Infieles #15
Alberto
Camino rumbo a mi habitación para descansar después del día tan intenso que tuve.
El tener a katt entre mis brazos y después experimentar su indiferencia me tomó por sorpresa, y para el colmo el ver a ese grandísimo pedazo de mierda llegar y tratarla como si fuera su gran y único amor casi me vuelve loco.
Cuando estoy por llegar unas voces llaman mi atención, provienen de la habitación de Katt. Me acerco y lo que logro escuchar me llena el alma.
Ella le pide, no, le ruega que la toque que la me y la explore.
«¡Ay Katt! Ese imbécil no lo hará»
La voz de él me pone alerta, suena furioso. Estoy con la mano en la manija de la puerta dispuesto a entrar si las cosas se salen de control.
Pero para mi sorpresa, katt lo mantiene a raya, pero su dulce voz se convierte en una combinación de ultratumba.
Escucho unos pasos acercándose y me escondo en mi habitación que se encuentra en frente, pero no cierro totalmente la puerta, sino que dejó un espacio para poder ver quien sale.
Ahí afuera con la cara más pálida que un muerto esta Katt... mi Katt
«No es tuya, nunca lo será»
Ella se recarga en la puerta con la esperanza reflejada en su rostro, sin embargo al ver que nadie saldrá por ella se va con largas lágrimas acariciándole las mejillas.
Veo el dolor en su rostro, la entiendo. Entiendo ese sentimiento a la perfección, recientemente he estado allí.
Katrina
Espero recargada en la puerta de la habitación, doy tiempo a que Emm salga por mi para solucionar el problema, pero eso no pasa, él no vendrá, nunca se le ha conocido por eso y no lo hará ahora.
Que idiota soy por pensar que él le tomaría la misma importancia a nuestro matrimonio igual que yo.
Camino por el pasillo oscuro y silencioso, todos están dormidos.
Verificó mi reloj son las 12:00 de la mañana.
No quiero regresar a la habitación así que salgo a la playa, para despejar mi mente.
La noche es fresca, acaricia mi rostro secando la lágrimas de mis mejillas, bajo las escaleras y me siento en el último escalón quedando de frente al inmenso mar. El sonido de las olas al romperse casi puede ser relajante. Casi... ya que con todo lo que tengo en la mente es imposible que me pueda relajar, siento que mi mundo se esta desmoronando.
¿En que momento paso? ¿Cuando dejamos de preocuparnos en uno al otro?
Mil y una preguntas pasan por mi cabeza, ¿Será que los 10 años que llevamos de relación nos esta cobrando factura?
El matrimonio se riega diariamente con caricias y palabras de amor, se entrega el alma y es doloroso el darme cuenta que la única que ha entregado su alma soy yo..
—¿No puedes dormir? -la voz de Alberto me sobresalta, aunque es serena me resulta inesperada, giró medio cuerpo para verlo recargado en el barandal de la escalera con el semblante sereno a simple vista.
—¿Qué te importa? -le contesto irritada, pero es lo que logra con su sola presencia.
—¡Uy! ¿estamos de malas? -pregunta bajando las escaleras tan elegante como una pantera al acecho de su presa, se sienta junto a mi tan cerca que nuestras rodillas se tocan. Yo hago una mueca ante la sensación que no pasa desapercibida por todo mi cuerpo.
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INFIELES
ChickLit¿Que como lo conocí? Bueno fue en... Espera. ¿De quien hablas? ¡Oh! Mi esposo, lo conocí en preparatoria, pero fue casi al terminar que nos acercamos. Todo fue gracias a una mala cita y "malas decisiones" fue ahí donde él apareció como todo un ca...