<Anastasia>
Como hubo un antes, ahora hay un después, y en eso lo protagonizan pocas personas, pero para mi siempre seremos Owen y yo. Dejo de lado las memorias del pasado y me concentro en el hoy, el presente que se muestra frente a mis ojos.
Hace un rato el doctor Lucas acaba de revisar la costilla, por suerte fue sólo un pequeño roce, una fisura no muy profunda, me receto otras pastillas siempre y cuando me alimente como lo estoy intentando ahora.
Estaba contento de ver mejoras en mi salud lamentando mi fisura, pero pronto nos volveremos a ver.
Tirada en la cama y sin hacer nada, ya casi amanece y no he podido pegar un ojo en lo que restaba de las horas, mucha gente se levanta para comenzar otro día mas pero para mi significa un nuevo comienzo, un comienzo sin Aris.
No debería dolerme cuando soy una amante, cuando no tengo el derecho a nada, cuando peco con el hombre de otra mujer, pero lo siento y no lo puedo evitar. Poco a poco me iré alejando de esa figura enorme a la cual veneraba como un dios mitológico .. como Zeus.
Ayer era un dios, hoy es uno hombre mas .. un mortal.
Me tomaré esta semana como la última de mis vacaciones para ya ir volviendo a la empresa, por mas que quiera confiarle a Owen, aún es joven, y yo tengo demasiados problemas que generó en este poco tiempo.
Escucho las pisadas de mi fiel guardia personal, Massimiliano Vitale.
-¡Dime que pasa ahora! - aún lánguida sobre la cama sin ganas de hacer nada le respondo.
En este momento todo pesa sobre mis hombros.
-¡Señorita Steele!, la señora Ivelic esta aquí abajo en la entrada .. esta es un estado algo alterada - automáticamente me hace girar la cabeza para levantarme de la cama.
Al final Aris decidió contarle la verdad, ¡estoy jodida!.
-¿Quiere verme? - asiente - entonces hazla subir y que los de seguridad vigilen el piso de Owen para que no suba hacia mi también les haré señas para que vengan a buscar la visita por si se pone pesada de lo contrario no quiero interrupciones.
-Entendido señorita Steele, pero me atrevo a decirle que por favor, ¡tenga cuidado! no es bueno arriesgarse a tocar a una persona en ese sentido - le sonrío para tranquilizarlo, tanto como Massimiliano como Fausto se preocupan como si fuera una niña pequeña.
Se retira y yo pienso quedarme como estoy, en camisa y short. Mi pelo esta en una coleta y sólo tengo una banda adhesiva de tela por mis costillas. No pienso arreglar nada de mi piso porque nada esta fuera de su lugar, ni tampoco hay fotos mías con Aris, siempre soy precavida por si pasan estas cosas. Tampoco lo sabe Owen así que ruego porque no suba a mi piso o empezará a sospechar.
Massimiliano entra para anunciar a Sheila pero al contrario de lo que esperaba entra como loca desesperada a revisar todo mi piso, empieza a tirar todo y yo no sé que hacer, si calmarla o esperar a que se calme.
-¡No hace falta que me anuncies, perro faldero de zorras! - dice Sheila empujando a mi guardia para entrar antes de que termine de anunciarla.
Massimiliano se retira como diciendo que será largo la temprana visita. No le afecta para nada los insultos de ese tipo, él viene de los suburbios de la profunda Scicilia. Pero a mi sí, es mi personal y la persona que esta cerca de Owen y mío las veinticuatro horas del día para dar su vida por nosotros.
-¡¡Sheila!! ¿que mierda te pasa? ¿estás loca? - le grito pero ahora que veo bien su cara esta roja del llanto, parece como si hubiera llorado por horas y su vestimenta deja poco que desear, ella no es de estar desarreglada.
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·Forbidden Love·
FanfictionAmores Prohibidos .. Quien no lo tuvo ? Quien no desea tenerlo ? Quien no sintió alguna vez lo prohibido ? lo inalcanzable ? Quien no engaño a alguien ? Quien no se tentó a cruzar la línea de su límite ?