Siempre me había hecho ilusión hacer el camino de santiago nunca lo había podido hacer por el trabajo al ser conocida lo veía un muro, pero con ella todo era diferente me atrevía a todo y mientras las cosas se calmaban y como nadie sabía donde estábamos cumpliría un sueño hacer el camino.
Lo primero que hicimos al levantarnos desayunar en una cafetería cercana, Elsa había cogido algo de ropa pero no la suficiente no queríamos volver pronto nos íbamos a tomar nuestro tiempo.
Desayunamos un poco camuflada para no ser reconocida la noticia de mi fuga estaba en todos los programas de cotilleos, después en varias tiendas de pueblo compramos algo de ropa toda cómoda y zapatillas de deporte, compramos algo de comer para el camino y nos encaminamos con la moto hasta donde empezaría nuestra aventura.
Elsa me dejó llevar la moto un rato por carreteras secundarias sin mucho tráfico, fue otra experiencia inolvidable.
Dejamos la moto y ahora tocaba caminar hasta llegar en unos cuantos días a Santiago de Compostela a la catedral como buenas peregrinas, la intención era caminar unos 25 kilómetros por día sin agobios y con tranquilidad, mochila en la espalda con comida y agua nos encaminamos
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Por aquellos senderos verdes llenos de vegetación llenos de animalitos y con nuestras manos entrelazadas empezábamos nuestro futuro, hicimos miles de fotos de nosotras del camino les mandamos a nuestra familia para que supiera que estábamos bien todo eran felicitaciones de su partes pero el más bonito fue el de el mi padre hombre de pocas palabras.
-Te quiero princesa disfruta de tu nueva vida si ella ha sido capaz de sacarte del infierno merece la pena tengo muchas ganas de conocerla.
Pare en seco mientras lo leía no podía dejar de llorar mi padre me apoyaba, Elsa me miro extrañada al verme llorar, le pase el móvil para que lo leyera, después de leerlo me miro.
-Cariño es precioso deberías contestarle.
-Tienes razón amor.
No podía esperar nos sentamos en una piedra grande las dos Elsa me rodeo con su brazo en mi cintura y su cabeza apoyada en mi hombro, no sabía que contestarle opte por una foto la hice sin preguntar a mi chica y la mandé, Elsa sonrió por mi hecho debajo de la foto un breve texto.
-Te amo papa gracias por tu apoyo para nosotras es necesario nos vemos en unos días.
Sonríe al enviarlo, Elsa me abrazo y un par de besos mezclados con nuestras lágrimas saladas pero ahora de felicidad.
Continuamos la marcha siempre me había gustado el senderismo pero esto era especial hechaba de menos a Danka y Wendy ellas hubieran disfrutado por estos caminos.
Al atardecer llegamos a un pequeño pueblo localizamos un pequeño albergue
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