A prueba de fuego [H.S] (LA ESTOY EDITANDO)

Capítulo 47 - De vuelta a mi hogar

Capítulo 47

Me despierto a las ocho de la mañana. Intento incorporarme, Dana y yo llevamos cinco días en casa de los chicos, mañana nos iremos, compramos los billetes de avión hace poco.

    Sigo tumbada en la cama como la vaga que soy, estos días no me he estado despertando tan temprano, pero esta mañana me he levantado con un dolor de barriga insoportable. No hago el ademán de levantarme, son las ocho y todos están dormidos. No creo que se despierten hasta las doce...

    No aguanto más, me levanto de la cama, pero en seguida entiendo mi dolor de barriga cuando veo una mancha de sangre en las sábanas.

   -¡¡Mierda, no ahora...!! -exclamo queriendo tirarme por la ventana.

    Corro al baño que hay en este cuarto, me doy la vuelta para mirarme el trasero en el espejo y lanzo un bufido. La tela de mis preciosos pantaloncitos de helados de mi pijama está totalmente teñida de sangre. ¡Me he manchado!. Lanzo bufidos ¡Ya está aquí la puta regla! ¡Claro, el mes pasado no me vino y este mes me vendrá dos veces! Qué asco. Me quito el pantalón cortito con una mueca de asco y los dejo en el lavabo con la puntita del dedo. Me quedo en ropa interior y mi cara se tuerce al ver mi trasero manchado.

    ¡Las sábanas!. Corro hacia la cama y examino la mancha...  Si no se limpia no se podrá quitar. He de darme una ducha, me siento asquerosa pero si pierdo tiempo duchándome la mancha se comerá el color de las sábanas.

    Las ideas fluyen en mí y corro a mi maleta, rebusco por todas mis cosas y al fin cojo toallitas íntimas. Voy rápidamente al baño y me limpio como puedo, me voy a duchar, pero primero necesito saber dónde coño puedo lavar este desastre. No sé qué hacer, todo el mundo duerme y yo no puedo ir a Liam, que es el que tengo más cerca, despertarle y decirle lo que ha pasado, me da vergüenza y no quiero que se quede un trauma cuando vea el manchurrón. Sí... él no entiende de estás cosas.

    Corro a la habitación de Niall y abro la puerta suavemente. Efectivamente, los dos duermen abrazados y las persianas están echadas, por lo tanto no veo nada de lo oscuro que está esto. Intento acechar hasta Dana sigilosamente, pero algo se me enrreda en los pies y me caigo al suelo. No grito, pero me he hecho daño en las rodillas. ¡Vaya, a pesar del golpe que ha sonado siguen dormidos!. Cojo lo que ha hecho que tropiece y lo toco para saber qué es. Lanzo un grito arrojándolos por ahí con la respiración agitada, son los calzoncillos de Niall.

    -Hoy no será mi día... -susurro.

    Me acerco a Dana, quien está dormida. Me inclino para rozar mi mano con su hombro pero siento algo ligero bajar. ¡Mierda, de nuevo me he manchado!. Miro abajo y veo que se me ha olvidado ponerme algo, estoy en bragas pero no creo que Niall me vea.

    -Dana -la llamo, pero no contesta .- Dana -insisto esta vez más alto.

    -¡¿Qué te pasa, joder?! -rechista.

    -Ayúdame, por favor -suplico.

    Ella, al verme tan mal, se deshace del agarre de Niall y se levanta.

    -¿Qué haces en braguitas? -se burla, yo me encojo más apretando mi barriga.

    -Me estoy retorciendo de dolor, tía... -ella frunce el ceño .- Me ha venido la regla y he dejado un bonito recuerdo en las sábanas de mi cama.

    Ella se ríe en bajito, ¡¿qué diablos hacemos aquí?!, la sacó de la habitación y la llevo a mi cuarto.

    -Necesito que me ayudes, tengo que ducharme y la mancha se va a cargar las sábanas, hay que limpiarla cuanto antes -digo.