Matías estuvo en un estado de letargo por varios días, podía sentir en su semi inconsciencia como las voces y los sonidos de movimientos se unían para ocasionar un caos en su cabeza impidiéndole entender lo que pasaba a su alrededor. Además, por más que intentase abrir los ojos y tratar de comprender su entorno, no podía. Lo que sí sabía con exactitud, era que el dolor punzante de la puñalada ha ido disminuyendo de a poco hasta ser nada más que una molestia que se agudizaba solo por momentos y en otros, era apenas perceptible.
Al fin, luego de una lucha interna para poder abrir los ojos, lo hizo. Al despertar, todos sus sentidos volvieron con ímpetu y le hizo darse cuenta de lo profundo que fue su sueño. En primer lugar, antes que la vista, el tacto le decía que la cama donde se encontraba era más suave que de la que estaba acostumbrado, incluso podía sentir como la cobija ligera y muy confortable lo arropaba por completo. Luego de esto, siguió la vista, que le mostró un techo alto y con un candelabro de apariencia antigua con todos los pequeños focos que la contenían iluminando el cuarto por completo; miró a un lado para saber en dónde se hallaba ya que estaba seguro que todo aquel toque sofisticado estaba lejos de ser aquel lugar en donde estuvo las últimas semanas. A su costado, estaba una mesita de noche color negra con diseños en los bordes de la superficie, haciendo notar su elegancia; del otro lado, sin embargo, se podía ver un enorme armario que combinaba perfectamente con el mueble que vio hace momentos.
«En dónde mierda me vine a meter», pensó confuso Matías. El pobre no recordaba nada salvo que cayó desfallecido a causa de su malestar.
«Brad me habrá vendido a una vieja con dinero, o peor, algún millonario pervertido»
Se alarmó completamente ante esa posibilidad y trató de levantarse para poder huir de su presunto captor, pero al hacerlo, un dolor agudo en el abdomen le hizo lanzar un grito de dolor y volver a su posición anterior y maldijo a Brad para sus adentros por la puñalada que le brindó en una de sus tantas peleas con él. Después de aquel grito, escuchó pasos que venían hasta la habitación. Se reprendió por su nula inteligencia al hacer semejante escándalo cuando lo que quería era salir de ahí.
La puerta de la habitación se abrió haciendo callar sus reprimendas internas y se hizo el dormido para ganar tiempo y pensar en un plan para escapar de ahí. Sintió como los pasos se aproximaban hasta situarse a lado suyo. Matías nunca tuvo dotes de actor así que le costaba en sobremanera mantener los ojos cerrados fingiendo inconsciencia y se le hizo aún más difícil cuando sintió que la persona le agarró el rostro y lo volteaba para chequearlo.
—¿A quién tratas de engañar, jovencito? —la voz de un hombre sonó en la habitación.
«Oh, por dios, lo que temía, es un hombre», se afligió Matías aun intentando engañar a la persona a su lado.
Cuando pensó que el sujeto ya lo dejaría en paz, sintió un dedo hincándole el lugar de la herida.
—¡Maldición, para! —dijo Matías abriendo los ojos ante el dolor que se instaló de nuevo en la herida.
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Camino a tu Corazón
RomanceLa rutina de Iván, que se basa siempre en seguir las reglas que los demás forjaron para él, cambiará con la llegada de Lucas, un chico tierno y de buen corazón que hará tambalear las convicciones de Iván, haciéndole ver que el mundo tiene más colore...