminar! ¡Olerás a culo todo el día!
-¡Le pediré ayuda a mi hermana mayor Otae-aru!- Contesté preocupada.
-¿Segura?- Me miró con cara de victoria ante mi respuesta.
Pensé seriamente lo que acababa de decir, eso era realmente una mala idea... Digamos que ella no era muy buena cuidando a los enfermos, bueno en realidad no era nada buena. Podría dejarme más herida en lugar de ayudarme.
Lo miré arrepentida lo cual hizo que extendiera aún más su sonrisa haciéndome enfadar.
Dirigí mi mirada al frente tratando de ignorarlo cuando mis ojos se cruzaron con otros de color purpura.
-Tsukki.- Mencioné al instante de verla, ella me sonrió acercándose poco a poco a nosotros.
-¿Tsukki?- Gin-chan repitió mis palabras.
-Le puedo pedir ayuda a ella-aru.
-¿Eh? No sería mala idea...- Contestó Gin-chan sin darse cuenta de su presencia.- Pero sería mejor que ella me ayudara a mí a bañarme.
Puso una cara pervertida tras decir eso a lo cual Tsukki lo observó sonrojada, pero poco después su mirada cambio a odio lanzándole a Gin-chan un Kunai en la cabeza.
-¡Ah!- Gritó Gin-chan de dolor.- ¡¿Qué demo-?!- Su reacción cambio instantáneamente al observar que Tsukki estaba al frente de él.- ¡Hola, cariño! ¿Qué haces aquí-aru?
-¡No me imites, bastardo-aru!- Le contesté, jalándole los cabellos de la cabeza.
-¡Suéltame! ¡No quiero que me dejes igual de calvo que tu padre!- Dijo con dolor.
- Solo me acerqué a saludarlos.- Tsukki interrumpió, alejándose.- Así que mejor me voy.
-¡Gin-chan! ¡Dile que me ayude-aru!- Le pedí inmediatamente.
Gin-chan caminó hasta alcanzarla, tomándola de la mano. Tsukki se sorprendió por su osadía, tomando un tono rojizo en sus mejillas.
-¡¿Qué haces?!- Le preguntó a Gin-chan quien la miraba con seriedad.
-Necesitamos tu ayuda-aru.- Contesté en lugar de Gin-chan.
-¿Sucede algo?- Preguntó esta vez observándome a mí.
-Necesito que te metas conmigo a bañar.- Contestó Gin-chan, ganándose otro Kunai en la cabeza mientras Tsukki se alejaba de nosotros totalmente enojada.
-¡Ah!- Gritó otra vez gracias al dolor.
-¡Eres un idiota-aru!- Lo regañé bajándome de su espalda para perseguir a Tsukki, pero me detuve al ver que una ninja de cabellos largos color púrpura se sujetó de Gin-chan.
-¡Oh, Gin-chan!- Lo abrazó por la espalda.- ¡Si quieres yo te ayudo a bañarte!
Tsukki al darse cuenta de su presencia, regresó inmediatamente a él, bajando a Sa-chan de su espalda.
-¡¿Que no te da vergüenza ser así?! ¡Ninja sadomasoquista!- La regañó Tsukki.- ¡Gintoki es un pervertido!
-No, no me da vergüenza. Además no es un tema nuevo para ti, chica del Yoshiwara- Mencionó la ninja sonrojada totalmente emocionada.- ¡Gin-san y yo podríamos hacer de nuevo eso y aquello! ¡Y Ahh!
Gin-chan y yo la observamos con trauma mientras que Tsukki, en cambio miro sádicamente a Gin-chan.
-¡Yo no hice eso y aquello con ella!- Levantó los brazos declarándose inocente.
-¡Oh, vamos cariño!- Sa-chan continuó hablando de la misma forma.- ¡Que no te de pena!
Tsukki caminó diabólicamente hacia Gin-chan con un Kunai en la mano.
-¡Gin-to-ki!- Mencionó con mirada aterradora.
-¡Te juro que no hice nada!- Se escondió detrás de mí, asustado.- ¡Kagura haz algo!
Suspiré irritada por la situación para después caminar lentamente hacía el aura asesina de Tsukki, inmediatamente la abracé tomándolos a todos por sorpresa.
- ¡Tsukki! ¡Ayúdame, por favor-aru!- Le dediqué una expresión triste.
-¿Estás bien?- Me preguntó preocupada, tocando mi frente.- ¡¿Qué te sucedió en el labio?! ¿¡Acaso ese bastardo te pegó!?- Miró a Gin-chan con la misma aura asesina.
-¡Yo no he hecho nada, Tsukki!
-¡No-aru! ¡Necesito que me ayudes a bañarme!- Le contesté aun abrazándola.- ¡Aún sigo débil y necesito tu ayuda, Tsukki!
-¡¿Eh?!- Sa-chan se quejó.- ¿La que necesita ayuda en el baño es ella? ¡Si ese es el caso no me interesa!
Se subió al techo de una casa, retirándose del lugar con desinterés. Tsukki la miró desconcertada por su actitud para después volver su mirada hacía mí.
-Si tú quieres que te ayude por mí no hay problema.- Me dedicó una sonrisa, yo le agradecí de la misma forma.
-Yo también necesito tu ayuda, Tsukki.- Interrumpió Gin-chan para al instante ser herido con el Kunai que Tsukki aún tenía en la mano.
Se lo merecía.-------------------------------------------------------------------------------------------
Gintoki es un loquillo xDDD
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True love
FanfictionCuando dos idiotas se cruzan, es desastre seguro. Pero cuando estos se enamoran es imposible que algo pueda separarlos; Kagura es una chica agresiva que no deja intimidarse por nadie y Sougo un sádico por naturaleza, ¿Podrán consumar al fin su amor...