INFIELES

CAPÍTULO #23

INFIELES #23

EMMANUEL

9 años después

-¡Feliz cumpleaños! -gritan en conjunto Katy y mis pequeños sabía que se saldría con la suya como todos los años katy intenta sorprenderme mi cumpleaños, a pesar de mis intentos para convencerla de lo contrario, desde que mi madre murió mis cumpleaños dejaron de importar para mí.

-¡Gracias! -le digo con sinceridad, beso a mi esposa y le retiró un pedazo de... ¿espagueti? Que tiene en el cabello, son las 8 de la noche y katy ya está en una pijama ridícula de osos que le hace ver más ancha, las pantuflas en forma de perro que trae puesta se la regalé en broma la navidad pasada pero ella en cuanto las vio quedó enamorada.

-Papi hicimos pastel y pasta con bolas de carne "tu favorita " -grita emocionada mientras da saltitos en su lugar mi princesa quién también está en pijama para ser sinceros el espagueti Nunca fue mi platillo favorito pero cuando me casé con kati Era lo único que podía cocinar sin incendiar la casa ya en una ocasión ella estaba tan apenada y triste por haber quemado el pastel de carne que había intentado hacer con tanto amor para mí qué le dije:

-¿Quién quiere pastel de carne? Eso no es para mí yo prefiero los espaguetis y más los tuyos cariño, son mis favoritos. La sonrisa que me regaló a cambio fue suficiente como para darme cuenta que haría lo que sea para ver esa sonrisa dibujada en su rostro cada día.

Todo estaba perfecto, me sentía satisfecho con mi vida de casado y con el papel de padre hasta que llegó alguien que me mostró algo diferente y fresco y así note que mi vida estaba lejos de ser perfecta que habíamos caído en una rutina Sosa. Katy se convirtió en una sombra de lo que un día fue, su cuerpo y alma cambio y sus prioridades con ella, con la llegada de mis hijos se terminó nuestra vida social a katy no le gustaba contratar niñeras para cuidar a nuestros hijos y le pareció que ya era suficiente de nuestra vida social activa, ella decidió por los dos que lo mejor así que me alejé de mis amigos dejándome guiar por ella, pero al mismo tiempo enterrando una parte de mí cuando con ellos.

Ina se mudó a Querétaro y fue de mucha ayuda para katy ya que con ella se desahogaba, se hicieron unas excelentes amigas.

Yo sentía que poco a poco una grieta se fue haciendo lo suficientemente ancha como para separarnos, ¿luché? .... Sí ¡claro que sí! luché contra la maldita rutina, luché por hacerle ver lo que estaba pasando a nuestro alrededor, que se diera cuenta del abismo que se acercaba. Pero nunca lo entendió, nuestra vida sexual terminó, simplemente no teníamos; ella se entregó en cuerpo y alma a mis hijos es una madre extraordinaria pero como mujer se perdió un poco entre los laberintos de la vida.

-Emanuel pasa a la farmacia para comprar el medicamento -en cuanto conteste la llamada la voz exigente de mi mujer sonó al otro lado de la línea no me marca para saludar ni para preguntar como estaba O si ya comí. No, únicamente me busca cuando necesita algo.

-Hola Caty -la saludó con demasiada ternura -¿como éstas? -no contesta de inmediato por lo que supongo está penada por su comportamiento.

-Estoy cansada la niña ha tenido fiebre -mierda, ya son dos días que está así.

-¿Te urge el medicamento? -le pregunté para saber qué hacer, si su respuesta es positiva puedo mandar a alguien a comprar el medicamento o pedirlo por internet y así le llegue más temprano. De lo contrario tendría que esperar hasta que yo salga de la oficina para poder ir a comprarle el medicamento.

-¿Como me preguntas algo tan tonto? Obvio me urge la niña tiene.... ¿sabes que? Olvídalo yo lo soluciono -corta la llamada y yo suspiro de frustración y cómo se que si llego a casa sin el medicamento me irá peor, tendré que ir a la farmacia saliendo de la oficina.