·Capítulo 41 : Quiebre·

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<Anastasia>

Pensé que Aris me dejaría encerrada hasta cumplir la semana pero la abrió una vez que volví a ser yo misma, pero la verdad es que nada ha cambiado, todo sigue igual, mis ganas, mi voluntad, mis pensamientos y sentimientos siguen siendo los mismos. 

No hay nada que pensar. 

-¿Lo has pensado? - habla acerca de la propuesta de vivir juntos que me propuso en la madrugada de estos días, mañana partiremos de vuelta a la ciudad pero para mi suerte Massimiliano espera por mi afuera de esta cabaña. 

-¡No puedo pensar contigo pegado como moco a mi cuerpo las 24 horas del día! - digo de forma seca y Aris se da la vuelta en la cama. Los dos tirados admirando el cuerpo del  otro luego de revolcarnos por rato largo .. lo hice por intentar de entender sus mas profundos pensamientos. 

No tuve otra opción, si no lo hacía me torturaría a cada momento con palabras de que tengo un amante a espaldas de él cuando Aris es el único, encima de eso se la pasa vigilando todos mis movimientos, y pensé, para calmar a la bestia no hay nada mejor que música .. la música de mis gemidos en sus oídos

De mi costilla parece que va mejorando de a poco, el doctor Lucas no pudo venir por diligencias pero lo veré en mi piso apenas llegue. Sólo mantengo el dolor con ibuprofeno líquido cada 12 horas. Aris se siente en parte culpable por lastimarme pero mas se siente furioso por no poder lograr conmigo lo que quiere hacer siempre. 

-¿Moco? .. no creo ser eso según tus jadeos - dice confiado y arrogante. 

Tomo su mano y beso el dorso mismo para que no se exalte de nuevo. Intentare algo diferente, no actuaré de la misma forma que siempre lo hace. 

Aris no cierra los ojos para disfrutar del momento sino que lo graba en su mente y corazón abriendo los ojos todo lo que puede. Si no es a la fuerza tratare de entrar en su alma perdida para traerla de vuelta y que me escuche, necesito que escuche mi verdad. 

-Aris .. - lo llamo y sigue sin quitarme la vista de encima - nunca en mi vida había pensado en encontrar a una persona como tu, fuerte, capaz de todo, sin miedo a nada, con una integridad que pocos tienen y valoro mucho eso en un hombre de negocios, me haces admirarte. 

-Pero .. ? - dice esperando la otra parte. 

-Pero no puedo .. simplemente no puedo vivir contigo y contarle la verdad a Sheila, no cuando no tengo mas planes de seguir contigo - eso le hace levantar de la cama como rayo. 

-¡Ya basta con la misma mierda! - espeta pero cuando esta por bajar de la cama lo retengo tirando de su muñeca - ¿que vas a decir ahora? ¿que se te fue el amor de la nada?.

-¡No!, sabes que no soy ese tipo de mujer, si quieres sinceridad, la tendrás pero después no digas que la malvada en este cuento he sido yo, porque lo único que deseo mas allá de las peleas, es que seas feliz - hago una pausa por encontrar las palabras correctas - rechazo tu propuesta por sobre todo, sabes mejor que nadie lo ansiosa que estoy por encontrar la pareja perfecta a Owen, quiero que forme familia y tenga hijos para así poder traspasarle la presidencia de una vez, pero también me urge recuperar mi salud, y entre ti y tu esposa eso me terminaría de matar, me importa poco lo que piense Sheila, le puedes contar la verdad .. al fin y al cabo nosotros pecamos de lujuria siendo amantes, o mas bien yo por tocar a un hombre que tiene dueña, lo sé .. no está bien para los ojos de los demás pero siempre me importo poco cuando se trataba de amor, pero ya nada eso cambia mi forma de verte, estés o no conmigo seguiré por mi lado, aunque .. debas matarme, hagas lo que hagas no seguiré esta relación, Aris, se acabó - por un lado me parte el corazón decirle esto a alguien en quien creí para un futuro vivir juntos tranquilos, no concebir primogénitos ni nada por el estilo, sólo estar juntos hasta que nos hagamos viejos pero parece que el tiempo dice que hasta aquí hemos llegado con esta relación prohibida. 

·Forbidden Love·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora