Jongdae siempre amo leer el periódico, amaba sentir el papel en sus manos y el olor en su nariz, lo hacía sentir como un niño grande como si el fuera ya un adulto como lo era su padre o sus tíos y amaba el café como si fuera su vida, pero mamá decía que no y papá que sí.
Sería mentir si dijera que no estuvo encantado cuando descubrió que en su escuela tenia un periódico, trato de entrar pero sólo dijeron que era para los chicos mayores, así que, tortuosamente espero cinco años para poder llegar, tocar esa puerta y ser el chico de los cafés por un largo tiempo pero después de casi dos tortuosos años se convirtió en el redactor oficial por su excelente trabajo, un año después se volvió el Presidente en Jefe del Periódico.
También sería mentir si dijera que no le gustaba Minseok. Aquel lindo chico que escribía historia y que recién había entrado al equipo, hermosa con una actitud que sólo logro robar su corazón. Sí, ese era Minseok o mejor dicho Xiumin.
A pesar de que pasó mucho tiempo, trato de acercarse más y de buscar que el muchacho lo tomará en serio pero sólo se ganaba miradas serias sin ningún sentimiento, pero nunca se rindió y lo volvía a intentarlo una y otra vez teniendo rechazos como recompensas. Aunque nunca obtuvo una cita de su parte, sí obtuvo su compañía quedándose hasta tarde en las oficinas imprimiendo los ejemplares o editando algunos artículos pasando largas veladas a solas en donde Minseok se daba cuenta de a poco que Chen era sólo un personaje ante todos y Jongdae era el real, el que no daba sonrisas ladinas, el que no coquetea y el que no pasaba su tiempo haciendo chistes sobre sexo. Era el chico que nadie conocía realmente.
Tal vez esa cita no sonaba mal.
Eso pasó hace un año y volviendo al presente podemos mostrar a un Jongdae y Minseok totalmente diferente. Siguen trabajando juntos, comparten transporte, curso y momentos pero sólo una cosa cambio: son pareja y, que, lamentablemente era una verdad a puerta cerrada. Ante todos, ellos sólo eran amigos y en algunos casos enemigos, que Chen sólo le gustaba molestarlo hasta el punto de cabrearlo y que Minseok le ignoraba olímpicamente. Muy alejado de la realidad, una que nadie sabe.
Jongdae dejó una taza humeante a un lado de la laptop blanco del ondulado. Son las una y cuarenta y cinco de la madrugada y a pesar que el castaño hace tiempo había terminado su trabajo no podía irse sin su ondulado favorito. Minseok levantó sus ojos cansados para poder mirar al castaño.
-Te traje lo que te gusta. –dijo Jongdae depositando un beso en su cabellera ondulada.
-¿Leche con café? –preguntó adormilado y de respuesta tuvo una afirmación. Sonrió sin mostrar los dientes. –Gracias.
-De nada, bebé. –respondió dejando otro beso. –Deberíamos ir a descansar.
Minseok negó con su cabeza. –No puedo, tengo que terminarlo. Estoy muy atrasado.
-El periódico no será impreso hasta dentro de dos días. –comunicó. Claro que Minseok lo sabia pero tenía miedo de que nadie le gustase, sabía que a las personas le suelen encantar sus relatos de terror y misterio que incluso sus maestros lo leían aún así el miedo al rechazo u odio e incluso disgusto lo atormentaban tanto que lo perfeccionaba compulsivamente.
-Dae, es que yo...
-Calla, niño. –le interrumpió volviendo a dejar otro beso. –Tú mereces descansar y yo necesito a mi novio. Así que guarda ese documento, apaga eso y coge tu abrigo que nos vamos.
El ondulado giró sobre su silla para verlo. –Mi casa queda al otro lado de Busan, y lo sabes.
-Ahhh, se me olvidaba que vives en el quinto infierno. –suspiró 'lamentándose' y de regalo recibió un golpe en su estómago. –Auch.
-Eres un idiota. –murmuró volteando de nueva cuenta a la laptop. –Siempre dañas el momento. Eres peor que Suho que se le quiere meter entre las piernas a Lay.
-Pero Suho lo ama de verdad. –se defendió. Lo abrazó del cuello y posó su mentón en la caballera ondulada. –Claro que yo no puedo darte lujosos regalos como un Ferrari o un viaje a una isla paradisíaca.
-Cosas sin importancia. Lo que me importa es que el amor que sientas por mi sea igual de real que del que siento por ti.
Jongdae esperó que Minseok no notará sus lágrimas caer. Era demasiado afortunado de tener a alguien como lo era él, alguien como lo era Xiumin con su bella personalidad y eterno amor que solía profesarle sin palabras. Sí, se sentía afortunado.
-Bien, termine. –anuncio y el ondulado se aparto para darle espacio para salir. El documento fue guardado y la laptop apagada, pronto Minseok se paró y giro a ver a su novio pero se extraño cuando lo encontró llorando a moco tendido. -¿Por qué lloras?
El castaño se apresuro a limpiarse las lágrimas. –Yo no lloro, soy un macho que no llora.
-Oh, claro que si. –dijo irónicamente. Se acerco y tomo su rostro entre sus manos comenzando a limpiar sus lágrimas con sus dedos, se le acerco y dejo un beso en su nariz. –Te amo.
-Yo te amo mucho más. –devolvió el cariño pero plantándole un beso en su frente, coloco sus manos en la cintura del otro y quedo mirándolo fijamente. Las palabras no podían ser suficientes para describir la belleza de hombre que tenía en frente: sus rasgos finos y delineados que hacían suspirar a más de uno pero en especial a él. Min pasó sus manos del rostro al cuello sujetándose de él y Dae paso una de sus manos a las mejillas de su novio. Pudo tener y fijarse a alguien mejor que él pero lo eligió ante todos.
-¿En que piensas? –preguntó Minseok con cariño.
Se alzó de hombros luciendo como que lo que vaya a decir fuese lo más normal. –Ya sabes, pienso en lo afortunado que soy al tener un novio tan guapo e inteligente que eres y...
-¿Y? –cuestionó.
-Y quiero besarte. –contesto sonriendo de lado.
-Hazlo, no me molesto. –finalizó sonriendo mostrando esos hermosos dientes blanquecinos.
Este era el Minseok que sólo salía con Jongdae. Tan descarado y libre. Ambos comenzaron a acortar el espacio que tenían hasta que sus labios se juntaron como en una colisión de planetas que comenzaban a crear una nueva galaxia. Era suave y tierno sin ningunas segundas intenciones de por medio, había amor y cariño algo que en estos tiempo nunca encontrarías de por medio. Cuando se separaron, Minseok tenía las mejillas encendidas y Dae sonreía relamiendo sus labios.
-¿Qué tal si duermes en mi casa hoy y mañana faltamos? –sugirió el castaño sabiendo la respuesta por parte del otro.
-Por supuesto. Mis padres no se enojaran, ellos te adoran. –aceptó.
Se separaron y tomaron sus abrigos dirigiéndose a la puerta. Tal vez no podían decirle al mundo entero que eran pareja pero si podían darse estos pequeños lujos de privacidad que sólo tenían cuando no había nadie a la redonda o en casa de alguno.
Hay mucho amor de por medio.
Apago la luz del lugar y giro a ver hacia su oficina dándose cuenta que algo brillaba entre la oscuridad perpetua. Se extraño porque no había dejado nada pero le resto importancia al sentir un beso en la mejilla de su novio.
Solo esperaba que nada de esto acaba en desgracia.
(ooo)
es cortito pero bonito y con todo el amor.
la mami de chen le va a dar con la ovechancla si le rompe el corazón a xiumin
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W I T C H. /KaiSoo|SooKai
FanfictionDo Kyungsoo es un brujo en pleno siglo XXI que trata de llevar una vida normal y llena de tranquilidad como cualquiera estudiante pero gracias a la idea de Chanyeol, esa "tranquilidad" desaparecerá. #889 en Fanfic #909 en Fanfic #907 en Fanfic #17...