INFIELES

Capítulo 51 *FINAL*

Capítulo 51

FINAL

No sé cuánto tiempo pasó, las voces en la habitación me pusieron en guardia, una conversación que no tenía ni pies ni cabeza se originó cerca de mí, estaba tan desorientada que sentía como si hablaran en diferente idioma.

Después un silencio largo y una voz llamándome.

—Vamos niña, despierta -él doctor me hablaba, tarde en obedecer, era como despertar de un largo sueño, esta vez el dolor de cabeza se extinguió y mi cuerpo hormiguea.

Abrí los ojos encontrándome con su alegre rostro.

Algo había pasado, lo podía sentir.

—Bien, se una niña buena y hazme un favor.

«¿Qué demonios le pasaba?»

—Necesitaré tus mejores dones de actuación -sonrió mostrando los dientes, no entendía nada

¿A qué se refería?

—Te van hacer preguntas sobre tu vida, tienes que fingir demencia, no recuerdas quién eres, ni de dónde vienes ¿Entiendes?

Unos pasos se acercaban, me sentí de pronto nerviosa y aterrada

—¿Entiendes? -asentí con la cabeza, por alguna extraña razón confiaba en ese hombre.

—Bien, ahora cierra los ojos y no los abras hasta que te lo indique.

Justamente cuando adopte mi posición anterior la puerta se abrió, me obligue a relajarme

Si él me pedía que fingiera significaban dos cosas.

La primera, no me estaba administrando en dichoso suero

Segunda, me ayudaría a escapar.

—¿Avances? -ladro en cuanto llegó, no recordaba que se comporta así o por lo menos no lo había visto, aunque si no mal recordaba fui testigo de su violento comportamiento.

—Sí señor, le he administrado el suero y está lista.

—¿Está consciente?

—Si, solo se quedó dormida. Se le nota desorientada, y torpe. Tarda en contestar.

—¿Que esperas? Quiero verla. De una vez te advierto, si no funciona despídete de tus hermosas hijas y tú sensual esposa. Quién por cierto tiene unas piernas hermosas, ¿no es así Thor?

—Cierto señor, y unas nalgas que deseo tocar.

«Malditos animales asquerosos, ahora entendía los riesgo que todo esto conlleva. Tenía que hacer mi mejor interpretación»

El médico colocó su mano en mi mejilla y con la otra dio un apretón en mi mano, entendí el mensaje, me estaba pidiendo con ese gesto que lo hiciera bien.

«¡Vamos Katrina, tu puedes!»

Abrí mis ojos como si fuera la primera vez que lo hacía, parpadeó varias veces hasta acostumbrarme a la luz.

—¿Linda? -con que ese sería mi nuevo nombre. Despacio gire mi cabeza con el ceño ligeramente fruncido hasta chocar con su mirada, fingí una mirada soñolienta cerrando y abriendo coquetamente mis ojos, esos ojos que de borrego que tanto le gustaba a EMM.

Se acercó a mí hasta colocar su mano en mi mejilla, yo le observaba estudiando su rostro, para mí tenía que ser como si lo conociera por vez primera.

—¿Cómo estás mi amor?

«Idiota»

En respuesta fruncí más el entrecejo.