En la noche del mismo día, me habían dado autorización en el hospital para regresar a casa, eso me alegró demasiado puesto que no era de mi agrado estar en ese lugar por mucho tiempo. Lo único que me solicitaron, fue que estuviera en reposo el día de mañana y me prohibieron salir de la casa, ya que mi cuerpo no estaba en condiciones para sobre esforzarme, ni mucho menos para que los rayos del sol rozaran mi piel. Por esa razón, Gin-chan me cargó en todo el camino de regreso al Yorozuya.
Al llegar, Patsuan colocó un futón al lado del de Gin-chan, quien me recostó allí.
-Dormirás aquí esta noche.- Me aclaró Gin-chan al ver mi rostro desconcertado.- Si necesitas algo, será más sencillo ayudarte teniéndote a mi lado.
-Gracias-aru.- Susurré apenada, no me gustaba preocuparlos de esa forma.
-Kagura-chan.- Shinpachi habló, con una sonrisa cálida en su rostro.- Mañana llegaré temprano para hacer el almuerzo que desees, así que dime que te gustaría.
Los miré por unos segundos, realmente era unos idiotas... Me estaban consintiendo mucho aunque no lo merecía.
-Quisiera comer Onigiri-aru.- Respondí con una pequeña sonrisa en mi rostro.
-Está bien, mañana te haré unos deliciosos Onigiri.- Patsuan se acercó a mí para acariciar con gentileza mi cabeza, en forma de despedida.- Adiós, Kagura-chan... Gin-san, por favor cuida muy bien de ella.
Salieron de la habitación dejándome completamente a sola, Gin-chan había salido a acompañar a Shinpachi a la salida. Observé con detenimiento el techo, aburrida; pude ver la estructura de ella y lo maltratada que la había dejado el paso del tiempo. Gin-chan necesitaba darle mantenimiento a la casa, de eso no había duda alguna.
Minutos más tarde, Gin-chan regresó a la habitación con su pijama puesta, por mi parte me quedé observándolo.
-¿Sucede algo? ¿Acaso tengo un moco en la cara?- Me preguntó desconcertado.
-¿Por qué cuidan tanto de mí-aru?- Confesé al fin.- Yo sólo les he causado problemas desde que llegué a sus vidas, pero aun así... ustedes siempre están conmigo... ¿Por qué?
La habitación se mantuvo en silencio, Gin-chan solo me miraba.
-Nunca he pensado en eso.- Rompió el silencio mientras se acostada en el futón de al lado.- Pienso que eres una molestia, que no dejas de comer nunca y tienes unos pésimos modales tratando a las personas, pero aun así... No puedo dejar de verte como mi hija.- Me dedicó una sonrisa y prosiguió:- Yo no he vivido mi vida apropiadamente y ustedes dos, me han dado una segunda oportunidad para corregirlo. Antes había estaba solo, ustedes llegaron a mi vida por sorpresa y no dejaré que nada malos les suceda... Te lo prometo.
-¡Gin-chan...!- Mencioné con lágrimas en los ojos.
-¡Oye! No me mires así.- Dijo secando las lágrimas de mis ojos.- Tienes una horrible expresión en la cara y los mocos te están escurriendo, idiota.
Limpié mi rostro con la manga de mi pijama rosada para después, sonreír. Gin-chan era como un segundo padre para mí y me alegraba mucho escuchar que me consideraba igual.
-Será mejor dormir.- Se cubrió con su cobija.- Duerme idiota.- Golpeó mi frente con sus dedos.- Mañana será un largo día y no quiero verte con unas enormes ojeras en la cara.
Asentí con la cabeza y me dispuse a cerrar los ojos para descansar, pero mi acción fue interrumpida al escuchar el timbre de la casa.
Miré a Gin-chan, ambos nos lanzamos miradas confundidas al mismo tiempo.
El de cabellera plateada se levantó de su futón con flojera y se dirigió a salir de la habitación para darle la bienvenida a esa visita inesperada que tocaba a estas horas de la noche.
-Iré a ver quién es.- Mencionó antes de retirarse por completo.- No te muevas de aquí.
Duró un largo tiempo sin regresar, lo cual empezó a preocuparme.
Me levanté poco a poco dirigiéndome a la puerta, mi cuerpo se sentía muy pesado y sentía dolor por cada movimiento que hacía, odiaba sentirme tan débil.
Al salir de la habitación, me recargué en la pared, observando la espalda de Gin-chan, él tapaba por completo la puerta de la entrada.
-¡Ya te dije!- Resopló enojado a la persona del otro lado, para después proseguir.- ¡Un chico no debería estar a tales horas de la noche en busca de su novia!
-Jefe, yo también ya le dije que quiero cuidar de ella.- Escuché a la visita inesperada responder.
-¿Gin-chan...? ¿Sougo...?- Mencioné con dificultad por el esfuerzo enorme que hacía en no caerme en ese mismo instante.
Los dos me dedicaron miradas de asombro y preocupación a la vez.
-¡¿Qué haces aquí?!- Me gritó Gin-chan.- ¡Te dije que no te movieras, idiota!
Seguí haciendo lo posible para mantenerme en equilibrio pero mi cuerpo no pudo soportar más el esfuerzo y terminé cayendo, afortunadamente no llegué al piso ya que el sádico me sostuvo antes de golpearme. Vestía lo que parecía ser su pijama la cual era verde oliva, además de usar su antifaz rojo en la cabeza. Me abrazó fuertemente para inmediatamente cargarme en sus brazos y de ese modo, dirigió su mirada a Gin-chan quien seguí igual de preocupado.
-Jefe, déjeme quedarme a cuidarla.- Dijo serio.- Esta idiota no conoce el significado de ''no te muevas''. Necesita mi ayuda para protegerla.
Respiraba con un poco de dificultad, pero los brazos del sádico me provocaron sentirme un poco mejor, protegida. Gin-chan tenía la cabeza agachada, por ese lado me sintiera mal por él.
Miré al sádico con angustia y él me devolvió la mirada.
Se acercó a Gin-chan lentamente y me ofreció a él, este sólo lo observó confundido.
-No pretendo quitarle su cariño, simplemente quiero ayudarles.-Trató de mostrar una sonrisa.
Gin-chan me cargó y sonrió al escuchar sus palabras.
-Oigan, idiotas.- Mencioné aún cansada.- No soy un juguete para que me estés intercambiando como si nada-aru.
Rieron los dos con mi comentario haciendo que esa aura seria se rompiera. Gin-chan lanzó un leve suspiro y le dijo al sádico:
-Está bien, aceptó que me ayudes. Sólo porque estoy seguro que ahora me va ser imposible cuidar de ella solo.
-Gracias, jefe.- Terminó de decir el sádico, agradecido.La situación se había tornado un poco incómoda,me encontraba acostada en el futón, en medio de esos dos idiotas los cualesdormían con tranquilidad... ¡¿Qué no se suponían que estaban cuidando de mí?!
Giré mi rostro donde se encontraba Gin-chan, dormía cómodamente escurriéndolela baba por un lado de la boca.
-¡Oh, Kestuno Ana! Aquí no podemos.- Hablaba dormido mientras abrazaba sualmohada emocionado.- ¡Para, Para! Me haces cosquillas... Jejejeje...
Gin-chan se veía patético teniendo sueños húmedos de un imposible. Me provocóun poco de risa verlo así.
-¡¿Eh!? ¡¿Cariño!?- Gritó poco después, con terror.- ¡Yo, yo no quería Tsukki,ella se me lanzó! ¡Te juro que solo te amo a ti!
¿Ehh...? ¿Gin-chan estaba soñando con Tsukki? Que guardadito se lo tenía. Reí conmalicia en voz baja mientras pensaba en las diversas formas que podíaamenazarlo con eso.
Me giré esta vez para ver al sádico, quien dormía con su antifaz puesto y nomostraba expresión alguna en su rostro a comparación de Gin-chan que seguíasoñando con Tsukki. Tampoco se movía del lugar donde dormía, al parecer era deesas personas que se mantenían en una sola posición toda la noche.
Su respiración era estable y su cara se mostraba tan inocente, lo cual provocóque no pudiera evitar acercarme más a él para acariciarlo: Su piel era tansuave al contacto con mis dedos, recorrí su mejilla hasta llegar a sus labiosque acaricié lentamente. El contactó hizo que mis mejillas se tornaran rojas,me sentía nerviosa pero no quería dejar de hacerlo...
-¿Acaso planeas violarme, China?- El sádico se quitó el antifaz, mostrando unasonrisa de lado.
Me asusté por su acción y decidí alejar mi mano de su rostro pero antes delogarlo, él fue más veloz agarrándola; la mantuvo en sus labios mientrascerraba sus ojos para después besarla con ternura. Escalofríos corrieron por miespalda, pero al final, terminó por soltarme.
Nos quedamos observándonos por varios minutos, hasta que al final él terminópor despegar nuestras miradas, dirigiendo la suya al techo al mismo tiempo queempezaba a reír en voz baja.
-No me has contestado...
Me mantuve desconcertada por su reacción, hasta que recordé lo que me habíapreguntado hace unos minutos.
-¡No-aru!- Grité apenada, oculté mi boca con mis manos al recordar que Gin-chandormía atrás de mí.
Me di la vuelta para verlo nuevamente, afortunadamente él seguía durmiendo comohace poco. Suspiré aliviada, la baba le seguía escurriendo en la almohada, lacual abrazaba con más fuerza.
-¡Oh, Tsukki, cariño...!- Susurró Gin-chan, aún en su sueño.
Reí al escucharlo, al parecer a él le gustaba Tsukki... se veía como un niñopequeño enamorado.
En ese instante, sentí como el sádico se metía en mi futón y me abrazaba por laespalda, sujetando mi cuerpo con uno de sus brazos.
-Así está mucho mejor...- Me susurró al oído, provocándome escalofríos.
Esta situación me traía recuerdos de la primera vez que dormimos juntos...exactamente en la misma habitación aunque ahora la herida era yo.
-¡¿Qué haces idiota!? ¡Tú eres el único que planea cometer una violación-aru!-Le susurré mientras giraba mi cuerpo para tenerlo al frente.- ¡Gin-chan está alado!
-Está teniendo sueños húmedos con la chica de Yoshiwara... No se dará cuenta.-Mencionó con pereza mientras se acomodaba.
-¡Claro que se dará cuenta-aru!- Lo miré a los ojos.- ¡No es tan idiota!
-¡Shh...! Cállate.- Me colocó su antifaz en la cara.- Déjame dormir.
Me tuve que resignar por la seguridad de sus palabras, guardando silencio mientrasescuchaba su calmada respiración. Cuando de pronto, sentí como la mano con laque me abrazaba se metía debajo de mi blusa tocando mi espalda.
-¡¿Q-Qué haces, idiota?!- Le susurré enojada, sus manos eran frías. Le pegué enel pecho esperando que mantuviera un poco de distancia.
-Guarda silencio, China.- Mencionó en medio de un bostezo.- Duerme de una vez ydeja de estar fastidiando.
Me mantuve en silencio, levantando un poco el antifaz para observarlo, seencontraba con los ojos cerrados con una expresión tranquila en el rostro. Mepregunté si seguiría así cuando Gin-chan descubriera la situación en la que nosencontrábamos.
Lo mataría si se enterará que se había aprovechado de su querida hija herida...Realmente el sádico no conocía la palabra peligro.
Terminé por hacerle caso y decidí seguirle el juego.
Me abracé a él, atrayéndolo más a mí, pude sentí como se sorprendiera por miosadía.
Lancé un largo suspiro y terminé durmiendo con él, de esa forma.-------------------------------------------------------------------------------------
Sougo es un loquillo xD
Le vale que Gin-chan este a un lado :v
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True love
FanfictionCuando dos idiotas se cruzan, es desastre seguro. Pero cuando estos se enamoran es imposible que algo pueda separarlos; Kagura es una chica agresiva que no deja intimidarse por nadie y Sougo un sádico por naturaleza, ¿Podrán consumar al fin su amor...