La Novia de Dipper [Dipcifica] [Romance/Angst]

El Autor

¡Hola a todas y a todos de nuevo!

La fecha prometida ha llegado, el hiatus ha terminado y es momento de actualizar de nuevo este fanfic. *La multitud aclama.* El capítulo de hoy es en promedio un poco más largo que los demás, así que espero que les guste. Sin más que decir de momento nos leemos abajo para comentarios finales.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Un Fanfic de Gravity Falls: "La Novia de Dipper"

Segunda Temporada

Capítulo 46: "El Autor"

—¡Oye! ¿Crees que ya se hayan ido? —Preguntó Blendin, asomándose por encima de un conjunto de estalagmitas en el interior de una cueva formada por un gran conjunto de rocas en medio del desierto.

—No estoy segura, pero si no dejas de hablar con ese molesto y agudo tono de voz que tienes, entonces pronto lo descubriremos y será de una forma que no será nada gratificante, eso te lo aseguro. —Respondió Wendy a un costado del viajero del tiempo, de espaldas y oculta por detrás del mismo conjunto de estalagmitas. Empuñando entre sus manos un rifle de plasma, mismo que había conseguido gracias al cadáver de un hombre dentro de la cueva—. Al menos debemos sentirnos afortunados de haber conseguido un arma para repeler sus ataques. Sin embargo, si no hacemos algo pronto para salir de aquí, acabaremos en los puros huesos como nuestro amigo.

—¿Estás loca, mujer? Esos monstruos nos devorarán si ponemos un pie afuera de este lugar. Si se trataran de Areneros normales quizá pudiéramos pensar en una forma para escapar, pero estos son diferentes. Su aspecto, su comportamiento, su tamaño... No recuerdo haber visto nada parecido en la academia del tiempo durante las clases de "Criaturas y Anomalías Dimensionales". Esto es grave, no creí que mi vida fuera a terminar de esta forma.

—Suenas como si te estuvieras dando por vencido de antemano. —La joven le recriminó, encarándolo y mirándolo con un gesto de fastidio—. ¡Escucha! Para bien o para mal, tú y yo estamos juntos en esto. Y ya que ahora somos un equipo, te necesito para poder encontrar al resto de mis amigos, así que más te vale dejar de comportarte como una rata asustadiza o lo que te harán esas criaturas de allá afuera será poco comparado con lo que yo voy a hacerte si no me ayudas. ¿Entendido?

—Entendido, señora. Me quedó muy claro. —Contestó el hombrecillo, temeroso de hacer enojar aún más a la pelirroja. A continuación, un estremecedor ruido semejante al de una explosión proveniente del exterior cimbró las paredes de la caverna. Acto seguido, el poderoso rugido de una forma de vida de colosales dimensiones alcanzó los oídos de Wendy y de Blendin, poniéndolos inmediatamente en alerta. Entonces, pasados unos segundos, el silencio dentro de la cueva volvió a reinar, pero solo hasta que Wendy se animó a hablar.

—Iré a echar un vistazo. —Declaró, apuntando con la mira de su rifle hacia el frente.

—¿Qué? —Blendin sintió un escalofrío en su nuca—. ¡Espera! ¡No puedes dejarme aquí solo!

—¡Bien! Entonces sé de utilidad y ven conmigo. —Dijo Wendy, abandonando el refugio para caminar hacia la salida—. Solo trata de no alejarte mucho o de lo contrario no podré protegerte.

Sin tener otra mejor alternativa, Blendin siguió a la chica leñadora hacia el exterior de la formación, manteniéndose por detrás de ella en todo momento. Como si fuera un niño pequeño buscando la protección de su madre. Avanzados unos metros, el dúo giró hacia la derecha al llegar a una intersección, cuando en ese instante, el sonido de unos cuantos murmullos que venían desde el frente los obligó a detenerse. Wendy supo en ese entonces que no se encontraban solos, motivo principal por el cual decidió colocar la mira del arma por delante de su ojo derecho, para de esta forma conseguir un tiro lo suficientemente certero, en caso de que fuera completamente necesario.