Cap 28

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Elsa se instalo en mi casa con su cachorro, la convivencia era perfecta mi familia lo acepto ellos necesitaban verme feliz y con ella lo era ella me daba todo felicidad estabilidad, con ella perdía el miedo que llevaba acumulado dentro de mi.

Eso si Pedro no le sento nada bien y se vengo a su manera me sacaba a cenar previo llamada a los periodistas y llenarse los bolsillos, nos costaba alguna discusión entre nosotras por no poder hacer planes entre las dos pero al final siempre lo arreglamos, hacíamos el amor desesperadas.

Empezaban los conciertos con ello mucho trabajo mucha carretera pero era feliz, Elsa también estaba sumida en el restaurante siempre lleno hasta la bandera, reservas para semanas, pero siempre la tenía ahí para apoyarme en los momentos especiales aunque tubiera que mantenerse en segundo plano pero cerca esperando paciente que Pedro llenara su bolsillo y con el dinero caliente desapareciera, entonces ella aparecía y con ella mi sonrisa.

Tocaban los tres palacios de los deportes seguidos, llevaba ya bastantes conciertos en las espaldas pero el palacio era especial me llamaban la reina del palacio por tantas veces que lo había llenado.

Las colas eran interminables la gente hacia días que estaban en la cola desafiando la temperatura en pleno verano pero a día eran mis fans y yo se lo debía todo ellos se lo merecían.

Pedro vino puntal a por mi cara de pocos amigos delante de nosotras y sonriente al salir por la puerta con los flases de las cámaras, bajamos del coche a las puertas del palacio cogidos de la mano el sonriente y yo con ganas de llorar.

La gente de la cola empezaron a corear mi nombre, les salude firme autógrafos me hice fotos me hicieron olvidar con quien estaba, hasta que volvió tocar hacerse más fotos.

Para mi alegría Pedro desapareció bastante pronto y yo me metí en mi camerino después de prueba de sonido, fue cuando me vino el bajón, Elsa estaba repleta de trabajo en el restaurante y Angel no podía cubrírla, aunque entendía que no siempre podía estar a mi lado, ahora en estas cuatro paredes me sentía tan sola.

Llamaron a la puerta, aún quedaban tres horas para el concierto tuve la esperanza de que Elsa se hubiera podido escapar pero al abrir la puerta me decepcione no era Elsa, era Vero.

-Mujer ya se que no soy la que esperabas ni tampoco soy tan guapa pero podías disimular un poco y alegrarte de verme!

-Lo siento Vero, me había hecho ilusión aunque se que es imposible tiene mucho trabajo pero si que me alegro de verte anda un abrazo lo necesito.

Me lanzó a sus brazo pero soy yo la que la abraza, Vero tiene las manos detrás de su cuerpo.

-Ehhh que pasa, que llevas detrás?

-Toma.

Saca de detrás un hermoso ramo de rosas blancas mis favoritas.

-Vero son hermosas pero no hacia falta.

-Jajajajaj no son mías pequeña, por ahí tienes una targeta te dejo sola para que lo leas y descubras de quien es aunque ya se que te lo hueles.

-Gracias Vero.

Vero salió me quedé sola, con el ramo de rosas lo deje encima de la mesa cogí la targeta olía a ella su olor era inconfundible, suspire antes de leerla.

-Amor sabes que te amo mucho demasiado me hubiera gustado estar ahí se que te prometí estar en los momentos de tu vida igual que tu en los míos, a veces me tengo que mantener en segundo plano para que no duela más de lo que duele, quisiera estar ahí a ti te gusta estar concentrada los últimos momentos pero yo te haría el amor para que salieras al escenario para comertelo más de lo que lo haces, pero sabes amor te pido en estos momentos que cierres los ojos y desees que yo esté ahí a lo mejor si tanto lo deseas tu Ada madrina lo cumple.

VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora