W I T C H. /KaiSoo|SooKai

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"Siempre tienen la solución"

Todo empezó con pesadillas.

-Uhm...Yixing ¿me podrías soltar? –pregunto Suho y recibió de respuesta un quejido de dolor y angustia producida por el chino. Suspiró. –Venga, Lay. Necesito que me dejes de abrazar. –apretó más con sus manos el bate de baseball que tenía que entregarle a Minho. -tengo que ir a la biblioteca por un libro. –mintió.

-¡No! –gritó completamente asustado y logrando asustar al millonario. Desde que Yixing había despertado de aquella pesadilla se comenzó a comportar de manera extraña, empezando porque lo seguía a todos lados y lo abrazaba cada cuando podía, claro que siendo Zhang Yixing era demasiado raro aún así eso no era lo único raro de todo esto porque podía notar como lucía mucho más diferente: tenía profundas ojeras, lucía cansado y constantemente asustado como si supiera que algo saldría de un momento a otro y haría algo. Suho debería sentirse afortunado de por fin conseguir la atención del chico que tanto le ha gustado, sin embargo, había algo que nunca le cuadraba y era el hecho que observaba a un lugar específico para después mirarlo con una expresión que nunca pudo describir pero que le incomodaba el no saberlo. Lay lo apretó mucho más a su pecho y colocó su barbilla en su hombro. –Por favor, no vayas... –pidió.

El millonario asintió sin dejar de soltar suspiros cansados, ya había tratado de sobremanera de alejarse en varias ocasiones sin resultados aparentes. Se acomodo mejor en el pecho del chino.

Tal vez si ves esa escena desde lejos uno pensaría que son una pareja amándose completamente, siendo cariñosos y que no les importa las miradas de los demás pero, no era así. Sólo era Zhang Yixing protegiéndose detrás de Junmyeon de aquella horrible versión del millonario de sus pesadillas.

Las personas pasarían y pensarían lo afortunado que eran ambos: Suho por tener al Rey de China y Yixing por tener al Príncipe de Corea. Pero el Rey de China se estaba destruyendo de a poco y su apariencia que hacía enamorar a todas, se estaba desvaneciendo al igual que su propia existencia.

-Sabes, puedo...decirle a alguien que vaya a buscar el libro que necesitas...digo. –sugirió susurrándole en el oído y volviendo a mirar hacía un lugar indefinido, simplemente Suho asintió sin decir más. Con una mano pidió que se levantara y se sintió aliviado que por fin Yixing le dejara libre. –Puedo ir yo, si quieres. –vio al millonario asentir. –Bien, uhmm... ¿Qué libro es?

-Puedes traerme uno de botánica, no importa el autor. –dijo y vio que pronto el chino asentía de nuevo y comenzaba a alejarse de ahí pero que se giro a verlo por unos segundos.

-Quédate aquí, por favor. –el tono de ruego que le había dado Yixing a Junmyeon le hizo preguntarse que era lo que le estaba pasando. Volvió a girarse no sin antes observar hacía atrás del millonario, como si estuviera mirando a alguien con tanto terror y dolor que no desapareció sino después de voltear su rostro para entrar de vuelta al establecimiento dejando a Suho en las bancas de patio.

La sobreprotección que Yixing mostraba le confundía demasiado, no permitía que ni siquiera Cho Minho se acercara y lo aislaba de los demás.

Caminó de manera nerviosa por el corredor sintiendo de nuevo esa presencia que desde hace tiempo lo estaba siguiendo hasta el punto de agobiarlo por completo. Al principio pensó que sólo era el efecto post-pesadilla que lo había aturdido y que después pasaría dejándolo en paz, se equivocó por completo a darse cuenta que la imagen de aquel Junmyeon se aparecía en todas partes y más en la noche, como si torturándolo le estuviera dando más fuerza.