CAPÍTULO #21

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INFIELES #21

—Señorita, señorita -alguien toma mi hombro y lo sacude levemente, abro los ojos para encontrarme con el chofer del taxi.  

—llegamos.

—Disculpe me quede dormida -me incorporo en mi asiento, tomo mi bolso y la maleta, liquidó la cuenta y entro a mi casa.

Esta todo en silencio sin los niños... las paredes cuentan nuestra historia... una fotografía de nuestra boda.... otra de mi primer embarazo..... cuando mi pequeña dio sus primeros pasos... la foto de mi príncipe vestido de calavera para el festival de día de muertos... una casa con tanta historia, pero como toda buena historia tiene su final.

Ahora lo entiendo, lo nuestro se acabo y tengo que hacérselo saber.  Subo a mi habitación me desvisto para entrar a la ducha, después busco algo bonito quiero verme bien, que abra la boca de la sorpresa, que sus compañeros babien a mi paso...

—¡Katrina! ¿que... qué haces aquí? -Emmanuel se levanta de su asiento de un salto visiblemente nervioso, gira su cabeza para ver a la joven secretaria, quien se disculpa por no poder detenerme.

—Lo siento señor, entró sin permiso -dice en voz tímida, como es la nueva secretaria no me conoce.

—No creí que tu esposa... -veo la reacción de la chica, esta  sonroja y agacha la cabeza. —necesitará de una cita o ¿si? -le dije secamente mientras quitaba una pelusa invisible de mi vestido nuevo.

—No te preocupes Estela, déjanos solos.  -le pide a la joven que sale de la oficina con la cara avergonzada al pasar junto a mi me dedicó una sonrisa tímida y sale cerrando la puerta a mis espaldas.  

—Cariño ¿cuando llegaste? -pasa su vista por mi cuerpo y tal parece que le da el visto bueno, el brillo de lujuria que pensé que tenía perdido..

<<Sólo contigo>>

Reaparece, y yo lo aprovecho contoneo mis caderas con sensualidad mientras me acerco al asiento.

—Llegue hace unos minutos -lo veo directo a los ojos.

—¿Como te fue? -me pregunta como cuando le marque el buscar  consuelo en su voz al enterrar a mi padre.

<<Imbécil>>

—Bien, mis padres te mandan saludos..-le conteste fríamente, él reacciona arrugando su frente.

—¿Cómo dices?

—Emmanuel, fui a un funeral ¿como me puedes preguntar eso?

—Disculpa, pero tu vestimenta no es indicada para el luto.-señala mi vestido azul ajustado a la altura de la rodilla con un escote discreto pero sexy en la parte delantera, hacen ver más generosos mis senos  

—Y tenía mucho trabajo, no pude ir. -agrega para después volver su atención a los papeles, ese gesto significa:  (Katrina lárgate estoy trabajando).

—Yo creí que el azul era tu color favorito -le dije con desdén con la voz áspera. Emm ni siquiera sube la vista hacia mi.

—¿Porque dices eso? Sabes que mi color predilecto es el rojo.-teclea en su computadora.

—Que raro por qué eso mismo le dijiste a tu ¡ZORRA!  mientras te la tirabas en esta oficina.-un golpe bajo lo sé, pero funciona, con esas palabras capturó su atención.

Le pregunte lo que me torturaba desde que lo vi revolcándose como animales.   

—¿Hace cuánto tiempo? ¿desde cuando me eres infiel? -no me responde se limita a verme congelado, segundos después su sentido común le hace defenderse. 

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