Cap 27

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La semana en el hospital paso, Malú salía limpia sin rastros de tumor pero con precaución y revisiones a cada tres meses, con ilusión y con desilusión por parte de Pedro y su protagonismo.

Nuestra relación iba muy bien y con Pepi poco a poco iba aceptando que su niña estaba con una mujer.

Pedro está semana se comporto como es el como un auténtico cabron, aparecía a mitad mañana se hacía fotos con la prensa respondía como una novio enamorado se hizo el mismo el portavoz de la familia pasaba el parte de los médicos se metía su dinero al bolsillo, y luego salía por la puerta de atrás para que nadie lo viera salir como una rata, todos pensaban que pasaba el día allí metido en la habitación con su novia pero no desde el incidente con Pepi y José no la volvió a pisar, era yo la que dia y noche no me separe de ella e compañía de su madre, eramos nosotras la que aguantabamos sus cambios de humor provocados por la radioterapia, nosotras aguantamos sus lágrimas, las que aguantabamos de su frente cuando vomitaba por los mismos efectos secundarios, pero tampoco todo era malo también aguantaba sus sonrisas sus besos y caricias cuando estábamos solas eso no lo iba a compartir con el por que su amor y el mío era nuestro.

Hoy le daban el alta y hoy Pedro volvía a cumplir su papel de novio perfecto, cargo con las bolsas la cogió por la cintura al salir por la puerta del hospital los flases de las cámaras micrófonos preguntas de toda clase que el respondió sin perder la sonrisa para acabar dándole un beso en los labios que todos inmortalizados.

Yo seguía dentro del hospital desde allí podía ver el espectáculo el papel que Pedro interpretaba sin equivocarse.

Me dolio y mucho el beso aunque fuera mentira ver sus sucios labios en los suyos me mato un poco por dentro note mis ojos vidriosos, note una mano agarrando la mía la mire Pepi agarro mi mano me sonrió antes de marcharse por lo menos estaba de nuestra parte.

Subieron al coche de el los vi desaparecer, me hubiera gustado ser yo la que estuviera al lado pero tocaba retirarme ahora no era el momento tenia que esperar a ver que pasaba.

Coji mi coche llevaba aparcado en el mismo sitio desde hacía una semana, ne fui a mi restaurante, necesitaba una ducha ver a mi perra y sobre todo dormir en una cama.



Subí al coche en la parte de detrás junto a mi madre Pedro conducía en el coche de detrás iba José y Vero ningúno quería dejarme sola con el.

En el coche reinaba el silencio, no como otras veces que mi madre hablaba si parar con el, yo miraba por la ventana mi madre tenía su mano sobre la mía y en mi mente ella, ta la hechaba de menos y lo peor de todos es no saber cuando la iba a volver a ver.

Al llegar a casa lo mismo que a la salida del hospital los periodistas mismas preguntas mismas respuestas y mismo teatro.

Dentro de casa todo igual, las perras vinieron corriendo me lamieror por todas partes a mi y mi familia menos a Pedro los animales son muy listos y saben quien se les quieren.

Todo estaba como lo había dejado se notaba que Pedro por aquí pasaba poco.

En la entrada estaban las maleta de mi madre, Pedro se percato y dijo.

-Y estas maletas?

-Son mías. Le respondió mi madre con mala gana.

-Se va algun sitio?

-No me voy me quedo.

-Que!

-Mi madre si viene a vivir conmigo te guste o no.

-Ya estoy yo no hace falta.

-Por eso mismo por que estas tú he venido por que no me fio de ti ni un pelo.

VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora