·Capítulo 34 : Descanso·

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<Anastasia> 

Levantarse y no hacer nada. 

Eso es lo que mi mente pensó por primera vez, no hacer nada en años, siempre que vivía en ese tiempo con los abuelos era levantarse a hacer algo por lo menos, una clase, un deporte, un hobby, alguna lectura o simplemente tener clases con Aris. 

Pero ahora que me tome vacaciones, en años, es la primera vez que no me siento desesperada por salir a hacer algo, ni siquiera ver arquitectónicas esculturas o diseño de vanguardia. Tampoco tengo la necesidad de llenar mi imaginación con modelos de casas lujosas o mansiones estereotipadas. 

Ayer apenas volví de la empresa había visto a Owen tirado en mi cama y comiendo a sus anchas. Hable seriamente con él, le he dicho que no me haga tomar medidas drásticas para que por fin siente cabeza con respecto a la empresa, le amenace con que me escaparía lejos para volver cuando quisiera y sin aviso alguno, se alarmo diciendo que prometiera no cometer esa estupidez a cambio de no dejarle solo y lo prometí siempre que él no cometa berrinches.

Es como un niño pequeño al cual hay que comprender y entender, le falta mucho como a mi, pero a diferencia de mi persona, tuve que ser adulta a muy temprana edad. Lo quiero pero a veces siento que no me ayuda para nada sino que me hunde en su mundo. 

Dejo a un lado la depresión que me genera mi mundo con Owen para empezar el día.

-¡Buenos días Fausto! - digo al entrar en la cocina. 

Me siento en los taburetes de la barra, y me pongo a examinar con la mirada que infusión tomaré hoy. 

Buongiorno Bella! - dice en italiano y suspiro, con él tampoco hay caso - ¿qué va a querer mi Bella hoy? hice una rica Avena .. - dice moviendo ese cucharón dentro de ese tazón blanco, tiene aspecto espeso y media blanca, me está por subir arcadas de sólo verlo. (¡Buenos días Bella!).

-Primero, ¡saca esa avena!, lo siento Fausto pero no me apetece repetir otra clase de intento - mis palabras le hacen recordar lo trágico de la otra vez - y segundo, deja de hablar en italiano, te dejo hasta lo de Bella, pero de ahí en mas, no quiero nada de palabras italianas, adoro tu país, y mas cuando me dan un guardia y un chef excepcional, pero no quiero que se aprovechen de ti por tu acento, cambia tu forma de hablar, ahora sí, quiero un té de manzanilla con un smoothie de mangos - termino de pedirle mi desayuno de forma tajante. 

Le he avisado a Fausto las indicaciones del doctor Myers, lo que no va a tener que ocuparse de darme las pastillas a horario. Es un respiro a su cabeza que siempre anda con un ojo encima mío para vigilar si las tomaba, es uno de los pocos que sabe y desea que me recupere. 

-¡Ok Bella! parece que las vacaciones no te relajan sino que te vuelven mas seca! - se pone a preparar todo mientras me fijo algo divertido y vacío de humor en Instagram

Me río entre videos y fotos, las que mas me enternecen son las de animales que se pelean y se muerden como bebés pequeños. Son tan tiernos y tan chiquitos que me dan ganas de criar uno pero con qué tiempo? si me la paso trabajando. 

Fausto me sirve todo y se sienta a mi lado a controlar que me tome todo.

-¿Se te acaba de perder algo? - pregunto con inquisitiva mirada y se ríe relajado. 

Empiezo por mi té de manzanilla, hace poco compre todo tipo de infusión, y también recuerdo que me comí a ese chico. Una delicia .. los dos

-¡Sólo estoy a tu lado Bella! - levanta las manos en rendición de que parará - ¿hoy viene el doctor? - ahora recuerdo eso también, los días que viene él todo tiene que estar en su lugar y demostrarle que es un lugar limpio donde vivo, no sé por qué me sale eso pero se lo quiero mostrar. 

·Forbidden Love·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora