CAPÍTULO 30

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Hola hola
Antes de que me linchen hay una buena razón por la cual no me había aparecido.
Tuve un accidente, un corte que necesito 4 puntadas en mi mano derecha, no podía mover los dedos, aparte de eso no tenía internet. ¡UF! Muchas cosas más.
No me olvido de usted mis lectoras hermosas ya que por ustedes es que escribo.
Gracias por tu atención y tu comprensión.
Disfruten el capítulo

CAPÍTULO #30

Mi cabeza me da vueltas, mi estómago gruñó en protesta, pero a pesar de eso me siento…. Tranquila… Reconfortada… En brazos de… ¿qué  demonios? Me pregunté a mi misma cuando mis manos tocaron mis piernas desnudas, rápidamente las subo hacia mis pechos, respiro con cierto alivio al comprobar la suave tela que las protege, baje mis manos a mi entrepierna y… mis bragas están en su respectivo  lugar. Abro los ojos de golpe al sentir un cuerpo masculino caliente envolviendo el mío.

¡Mierda! ¿en donde estoy? Lentamente recortó la habitación, la reconozco es mía ¡MIERDA!

¡Es mi recamara! Estoy en casa…. mi cama. Mi corazón se agita el sudor perla mi frente siento como si estuviera apunto de tener un infarto ¿Que mierda hice? Yo solo  recuerdo…

<<Hazme el amor Emmanuel>>

¡No! No lo hicimos o ¿si?

El hombre que está acurrucado en mi nuca se mueve aferrando su agarre en forma de brazalete en  mi cintura, su olor y calidez que desprende de su cuerpo provoca al mío, pero no voy a caer…. él  se… se aprovechó de mi… de mi estado. Y esos pensamientos bastaron para apagar la llama de pasión que iba en ascenso dentro de mi. Con violencia retiro de un tirón su mano de mi cintura y me pongo de pie en frente de él, el movimiento provoca que Emmanuel se despierte alterado al instante queda sentado en la cama con el torso desnudo.

Pasó la vista por mi cuerpo traigo la camisa de Emmanuel puesta, sin el sostén ya que el vestido de anoche no lo permitía.

Entonces… eso significa que…

>>¡DESGRACIADO!<<

—¿Que pasa Katy? -su voz sale ronca y todavía con sueño, talla sus ojos para desperezarse. Tiene sueño, claro estuvo ocupado conmigo… aprovechando la situación.

—¡¿Qué pasa?! -le veo con fijeza con la cara roja de coraje y vergüenza —Todavía me preguntas… Qué cínico eres… Te aprovechaste de mi..  -me señala con ambas manos. —de mi estado… ¿lo disfrutaste? -las palabras me salieron en un susurro pero aun así no dejaron de sonar amenazadoras. La cara de Emmanuel se descompone mientras me estudia con un mirada carente de emociones.

—No sabes lo que dices…. -se levanta de la cama con un tirón de sábanas mostrándome su perfecto cuerpo atlético. —No puedo creer que pienses eso de mi… 10 años de conocerme y ¿piensas eso de mi? -se agacho para tomar su pantalón de vestir junto con sus zapatos y saco, se gira hacia mí y me señala con su dedo índice —Tienes mi camisa -sin pensar a analizar sus palabras me desabrochó su camisa y sin perder oportunidad de joder la hago bola entre mis manos arrugando lo mas que puedo cuando cumplo con mi cometido se la tire la cara, bueno esa era la intención más sin embargo cayó en la cama. —cuando recuerdes -toma la camisa, la sacude y la acomoda entre su montón de ropa en su regazo —hablamos… mientras te daré un consejo… Nunca aceptes bebidas desconocidas, al menos que tengas alguien que te cuide. -sale de la habitación con paso veloz cerrando de un portazo la puerta tras de él.

¡Imbécil! No puedo creer lo que me hizo, ahora si tengo las cosas claras y una de ella es que no quiero esa clase de personas cerca de mi o mis hijos. Después de un buen baño busqué mi bata y mis pantuflas para salir a cerciorarme que Emmanuel se vaya, reviso mi reloj de pulsera las 9:30 am es sábado seguramente los niños están despiertos y con hambre.

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