La Novia de Dipper [Dipcifica] [Romance/Angst]

Por Ella

Hoy es viernes y tío Javi lo sabe. Y es por eso que les traigo una nueva actualización que espero de corazón les guste mucho.

Personalmente me gustó mucho escribir este capítulo. Me resultó muy fraternal la relación entre ambos Dipper. Es como si nuestro Dipper conversara con el hermano mayor que nunca tuvo. Aunque debo admitir que este capítulo me entristeció un poco.

En fin, no les cuento más y mejor descúbranlo por ustedes mismos. Por cierto, recuerden que ya empezó la temporada de capítulos reducidos. Mantener actualizados 2 fics semanales y seguir vivo en la universidad no es cosa sencilla, así que no se me desesperen. Tener que pausar el fic es lo último que quiero hacer, así que habrá que apegarse a esta reducción de líneas. Sin más que decirles, espero que les guste el capítulo. Nos leemos hasta abajo para comentarios finales.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Gravity Falls Fanfic: La Novia de Dipper

Capítulo 29: "Por Ella"

Luego de haber contemplado la lápida durante varios minutos más, Dipper regresó al interior de la cabaña, dirigiéndose hacia la sala, lugar dónde se encontró con su contraparte de doce años, el cual se hallaba mirando casi a oscuras, siendo apenas alumbrado por la luz natural generada en el exterior gracias al colosal vórtice; un conjunto de fotografías que se encontraban esparcidas sobre la mesa de madera aledaña a la habitación. El niño se encontraba con la mirada perdida en el vacío, sin parpadear y aparentemente sin intenciones de despegar los ojos de una de las tantas fotografías que al parecer, habían sido sacadas con una cámara instantánea. Al acercarse y darse cuenta de lo que sucedía, Dipper se aproximó hacia él, para así tratar de aminorar el impacto emocional, así como el daño que su corazón había recibido hace unos momentos debido a la desgarradora noticia.

—Dipper... —Se acercó con timidez, sentándose en la silla de enfrente y encendiendo una vela que ya se hallaba sobre la misma mesa justo al lado de una diminuta caja de fósforos—. ¿Cómo estás?

El pequeño permaneció en silencio, sin moverse. Parecía un maniquí.

—De acuerdo... Creo que esa fue una pregunta muy estúpida... —Murmuró—. Comenzaré otra vez... —Se aclaró la garganta—. Dipper... Mira... A veces pasan cosas que...

—¿Cuándo se tomaron esta foto? —Preguntó el niño, interrumpiéndolo y girando la fotografía que en ese momento se encontraba mirando para mostrársela a su similar del futuro.

Tras tomarla con sus propias manos y analizarla en una primera instancia, el Dipper más grande se percató de que la fotografía estaba compuesta por una selfie, en la que él y Pacifica sonreían hacia el lente de la cámara, mientras ambos tenían su brazo alrededor del otro como una señal de cariño y afecto.

—Esta foto... —Suspiró—. Esta foto la tomamos una noche antes de comenzar con el contraataque. Recuerdo... Que todos estábamos muy nerviosos por lo que fuera a ocurrir. Ya que las posibilidades de que esa fuera la última noche en la que estuviéramos todos reunidos, eran muy altas. Así que a Mabel no se le ocurrió una mejor idea que contar chistes y cantar canciones a capela alrededor de una fogata para bajar el nivel de estrés en el grupo. Todo parecía estar marchando bien, pero llegó un punto en el que comencé a sentirme más deprimido que contento, así que me separé del resto por algunos minutos, poniendo la excusa de que necesitaba tomar aire. Pacifica notó mi ausencia y al ver mi estado de ánimo ella trató de animarme. Sacó una cámara instantánea que ella había encontrado y me dijo que quería sacarse una foto conmigo para el recuerdo, con la promesa de que volveríamos a tomarnos otra cuando toda esta locura terminara. En total fueron dos fotografías idénticas. Cada quien guardó una para llevarla consigo al campo de batalla y verla cada vez que perdiéramos las esperanzas de ganar.