Capítulo 24
SARA:
-Personalmente creo que has hecho lo que era correcto.
-No lo sé, Chris -suspiro-. Ahora me siento un poco mal.
-¿Quién era?
Tardo unos segundos en abrir la boca cuando Dana nos interrumpe.
-¡¿Estás bien?! ¿Estás herida?
-Sí, sí. Ya estoy bien, tranquila mujer.
Cuando mi amiga se preocupa es un manojo de nervios.
-¿Se puede saber qué le has dicho a Harry para que se vaya tan exasperado? -pregunta ella.
-¿A Harry? ¿Es que lo has visto?
-Por supuesto. Él entró corriendo a buscarte y salió poco después hecho una furia. Nada más entrar en el coche ha salido disparado para no sé dónde.
Miro a Chris arrepentida.
-No debería de haberle echado de esa forma... Ahora sí que se va a liar.
-¿Le has echado? ¿Por qué? Pero si vino muy angustiado al ver lo que estaba pasando.
Le cuento a Dana todo lo que pasó. Ella frunce el ceño.
-De verdad que no entiendo esos celos tan estúpidos -Cruza sus brazos.
-Ni yo.
La enfermera nos interrumpe entrando. Deja una bandejita a mi lado, ordena varias cosas en un cajón y dice:
-¿Cómo te sientes, Sara?
-Mejor, gracias -le sonrío.
-Me da mucho gusto oír eso. Creo que es conveniente que os vayáis a casa, las clases están suspendidas por hoy.
-Está bien -decimos.
Me despido de Chris y una vez más le pido disculpas. Le digo que le llamaré más tarde después de apuntar su número de móvil y Dana y yo nos vamos para casa.
-Voy a llamar a Liam, estoy muy nerviosa.
-Será lo mejor -dice Dana-, porque conociendo a este hombre, capaz de no dar señales de vida en todo el día.
Agarro el teléfono fijo y comienzo a marcar. Cuando Liam contesta, le explico lo que ha pasado tras preguntarle si Harry está con él.
-Pues lamento mucho decirte esto, pero hoy no he visto a Harry en todo el día.
Dana se percata del cambio que hay en mi rostro y me hace unas señas a modo de pregunta.
-Muy bien, si le ves, por favor dile que me llame.
-De acuerdo.
-¿Qué pasa? ¿Qué te ha dicho?
-No sabe dónde está, Dana.
Me siento en el sofá porque si no, estoy segura de que me dará algo.
-No te angusties mi vida, seguro que ha ido a dar una vuelta o algo para despejarse. Es más, así es mucho mejor, porque se dará cuenta de que su comportamiento ha sido estúpido y vendrá a pedirte perdón.
-Pues en ese caso, yo también me disculparé.
Al día siguiente todo transcurre de manera normal. Durante las clases me es imposible concentrarme. ¿Y si no vuelve? ¡Ay, deja de decir tonterías Sara! Siempre lo exagero todo, pero en parte estoy preocupada.