Treinta y uno: citación.

1.6K 140 18
                                    




Más tarde ese día Georgiana caminaba a su casa con un montón de bolsas de víveres, el trabajo la estaba agobiando, no le gustaba dejar a Daniel con la vecina todos los días, Travis estaba actuando extraño y su salario era un asco pero sin duda lo más duro de todo era la ausencia de su madre. ¡Cómo deseaba que su madre estuviera aquí! Tan solo necesitaba una de sus caricias y que le dijera que todo estaba bien para poder continuar.

— ¿Señorita Pierce? —se detuvo al escuchar su nombre y miró al señor de mediana edad en traje esperando junto a la puerta de su edificio, venia tan distraída que ni siquiera lo había visto. Inmediatamente se alejó con desconfianza.

— ¿Puedo ayudarle? — dijo él hombre de cabello oscuro y escaso.

—Mi nombre es Carlos Levi y soy el abogado del señor Phill Carson ¿Podríamos hablar un momento?

— ¿Exactamente de que, señor Levi? —pregunto ella, después de todo este hombre venia de parte de Phill y no es que ella confiara mucho en el padre de Daniel.

—Es un asunto que es mejor discutirlo en privado —dijo el hombre viendo como un grupo de chicos pasaba junto a ellos gritando tonterías. Georgiana apretó los labios y asintió haciéndole una seña para que la siguiera al edificio —Déjeme ayudarla con eso.

—Gracias —dijo ella dándole una de sus bolsas de compra y rebuscando en su bolso por las llaves de su apartamento, su hermano estaba con la vecina, la señora Carter, pero no quería ir a buscarlo con ese hombre trajeado acompañándola. Subieron cuatro pisos por el ascensor y caminaron hasta la puerta correspondiente, Georgiana entro primero para encender las luces y verificar que todo estuviera en orden, al menos lo más ordenado posible teniendo en cuenta que ahí vivía un niño de cinco años.

Ella le indico que dejara las bolsas en la isla de la cocina y luego lo invito a sentarse mientras ella serví un poco de limonada y unas galletas en un plato, tal vez el hombre no se las merecía pero su madre le había enseñado que la hospitalidad estaba ante todo.

—Entonces, señor Levi, ¿Qué es lo que quiere discutir Phill Carson que no pudo venir él mismo? —el hombre se acomodo mejor en la silla y se ajusto la corbata haciendo todo un espectáculo de poner su maletín en la mesa y sacar una serie de documentos.

—El señor Carson quiere obtener la custodia completa de su hijo: Daniel Carson —Georgiana se tambaleo en su lugar aun cuando estaba sentada sintiendo como el mundo se le venía abajo pedazo a pedazo.

— ¿Qué? —Grazno ella en shock, el hombre le entrego una hoja de papel que ella tomo con manos temblorosas, no entendía nada de lo que decía así que resoplo y la dejo en la mesa — ¿Qué es eso?

—Es un citatorio para la primera audiencia con el juez —dijo él muy calmado mientras ella sentía que ardía a fuego lento.

— ¡Él no puede hacerme esto! Yo soy la tutora legal del niño —él se levanto de su asiento y le dedico una mirada que ella considero malvada a juego con una sonrisa espeluznante.

—Eso está por verse señorita Pierce, gracias por las galletas —luego simplemente tomo su maletín y desapareció por la puerta, Georgiana aun seguía en shock cuando se levanto y cruzo el pasillo para tocar la puerta de la señora Carter quien le dio una sonrisa cuando abrió la puerta que desapareció a penas vio su cara.

—Georgiana, querida ¿Qué pasa? —Ella sintió las lágrimas picando sus ojos pero se negó a llorar, debía ser fuerte por Daniel —Pasa.

—Es... son malas noticias —dijo ella tomando asiento en la pequeña sala de la señora Carter, era el mismo modelo de apartamento pero la señora Carter parecía tener más cosas acumuladas con el paso de los años lo que hacía que la casa se viera mas pequeña. Georgiana le conto a lo más parecido a una madre que le quedaba sobre la visita del abogado y las intenciones de Phill. —Sabía que su aparición no traería nada bueno, además él mismo me advirtió que estaba tramando algo ¿Cómo es que he sido tan estúpida al no darme cuenta?

Junto a ti {REESCRIBIENDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora