A prueba de fuego [H.S] (LA ESTOY EDITANDO)

Capítulo 36 - ¡Gilipollas!

Abrí los ojos lentamente para ver sentir a Harry pegado a mí. Podía sentir su aliento y su respiración en mi nuca, ya que estaba a mi lado, rodeando mi cuerpo con un brazo.

Me volteé suavemente para no despertarlo, cuando lo hice pude darme cuenta que estábamos tapados con una manta, miré a la ventana grande que había en la habitación y entendí que era de noche. ¿Cuánto llevaba durmiendo?, el caso es que ya no tenía sueño. Me entretuve contemplando la perfección de Harry, se veía muy mono cuando dormía. Unas ganas de besar sus labios vinieron a mí, quería que me siguiera consolando, la imagen de mi padre venía constantemente a mi cabeza y me entristecía, era una sensación muy desagradable y la idea de que no lo volvería a ver más me destrozaba.

Poco a poco me fui acercando a sus labios, pero paré a pocos centímetros de su piel. Dí un besito a su mejilla y luego a su frente. ¡Oh dios!, era tan... guapo, dulce, bueno, PERFECTO. Lo amaba de verdad, me alegraba de ser su novia. Terminé dándole un suave beso en los labios y me levanté de la cama intentando no hacer ruido y  despertarlo.

Busqué mi móvil, pero no lo encontraba, asi que me acerqué hasta el móvil de Harry y pulsé un botón para encender la pantalla y ver la hora. ¡¿Las cuatro de la madrugada?!, dios, era muy temprano. Y hoy era lunes, debía ir a clases a las nueve. ¿Qué iba a hacer cinco horas despierta?, conocía muy bien a Harry y se levantaría tarde. De repente me entró mucha sed y abrí lentamente la puerta, salí de la habitación y la cerré con cuidado. Bajé las escaleras en sigilo y me dirigí a la cocina, pero ví la luz encendida y me escondí detrás de la pared. Oí unas voces hablar murmurando y me acerqué más.

Niall: Dana, debes  hablar con ella, de todas formas nadie tuvo la culpa - Oí hablar a Niall.

Dana: la tuve yo, y jamás me lo voy a perdonar - Musitó ella. Yo pegué más la oreja .- Por mi culpa Sara se quedó sin su padre, ella le necesitaba y ahora está muerto.

Aquella frase me sacudió fuertemente, me entraron ganas de llorar, pero aguanté tapando mi boca. No me gustaba recordarlo y menos que lo mencionaran.

Dana: y yo... yo perdí a mi madre, tengo que decírselo a mi padre.

Niall: ya vale, eres demasiado dura contigo misma. Me molesta, no fue culpa tuya joder.

Dana: Niall, ahora Sara no tiene familia.

No necesité escuchar nada más, corrí de puntillas hacia las escaleras con las lágrimas en los ojos y subí por ellas. En efecto, me quedé sin familia. ¿Por qué me pasan tantas cosas malas?. Todo empezó desde que llegué a Londres; desde mi llegada aquí la mala suerte me sigue.

Abrí la habitación, llorando, pero aun así lo hice sigilosamente. Le lancé una mirada a Harry, que seguía durmiendo y me tumbé en la cama, intentando calmarme.

Noté que Harry apoyaba su mandíbula entre mi cuello mientras me abrazaba.

Harry: creía que la perfección no lloraba - Susurró a mi oído.

Yo incliné la cabeza para quedar frente a él. Harry me lanzó una sonrisa y me besó, yo me relajé y me dejé llevar. Nuestros labios se deslizaban juntos, teníamos los ojos cerrados y las cabezas inclinadas. Él pasaba sus manos por mi cara, acariciándola tiernamente, como él hacía siempre, eso me encantaba... hundí mis manos en sus rizos y me pegué más a él.

Harry: no permitiré que te derrumbes jamás, porque yo estaré a tu lado - Susurró en el lóbulo de mi oreja.

Yo le abracé con todas mis ganas y él me recibió con su hermosa dulzura, tuve suerte en encontrar a un chico así.

Yo: te quiero, eres mi vida, ahora que me quedé sin familia te necesito más que nunca. Por favor, no me abandones, te necesito, ahora tú eres mi vida - Murmuré mirando sus ojos verdes.