·Forbidden Love·

·Capítulo 25 : Incierto·

<Anastasia>

Observo como Aris cenar tranquilo, mira el periódico para revisar cuanto incrementaron sus acciones en la bolsa. Yo no conozco mucho de eso, mi empresa o la empresa de familia Steele es diferente, no dependemos mucho de lo que digan los número sino del trabajo. 

Me parece algo tarde para fijarse en eso cuando ya es de noche y el día termina, pero él solo sabe lo que hace. 

-¿Que tanto te contó la abuela Isabelle de mi? - Aris levanta la vista del periódico y me mira desconcertado por mi pregunta. 

-¿Y desde cuando te ha importado lo que hablábamos tu abuela y yo? .. ya tu sabes mejor la historia, no? - vuelve a mirar el diario. 

-¡Lo sé! sé para que has venido a nosotras, pero nunca entendí las verdaderas razones de la abuela para querer tomarte tan cerca mío, pasaba algo mas del que yo me deba enterar ? - Aris suspira dejando el periódico, lo dobla y gira un poco su silla para mirarme de frente. 

-¡Estas muy preguntona! acaso el bicho de la curiosidad te pico en algún lado antes de venir? o es que te han cambiado por otra y yo ni me he enterado ? - me hace sonreír, hace mucho que no me hablaba de esa forma. 

Tan suelto y despreocupado, como si este lugar lo encantara para que sea de otra manera. 

-¡Sólo quiero saber! la abuela me contó muy poco de ti, que yo recuerde tu y yo nos la pasábamos follando y hablando de dioses griegos como si fuéramos ellos mismos, no es muy educativo a los 15 años de edad - le replico y ahora la que le roba una sonrisa sincera soy yo. 

Besa fuerte el dorso de mi mano libre sobre la mesa, lo besa con tanta adoración que me hace sentir como si fuera a la única mujer que le jura amor. 

-¡No olvidaré en mi vida el día que te conocí, Afrodita! pero no tengo mucho que contarte, ya sabes la historia, mis padres murieron a edad tan temprana en épocas de guerra, me concibieron algo tardíos de edad, cuando ellos fallecieron decidí ser alguien importante en la vida, alguien en quien pudieran apoyarse para hacer negocios y al mismo tiempo sacar beneficio de ese apoyo que yo brindo, todo era por evolucionar para no ser alguien pobre, no lo soporto bebé, por eso tome lo poco que tenía en Croacia, lo vendí todo y me vine con ese dinero a Estados Unidos, es grande este país pero decidí que Seattle sería bueno para empezar a hacer negocios - hace una pausa recordando ese tiempo duros - pero no todo es tan fácil como uno lo planea, apenas vine sufrí robo y todo tipo de estafa, se notaba demasiado que era extranjero y la gente del lugar sabe aprovecharse muy bien de eso, de la bronca y coraje que sentí decidí salir a robar porque ya no me quedaba nada para vivir y volver a Croacia estaba muy lejano de mi alcance, ni tenía dinero para un pasaje, ni tampoco un familiar al cual llamar, sólo tenía unos míseros doce dólares, que los guardaba exprimiendo cada dólar para comprar la comida del día, robaba y tenía suerte a veces y otras casi me pescaba la policía, cuando un día y no me preguntes cómo, le robé a Isabelle, todavía la recuerdo, de mirada punzante y fuerte, salí corriendo a todo dar para robarle su bolso pero esa fue la única vez que me salió mal, el policía me atrapó y ella levanto cargos para meterme a la correccional por ser un inmigrante de menor edad, maldije por dentro que sería mi fin pero no sé que la hizo recapacitar porque cuando estaban a punto de trasladarme con la sentencia ya casi puesta, ella vino a mi y me ofreció ser alguien en la vida, no dude en aceptarlo sin siquiera pensar si era mala o buena persona, era un medio para sobrevivir y salir de esa puta vida de miseria, tome su mano y ella me preparo aparte, me consiguió dinero, casa y comida; recuerdo el primer día que me mostró mi piso, casi se me salen los ojos, en ese entonces tu deberías tener 4  años y yo 19 - se ríe de costado con una expresión de no poder creerlo - te observa a lo lejos pero sólo eso, decía por dentro que eras una hermosa nena y todavía lo eres, pero ahora que te tengo aquí a mi lado sentada y comiendo algo como pareja no me lo creo todo lo que pase.